El City global de Soriano y Txiki
El que fuera vicepresidente del Barcelona y el vasco, director deportivo con Laporta, han marcado el dise?o de un club que va m¨¢s all¨¢ del dinero y que apuesta por una idea
En diciembre del a?o 2011, Ferr¨¢n Soriano, hijo de un pollero de Poble Nou, exvicepresidente econ¨®mico del Barcelona y responsable entonces de la compa?¨ªa a¨¦rea Spanair, recibi¨® una llamada de su alteza real el jeque Mansour Bin Zayed Al Nahyan, que le puso en contacto con el empresario Khaldoon Al Mubarak. En la conversaci¨®n, este le invitaba a hacerse cargo del proyecto del Manchester City. Soriano se reuni¨® en Abu Dabi con ellos y descubri¨® que no ten¨ªan intenci¨®n de comprarse un capricho, que la cosa iba en serio, que se trataba de gestionar una idea, deportiva y econ¨®mica. Pero desestim¨® la oferta sencillamente porque se le acumulaba la faena: estaba vendiendo la aerol¨ªnea a un grupo de inversi¨®n catar¨ª y no ten¨ªa tiempo para m¨¢s cuestiones. A los pocos d¨ªas, con los contratos por firmar en la mesa, la Generalitat de Catalunya se quit¨® el enfermo de encima de mala manera y lo enterr¨®, liquid¨® la compa?¨ªa y Soriano hizo suyo el duelo. Asumi¨® el ejecutivo que deb¨ªa velar el cad¨¢ver a¨¦reo, incluso al recibir una nueva llamada. ¡°Ahora no puedo, necesito seis meses¡±, respondi¨® a la segunda oferta en plena liquidaci¨®n. Y pas¨® el tiempo. Y volvieron a buscarle. Entonces, reci¨¦n casado, despu¨¦s de enterrar a su padre, acept¨® el reto y lider¨® un proyecto que ha puesto en jaque al f¨²tbol mundial. Desde una idea, un proyecto que va m¨¢s all¨¢ de t¨ªtulos, que habla de la construcci¨®n de un club con pautas econ¨®micas y deportivas de gran magnitud.
Soriano se apoy¨® en Txiki Begiristain, con el que hab¨ªa trabajado en el Barcelona, para sentirse seguro. ¡°?Te vienes conmigo?¡±, le pregunt¨® a los seis meses de estar en el club, de ver y conocer las necesidades. Y Txiki acept¨®. Ahora, el que fue extremo del dream team, y director t¨¦cnico del Bar?a de Laporta, vive a 20 metros del Museo del F¨²tbol, en el coraz¨®n de Manchester, y lidera un proyecto deportivo dif¨ªcil de imaginar, de Australia a los EEUU, que si no pasa por Sudam¨¦rica o el sudeste asi¨¢tico es por un problema de organizaci¨®n, una apuesta tremenda por un City global.
Hoy, a las puertas de enfrentarse al Bar?a en los octavos de la Champions, el City es mucho m¨¢s que un par de fichajes, un simple resultado, una cuenta de explotaci¨®n o un balance que reduce sus p¨¦rdidas; el City es una idea, un negocio que hace tres a?os perd¨ªa dinero ¡ª100 millones de euros¡ª y hoy equilibra gastos y ramifica su crecimiento desde el oeste de Manchester, donde la tierra se podr¨ªa por la contaminaci¨®n qu¨ªmica que arras¨® la zona en los a?os 70.
La inyecci¨®n econ¨®mica de Abu Dabi legitim¨® un negocio y una apuesta deportiva que lidera Soriano como consejero delegado de un grupo de ejecutivos ¡ªSimon Pearce, Martin Edelman, Mohamed Al Mazrouei, John Macbeath y Alberto Galassi¡ª que discute cada inversi¨®n deportiva, ya sea la que implica invertir 40 millones de euros para comprar un club en el Bronx de Nueva York a medias con los Yankees o el fichaje de Laporte; la que avala la compra de un club en Melbourne, por 10 millones, en lugar de un portero, sencillamente porque le vio retorno financiero.
El rival en Champions?de los azulgrana invierte desde Nueva York hasta su cantera
Pero con el tiempo el City mira a casa y obra en consecuencia. As¨ª se ha gestado The Academy, un proyecto que generar¨¢ 155 puestos de trabajo temporales en la comunidad y 93 permanentes y que implica a m¨¢s de 30 empresas de la ciudad, que ocupa 80 hect¨¢reas conectadas por una pasarela con el estadio de los citizens, que albergar¨¢ una academia con capacidad para 400 j¨®venes jugadores, incluyendo una escuela y un centro m¨¦dico, un colegio y 16 campos de f¨²tbol, 12 de ellos para los jugadores de entre 8 y 21 a?os, un miniestadio con capacidad para 7.000 personas, zonas comunes de vestuarios, un gimnasio, un centro de rehabilitaci¨®n, un comedor y una zona de alojamiento, las oficinas para los 450 empleados del club y unas 5,5 hect¨¢reas ¨²nicamente dedicadas a la construcci¨®n de nuevas instalaciones educativas para la comunidad, as¨ª como un Instituto del Deporte y una piscina. En total, una extensi¨®n dedicada al cuidado futbol¨ªstico de nuevos talentos equiparable a todo Wembley. Resulta el proyecto m¨¢s importante que el club ha realizado en su historia y que Manchester, como ciudad, haya visto desde que construy¨® un puerto.
El City piensa fichar en breve a un responsable de metodolog¨ªa que dote de conceptos la educaci¨®n de los futbolistas que van a vivir en esas instalaciones, con v¨ªnculos marcados por un pasado tan barcelonista como el de Begiristain o el de Soriano, aunque en el club insisten en desmarcarse de la idea de copiar al Barcelona.
El City es un proyecto global, una idea que va m¨¢s all¨¢ de copiar el funcionamiento de La Masia, una vocaci¨®n global que tiene un punto de partida en Manchester y trasciende, siguiendo un rif de Oasis o una melod¨ªa de los Smiths, all¨ª donde manche de azul. Manchester se proyect¨® al mundo hace 100 a?os de la misma manera en la que ahora pretenden hacerlo Soriano y Begiristain desde sus despachos. Ellos y Pellegrini. ¡°No vine aqu¨ª para ganar t¨ªtulos, vine para liderar un proyecto¡±, dice el entrenador, convencido de que la idea pretende generar algo que deje huella por encima de cualquier futbolista, que va m¨¢s all¨¢ de salir en una foto celebrando un t¨ªtulo en una r¨²a por las calles. ¡°No pudimos fichar a Isco porque el Madrid puso m¨¢s dinero¡±, dicen en la sede del City, donde Amaia, la secretaria de Soriano, hija de una canaria y un vasco, manda m¨¢s que un jeque. All¨ª esperan al Bar?a.
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