Magnus Norman se sab¨ªa el camino
El t¨¦cnico sueco logra con Wawrinka lo que con Soderling, sorprender a Nadal en un grande
¡°Lo importante es que no pienses en el resultado. Piensa en c¨®mo quieres jugar. Piensa en cu¨¢l es el camino para ganar cada punto¡±. Magnus Norman, exn¨²mero dos, alecciona a Stanislas Wawrinka antes de la final del Abierto de Australia. Sabe que el pilar m¨¢s d¨¦bil del poderoso juego de su pupilo es la cabeza. Conoce las tormentas interiores que puede desatar una final grande, porque ¨¦l perdi¨® la de Roland Garros. Le pide que anestesie el coraz¨®n y que encienda el cerebro. Tras menos de tres horas, Wawrinka derriba a Nadal y gana su primer grande, que con 28 a?os es solo el sexto t¨ªtulo de su vida. Su victoria rescata otro triunfo sorprendente. En Roland Garros 2009, Robin Soderling elimin¨® al mallorqu¨ªn pese a llegar a la cita cediendo 0-3 el cara a cara. En Melbourne 2014, Wawrinka gan¨® a Nadal pese a llegar al cruce con 0-12 como balance. Las dos victorias tienen dos cosas en com¨²n: que el espa?ol est¨¢ lesionado (rodilla y espalda, respectivamente) y que en el banquillo del ganador se sentaba el sueco, un especialista en estrategia y labores de convencimiento.
¡°Hay una cosa a tener en cuenta¡±, dice Nadal un d¨ªa despu¨¦s de la final, sentado con cuatro periodistas. ¡°Jugadores que juegan contra Djokovic, Federer, Murray o contra m¨ª, y que han perdido muchas veces en el pasado contra nosotros, pues es normal que cada vez busquen m¨¢s cosas, que salgan con la determinaci¨®n de hacer algo m¨¢s, diferente¡±, prosigue. ¡°El camino del que est¨¢ detr¨¢s es m¨¢s claro que el de que est¨¢ delante¡±, a?ade. ¡°La aceptaci¨®n de que est¨¢s m¨¢s cerca de la derrota que de la victoria te hace jugar con una determinaci¨®n distinta al que en teor¨ªa est¨¢ para ganar¡±, subraya.
Ese convencimiento que de repente encuentra Wawrinka, que no hab¨ªa ganado ni un set en doce enfrentamientos con Nadal, es el sello de Norman, que empez¨® a trabajar con el suizo en abril, solo viaja a los torneos importantes y ha ayudado a su pupilo a pasar del n¨²mero 17 al tres. Igual que Soderling, un tenista irascible, que durante un duelo en Wimbledon lleg¨® a imitar el gesto con el que Nadal se ajusta los pantalones, se convierte de repente en un t¨¦mpano de hielo, Wawrinka es capaz de guardar la compostura hasta que la lesi¨®n de Nadal le convierte en un manojo de nervios. Ambos pegan dur¨ªsimo, sin contemplaciones. Ambos doman el drive alto del espa?ol: Wawrinka porque tiene una fuerza impresionante en el brazo, y Soderling por su estatura (1,93m), que ahora emplea en cazar ciervos, ya que a¨²n paga las consecuencias de una mononucleosis.
¡°Magnus me ha hecho mejorar en todas las facetas del juego¡±, afirm¨® el campe¨®n. ¡°Estaba muy nervioso durante la preparaci¨®n, el calentamiento¡¡±, reconoci¨® despu¨¦s de levantar el t¨ªtulo. ¡°Entonces habl¨¦ con Magnus, tambi¨¦n con Severin [Luthi, capit¨¢n suizo de la Copa Davis]¡±, record¨®.
Ambos le dijeron: ¡°Disfruta¡±. El sello de Magnus.
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