Derroche sin gol en Bala¨ªdos
Celta y Athletic firman tablas sin punter¨ªa en un partido intenso jugado a un ritmo fren¨¦tico
Cuando el futbolista pasa a ser entrenador se produce una transici¨®n que en ocasiones depara efectos sorprendentes: jugadores de marcada querencia defensiva devienen en t¨¦cnicos atrevidos, y viceversa. En el caso de Luis Enrique y su todav¨ªa corta carrera en los banquillos ya se puede deducir que no hay mutaci¨®n. O al menos no con este Celta, un equipo que lleva el gen de su constructor, que va, viene, vuelve, percute, presiona, enreda, trabaja, se entrega y, adem¨¢s de todo ello, juega al f¨²tbol. O lo intenta, porque las cosas se complican cuando se anda a todo trapo. Por eso sufre el Celta, pero tambi¨¦n por eso es capaz de someter durante largo rato al cuarto clasificado de una Liga tan estamentaria como la espa?ola. No es f¨¢cil mirarle a los ojos a este excelente Athletic y poderle, superarle desde la honestidad del equipo que sale a buscar la pelota, a recuperarla bien arriba cuando no la tiene. Desde ah¨ª el Celta fue m¨¢s y sell¨® una fant¨¢stica primera hora de partido. Pero no encontr¨® premio y acab¨® apurado para firmar un empate a cero que confirma que por m¨¢s que los goles sean la salsa del f¨²tbol no siempre hace falta ali?o para disfrutar de un buen espect¨¢culo.
CELTA, 0; ATLHETIC, 0
Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral, Font¨¢s, Jonny; Krohn-Dehli; Santi Mina (Augusto, m. 54), Rafinha, ?lex L¨®pez (Nolito, m. 64), Orellana; y Charles (Bermejo, m. 81). No utilizados: Sergio, David Costas, ??igo L¨®pez y Borja Oubi?a.
Athletic: Iraizoz; De Marcos, Gurpegi, Laporte; Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; Susaeta (Ibai, m. 73), Herrera (Iraola, m. 89), Muniain; y Aduriz (Kike Sola, m. 65). No utilizados: Herrer¨ªn, San Jos¨¦, Mor¨¢n y Albizua.
?rbitro: Del Cerro Grande. Amonest¨® a Santi Mina, Mikel Rico, Iturraspe y Herrera.
Bala¨ªdos. 17.880 espectadores.
El Celta le meti¨® ritmo al partido desde la hoja de alineaciones. Ya ah¨ª se pudo reconocer a Luis Enrique, que nunca fue un t¨ªmido. Dej¨® en el banquillo a dos pesos pesados del vestuario, Oubi?a y Augusto, ubic¨® a Krohn-Dehli, otrora extremo, en el mediocentro y afloj¨® las bridas. Y en medio del frenes¨ª siempre estaba Rafinha para aportar un toque diferencial, para romper l¨ªneas con una conducci¨®n, un inesperado pase profundo o un chutazo desde la frontal como el que pudo decidir el partido al filo del descuento. El Athletic acept¨® de inicio el envite, quiso galopar, pero pronto perdi¨® pie. Se desconect¨® porque la presi¨®n rival le llev¨® hacia el monocultivo del pase en largo y Rico e Iturraspe, amonestados ambos antes del descanso, quedaron limitados apenas para el esfuerzo defensivo. Sobrevivieron los vascos porque al Celta le falt¨® concreci¨®n en los ¨²ltimos metros, quiz¨¢s un punto de calidad por m¨¢s que se asomaran al gol Santi Mina, Rafinha y, sobre todo, Charles con un disparo al palo cuando mor¨ªa la primera parte.
No le rent¨® el esfuerzo al Celta y para cuando se llegaba a la hora de partido el Athletic ya se manejaba con m¨¢s comodidad, con menos estrecheces para aplicar su idea, la de tocar desde atr¨¢s y activar a Iturraspe como faro y referencia si los caminos se cerraban y hab¨ªa que reiniciar. Comenz¨® a fluir una cierta circulaci¨®n en el Athletic. El partido cambi¨®. No se fue de ¨¦l el Celta, pero lleg¨® su oponente. O m¨¢s bien se hizo carne cerca del ¨¢rea defendida por Yoel, primero al dar varios pasos hacia ella, m¨¢s tarde, a falta de un cuarto de hora, con un disparo cruzado de Muniain que se fue junto a un palo, pero dej¨® un aviso: tarde, pero el Athletic ya estaba en Bala¨ªdos, con el Celta boqueando tras el inocuo esfuerzo inicial y con el revulsivo Ibai sobre la pradera. Noventa minutos parecieron muy largos para el plan inicial de Luis Enrique, le llegaron pronto al Athletic, que empez¨® a creer muy al final. Sumaron ambos y vista la clasificaci¨®n, con el Celta cinco puntos sobre el descenso y los leones cuatro arriba en la defensa de la plaza en la previa de Liga de Campeones, hasta parece bueno para los dos. Pero esa idea nunca fue la gasolina que hizo caminar el partido porque incluso en el ¨²ltimo segundo pudo marcar Bermejo para el Celta.
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