La vida en un pase

De un pase cay¨® el partido, y fue cara para el Barcelona porque jug¨® Iniesta. Al de Fuentealbilla se le da bien la ciudad de Manchester, donde ya gole¨® con Espa?a, donde Scholes le regal¨® su camiseta roja, donde siempre que acudi¨® se sinti¨® futbolista en plenitud. Como tantas cosas en la vida, y m¨¢s en Manchester, la historia del partido cambi¨® en cuesti¨®n de segundos. Anoche, en el primer partido entre el Barcelona y el City de la historia de la Champions League, todo se precipit¨® en un segundo, el que tard¨® Iniesta en armar el pase, el que tard¨® Demichelis en equivocarse y enganchar por detr¨¢s a Messi, el que tard¨® la Pulga en marcar desde el punto de penalti.

Messi no picaba en Europa desde el 6 de noviembre de 2013. Esta vez le bast¨® con que le viera Iniesta de reojo. La hinchada local pas¨® de protestar una posible falta de Busquets a Navas a lamentar un penalti en contra, una acci¨®n que sac¨® de sus casillas a Pellegrini, entre otras cosas porque la zancadilla de Demichelis se produjo fuera del ¨¢rea. El central argentino debi¨® pensar aquello de jugador y pelota y se gan¨® la tarjeta roja y el penalti que decret¨® el ¨¢rbitro y que transform¨® Messi. Si fuera por Alexis, una r¨¦mora anoche, ni por esas. Pero resulta que estaba Iniesta y le solt¨® a la Pulga el regalito, para que encarara a Hart. Ah¨ª acab¨® todo.

Cuando Pellegrini se qued¨® con diez meti¨® mano al equipo, quit¨® a Navas y Kolarov y meti¨® en el campo a Nasri y Lescott. Ya no le alcanz¨® para nada. ¡°Poner m¨¢s centrocampistas no significa dominar el medio campo, de la misma manera que no por poner m¨¢s defensas defiendes mejor¡±, dijo Martino el d¨ªa anterior de un partido que le neg¨® a Pedro. Us¨® a Alexis de bulldog junto a Messi y aunque junt¨® a F¨¤bregas con Xavi, Iniesta y por supuesto, cont¨® con Busquets, a ratos result¨® que se le durmi¨® el juego, como si le arropara la enorme luna azul en que la hinchada del City convirti¨® con sus cartulinas la noche de Champions en el Etihad Stadium.

En Manchester, la ciudad donde los callejones huelen a f¨²tbol, el ¨²nico que pudo escoger fue Martino. Y prefiri¨® llenar el centro del campo. Pellegrini le ret¨® con todo, incluido Fernandinho, recuperado a ¨²ltima hora, y tambi¨¦n Negredo, que valiente como siempre y pese a su maltrecho hombro, se faj¨® con todo lo que se encontr¨® por delante, pero no ten¨ªa m¨¢s. Le plant¨® cara el City al Bar?a hasta donde pudo, novato en estas alturas de la competici¨®n. Y la hinchada inglesa volvi¨® a casa con la cabeza alta. Todo eso le queda al recuerdo de un partido con m¨¢s pases que remates. El City contabiliz¨® 434 pases y remat¨® nueve veces; el Barcelona cumpli¨® su objetivo de posesi¨®n con 929 pases y diez remates a puerta.

Por mucho que el City le busc¨® el colmillo, el Barcelona siempre fue paciente en el campo m¨¢s fr¨ªo de Inglaterra, no tanto por el clima, sino por la idiosincrasia de los estupendos seguidores azules, siempre correctos, incluso cuando un pase de Neymar a Alves apuntill¨® el partido. El City cay¨® de la luna. La historia hablar¨¢ del Bar?a.