Pizzi da el golpe en el Camp Nou
Falto de intensidad y organizaci¨®n colectiva, el Barcelona se abandona y cae (2-3) ante el empuje del Valencia
A Pizzi se le recordaba en el Camp Nou como un tipo macanudo desde que volte¨® al Atl¨¦tico en un partido copero con el Bar?a. El ariete le puso la firma a un remonte ¨¦pico en tiempos de Robson: 5-4. Pizzi fue protagonista aquel 12 de marzo de 1997 de un encuentro tan hist¨®rico como el que disput¨® ayer como t¨¦cnico del Valencia, ganador del Barcelona, l¨ªder de la Liga 59 jornadas, vencedor de 25 partidos seguidos en su estadio, ahora en manos del Atl¨¦tico y del Madrid. Los misterios del f¨²tbol son inescrutables para el Bar?a, capaz de convertir una goleada cantada con el 1-0 en un fiasco monumental: 2-3. Ning¨²n futbolista expres¨® m¨¢s el desconcierto que Messi. Tampoco ayud¨® Martino. Pizzi fue el h¨¦roe inesperado de un duelo declaradamente argentino en el Camp Nou.
Ahora es el equipo azulgrana el que se ha quedado sin respuesta despu¨¦s de la crisis del club. No ser¨¢ f¨¢cil dar con un punto de inflexi¨®n despu¨¦s de tanta par¨¢lisis y desafecto, desorientados los que mandan, los que juegan y tambi¨¦n los que miran, presa el barcelonismo del inmovilismo en la cancha y del desconcierto en el palco. Tiempos que invitar¨ªan a recordar la figura redentora de Luis Aragon¨¦s o agitadora de Pizzi. Las cosas se han puesto tan preocupantes para el Bar?a que no se sabe si necesita un ataque de locura o de racionalidad. Ayer no tuvo arrebato ni cordura, ni entrejuego ni dominio de las ¨¢reas, extraviado desde que perdi¨® el sitio Busquets con 1-1. Muy vulnerable e incapaz de corregirse desde el banco, se entreg¨® a un martirio ante solo 67.000 espectadores y se queda sin margen de error en la Liga.
BARCELONA, 2 ¨C VALENCIA, 3
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦, Mascherano, Alba; Xavi (Iniesta, m. 65), Busquets, Cesc (Tello, m. 76); Alexis, Messi y Pedro. No utilizados: Pinto; Bartra, Adriano, Song y Sergi Roberto.
Valencia: Diego Alves; Barrag¨¢n, Ricardo Costa, Mathieu, Bernat; Oriol Romeu, Javi Fuego; Feghouli, Parejo (M¨ªchel, m. 48) Piatti (Fede, m. 86); y Alc¨¢cer (Vargas, m. 73). No utilizados: Guaita; Vezo, Portu y Jonas.
Goles: 1-0. M. 7. Alexis. 1-1 M. 44. Parejo. 1-2. M. 48. Piatti. 2-2. M. 54. Messi, de penalti. 2-3. M. 59. Alc¨¢cer.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a Parejo, Ricardo Costa, Mascherano, Diego Alves y Busquets. Doble amarilla a Alba (m. 77).
Camp Nou. 66.969 espectadores. Se guard¨® un minuto de silencio por Luis Aragon¨¦s.
El resultado fue tan inexplicable como el gol de Alexis. El tobillo del chileno es un misterio, indescifrable para cualquier zaguero, tambi¨¦n para los mejores porteros, incluso Diego Alves, vencido ayer por el remate en vaselina del delantero de Tocopilla. El pichichi del Bar?a (15) emboc¨® un centro chut de Messi a la salida de un c¨®rner igual que inflara un globo ante el guardameta del Valencia. Mordido y pinchado, como si le hubiera pegado al suelo, el cuero se levant¨® camino de la red. Alexis se enreda cuando se para y le da para pensar qu¨¦ hacer de la misma manera que sus remates encuentran el marco cuando chuta sin parar, de primeras, tal que fuera un ariete que vive de los goles y no de su laboro.
El gol del chileno nada m¨¢s comenzar el partido parec¨ªa el mejor anuncio de una victoria que se daba por descontada por el buen momento del Bar?a y las penalidades del Valencia. Falso. Jugaba bien y r¨¢pido ciertamente el equipo azulgrana, din¨¢mico, siempre dispuesto a acabar las jugadas, ya fueran ganadas en ataque est¨¢tico o por la profundidad de sus llegadas, ayer conseguidas en las transiciones propiciadas por el ir y venir del plantel de Pizzi. La confianza y buen ritmo azulgrana contrastaban con la descolocaci¨®n del rival, confundido por tanto cambio de jugadores, t¨¦cnicos y directivos, falto durante muchos d¨ªas de mando y plan, entregado a la capacidad de sorpresa de los equipos que conf¨ªan en un ¨²ltimo deseo antes de ser ejecutado. Y el Bar?a atendi¨® al desesperado del Valencia.
Los azulgrana vieron el partido tan f¨¢cil que se abandonaron a partir de la media hora cuando empat¨® Parejo. Aunque su f¨²tbol fue excesivamente centrifugado, ignorando a las bandas, el Bar?a hab¨ªa generado suficientes ocasiones para cerrar el encuentro antes del 1-1. Tocaba f¨¢cil, mezclaba mucho y presionaba bien frente al juego de recuperaci¨®n del Valencia. Pero les fall¨® la punter¨ªa o les perdi¨® el f¨²tbol de bricolaje de sus delanteros, poco finos, excesivamente confiados, nada selectivos, indulgentes. Preso el Bar?a de la falta de definici¨®n, el Valencia empat¨® despu¨¦s de que Parejo manejara un bal¨®n dividido y tirara una pared con Feghouli para marcar despu¨¦s de que Costa fallara un cabezazo a puerta vac¨ªa en un c¨®rner, vencido Vald¨¦s.
El desconcierto azulgrana se agrav¨® a la salida del descanso cuando Piatti le gan¨® en el salto a Alves y cabece¨® a la red un bal¨®n centrado por Barrag¨¢n y mal defendido por Vald¨¦s, que se qued¨® a mitad de salida, sin hacer de portero ni de defensa, entregado su marco al rival. Ni siquiera una jugada fortuita y aparentemente mal sancionada rescat¨® al Bar?a: un bal¨®n tocado por Pedro dio en el hombro de Costa y el ¨¢rbitro pit¨® sorprendentemente un penalti que transform¨® Messi: 2-2.
Descontrolado, falto de intensidad y organizaci¨®n colectiva, el Barcelona asumi¨® la derrota como un hecho irremediable desde la desesperaci¨®n
El empate no despert¨® al Bar?a. No encontr¨® el sitio en la cancha Messi, ni como falso 9, ni en la banda, ni como 10, y se venci¨® la defensa de manera escandalosa, con Vald¨¦s a la cabeza. Al Valencia le vali¨® con un fuera de banda para certificar la victoria despu¨¦s que Alc¨¢cer enganchara un centro de Feghouli. El gol aturdi¨® tanto a los jugadores como al entrenador, que se enred¨® con los cambios y la lectura del juego, finalmente en manos de Pizzi. La sustituci¨®n de Xavi ya se ha convertido en un cl¨¢sico en los momentos de desespero del Bar?a. Tampoco fue un revulsivo contra el Valencia. Ni sin Cesc y con Tello, y mucho menos sin Alba, expulsado despu¨¦s de un partido que sac¨® de quicio al azulgrana m¨¢s templado. Nadie daba un duro por el Bar?a desde el 2-3.
Descontrolado, falto de intensidad y organizaci¨®n colectiva, muy largo en el campo, necesitado tanto de lucidez como de rabia, el Barcelona asumi¨® la derrota como un hecho irremediable. Apenas hubo m¨¢s ocasi¨®n que un tiro final de Messi que se escap¨® junto al palo, qui¨¦n sabe si como una met¨¢fora del partido y del campeonato, y tambi¨¦n de la fragilidad del Bar?a, nada preciso en ataque, sin tensi¨®n defensiva, abandonado a su suerte, extraviado como Leo. No equilibr¨® ni desequilibr¨® el 10; ni reaccion¨® colectiva ni individualmente el Bar?a; tampoco encontr¨® soluciones el t¨¦cnico, a veces muy convencional en un club como el azulgrana ¡ªjam¨¢s utiliz¨® el 3-4-3¡ª, y en otras radical, como cuando se?ala a Xavi para despu¨¦s prescindir de Cesc, ya sin juego en la divisoria ni en las ¨¢reas.
Ayer no hubo m¨¢s personaje que Pizzi, ¨²nico a la hora de protagonizar una jornada extraordinaria, fuera de guion, en la Copa y tambi¨¦n en la Liga.
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