Una epopeya inspiradora
La aventura de Knox-Johnston, primer hombre en dar la Vuelta al Mundo sin paradas y en solitario, dio forma a la Volvo
Mientras el Sunday Times preparaba su obituario y todo el mundo le daba por perdido, Robin Knox-Johnston (Putney, Londres; 1939) se bat¨ªa con las olas, el cansancio y la soledad. Era la ¨¦poca en la que no exist¨ªan los sistemas de navegaci¨®n ni la comida liofilizada. Nada de asistencia material ni referencias m¨¢s all¨¢ de un sistema radiof¨®nico que acab¨® roto, al igual que el motor, la direcci¨®n y varias partes del casco del rudimentario Suhaili, la nave con la que el hist¨®rico marinero ingl¨¦s complet¨® su odisea. Una heroicidad de 313 d¨ªas y 30.000 millas sobre las aguas del planeta. Una aventura oce¨¢nica que incscribi¨® su nombre para la eternindad, puesto que Knox-Johnston se convirti¨® en el primer hombre que dio la Vuelta al Mundo sin paradas y en solitario.
Miembro de la Marina Mercante inglesa, con solo 29 a?os en su cartilla, el 14 de junio de 1968 comenz¨® el reto junto a otros ocho participantes. Ninguno de ellos lo concluy¨®. Uno a uno, por las inclemencias del mar y la exigencia de un desaf¨ªo enorme, fueron cayendo por el camino en diferentes etapas. Solo el franc¨¦s Bernard Moitessier resisti¨® el ritmo de Knox-Johnstone, hasta que el galo, exausto y magullado, abandon¨® despu¨¦s de superar el Cabo de Hornos. ¡°Un paraje glorioso¡±, en palabras de su adversario.
Guy Pearce y Anthony Churchill se inspiraron en su haza?a para crear una carrera de barcos por todo el planeta
En tierra apenas se ten¨ªan noticias del ingl¨¦s, que super¨® todo tipo de vicisitudes en el trayecto. Bebi¨® agua de lluvia durante meses; no tuvo contacto alguno con su mujer Suzanne -a la que conoci¨® a lo ocho a?os- ni su hija Sara-; se las tuvo que apa?ar debajo de aguas a baj¨ªsimas temperaturas para parchear el cascar¨®n de su barco, seriamente da?ado; y sufri¨® una apendicitis que pudo costarle la vida, como ¨¦l mismo relataba despu¨¦s a los medios de su pa¨ªs: ¡°Estuve tres d¨ªas doblado por el dolor. No estaba seguro de lo que era, pero consult¨¦ un libro m¨¦dico y deduje lo que era. Eso, o estaba embarazado¡±. Su ap¨¦ndice revent¨® y 18 meses despu¨¦s tuvo que ser intervenido quir¨²rgicamente de emergencia. ¡°Tuve la suerte de salir adelante¡±, admite ahora.
Aficionado al atletismo, el boxeo y las bicicletas, Knox-Johnston reconoc¨ªa que no le gustaban en exceso los deportes de equipo y su predilecci¨®n por la pr¨¢ctica individual. Y encontr¨® en la Vuelta al Mundo una opci¨®n fascinante, un hermoso relato de superaci¨®n a lomos del Suhaili, de 32 pies. ¡°No era r¨¢pido, pero era fuerte como una roca¡±, recuerda. Hoy d¨ªa, el barco, reacondicionado, est¨¢ atracado en Falmouth (Inglaterra), punto de partida y destino final de su andadura. El 22 de abril de 1969, el ingl¨¦s llegaba victorioso a ese puerto. El premio final, 5.000 libras (6.000 euros), lo don¨® a la familia de Donald Crowhurst, uno de los participantes de la prueba, con una empresa en bancarrota y que se suicid¨® tras hacer trampas e intentar enga?ar a la organizaci¨®n.
Durante la traves¨ªa, el ap¨¦ndice del ingl¨¦s revent¨® y pudo perder la vida: "Estuve tres d¨ªas doblado por el dolor"
La epopeya de Knox-Johnston fue inspiradora. Ten¨ªa un potencial terrible. As¨ª lo ve¨ªan Guy Pearce y Anthony Churchill, dos miembros de la Marina Brit¨¢nica que le dieron una vuelta de tuerca a la idea y, tras reunirse en un pub de Portsmouth y encontrar un esponsor, la materializaron en la Whitbread Round the World Race. Es decir, en una carrera de barcos alrededor de la esfera planetaria: la actual Volvo Ocean Race. Knox-Johnston particip¨® en la edici¨®n de 1977-1978, junto a su amigo neozeland¨¦s Peter Blake. No lograron la victoria a bordo del Heath's Condor, pero se quitaron la espina a?os despu¨¦s, en 1994, al conquistar el Trofeo Julio Verne -premia la circunnavegaci¨®n mar¨ªtima del mundo m¨¢s r¨¢pida realizada con cualquier tipo de embarcaci¨®n a vela, sin restricciones en el tama?o de la tripulaci¨®n-.
Designado tres veces Navegante del A?o en el Reino Unido, recibi¨® la Orden del Imperio Brit¨¢nico en 1995 y su vida continu¨® ligada al mar. En 2007, a los 68 a?os, complet¨® su segunda Vuelta al Mundo en solitario, a bordo del SAGA Insurance, finalizando cuarto en la VELUX5 Oceans Race. Era el m¨¢s veterano de la prueba. Al fin y al cabo, ¨¦l fue el origen de todo. El padre de la gran regata.
V?DEO: El gran desaf¨ªo de Robin Konx-Johnston
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