El Parque Ol¨ªmpico se queda mudo
Miles de personas sin entrada asisten a la eliminaci¨®n en hockey de Rusia, ante Finlandia, en la plaza que corona la llama ol¨ªmpica
Cada d¨ªa m¨¢s de 100.000 personas visitan el Parque Ol¨ªmpico de Sochi, seg¨²n los datos del comit¨¦ organizador. Muchas de ellas van a las competiciones y luego se quedan paseando por el recinto, disfrutando del ambiente ol¨ªmpico, merendando, asistiendo a alguno de los conciertos que amenizan las tardes o haciendo la cola interminable de la tienda que aqu¨ª tiene Bosco para comprarse un colorido chubasquero de recuerdo. Pero hoy era diferente. La gran plaza donde se encuentra la llama ol¨ªmpica era hoy punto de encuentro de los aficionados rusos que no hab¨ªan conseguido una entrada para ver a su selecci¨®n de hockey. El aforo se qued¨® mudo cuando Finlandia ape¨® del torneo a los anfitriones en cuartos de final (3-1).
Las 12.000 localidades del Bolshoy, uno de los estadios que acoge en Sochi la competici¨®n ol¨ªmpica de hoy, estaban ocupadas para asistir al Rusia-Finlandia. A cinco minutos a pie de la imponente instalaci¨®n con forma de OVNI plateado y decorado con unos enormes aros ol¨ªmpicos se fue arremolinando la gente ¨Cfamilias enteras, grupos de amigos- a partir de las 16.00 de la tarde. Ven¨ªan con sus banderas, sus bocinas, sus colores de Rusia ¨Crojo, blanco y azul- pintados en las mejillas. Tambi¨¦n pod¨ªan verse peque?os grupos de aficionados de otros pa¨ªses, como Canad¨¢, que jugaba luego y es una de las grandes favoritas, pero era una presencia testimonial. La plaza era rusa.
Los m¨¢s afortunados ocupaban una peque?a tribuna techada frente a las tres pantallas gigantes donde pod¨ªa verse el partido. Hasta los ni?os, con sus gorros con pomp¨®n, no perd¨ªan detalle.
El aforo se qued¨® mudo cuando Finlandia ape¨® del torneo a los anfitriones en cuartos de final (3-1)
A pesar de lo fogosos que sonaban los hinchas del Bolshoy -¡°?Russiya! ?Russiya!¡±, se o¨ªa a trav¨¦s de los gigantescos altavoces- en la calle la audiencia, que fue creciendo mientras avanzaba el partido, permanec¨ªa tranquila, siguiendo solo t¨ªmidamente las instrucciones del animador o con alguna exclamaci¨®n espont¨¢nea cuando la jugada se pon¨ªa interesante. Intentando entrar en calor en un d¨ªa soleado pero fresco, tras la niebla y la lluvia de los ¨²ltimos d¨ªas. Hasta que Kovalchuk marc¨® y pareci¨® despertarles. La alegr¨ªa dur¨® solo un par de minutos, los que tard¨® Finlandia en empatar. Si hab¨ªa un ciego en la plaza no se habr¨ªa dado cuenta del gol de los azules porque ni siquiera se oyeron lamentos.
Los finlandeses metieron luego otros dos goles a los que los rusos no supieron contestar. En la calle sus aficionados perd¨ªan fuerza. Algunos emprend¨ªan la marcha a casa antes de tiempo.
En Rusia el hockey sobre hielo es un asunto muy serio. Su selecci¨®n, que la ¨²ltima vez que gan¨® un oro ol¨ªmpico lo hizo como CEI, en 1992, lleg¨® a Sochi con la presi¨®n de un pa¨ªs que les ped¨ªa el oro y solo el oro y que hab¨ªa marcado en rojo la final ol¨ªmpica del pr¨®ximo domingo.
Pero Rusia, cuyos jugadores son tratados como aut¨¦nticas estrellas del deporte y juegan en su mayor¨ªa en Estados Unidos y Canad¨¢, ha ido a trompicones hasta caer. El primer tropiezo fue con Estados Unidos, una derrota que presenci¨® en directo el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La de Finlandia ha sido a¨²n m¨¢s dolorosa. ¡°Hemos perdido nuestros Juegos Ol¨ªmpicos¡±, ha dicho de forma gr¨¢fica Ovechkin, una de las estrellas del equipo ruso tras el partido. Al final, Canad¨¢-Estados Unidos y Finlandia-Suecia conforman el cuadro de las semifinales. Pero a los rusos de la Plaza Ol¨ªmpica ya les da igual.
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