Disparate azulgrana en Anoeta

El Barcelona se perdi¨® en Anoeta cuando regresaba de una triunfal visita al Etihad de Manchester. No parece tener remedio el equipo azulgrana, camale¨®nico y discontinuo, extremista e irregular, sin t¨¦rmino medio, sorprendentemente vencido desde que pis¨® Anoeta. Afront¨® el Bar?a un encuentro de m¨¢xima exigencia como si fuera un amistoso y no le importara nada el resultado, de manera irresponsable, aturdido por un plan suicida cuando en juego est¨¢ el t¨ªtulo de Liga. Ni siquiera Messi pudo salvar al plantel barcelonista del disparate en el que le puso Martino.

Al rosarino le sali¨® una alineaci¨®n muy rara, nada sim¨¦trica, dif¨ªcil de desplegar sobre la cancha y tambi¨¦n de interpretar si se atiende a la dificultad del partido y del escenario: Song jugaba de medio centro, por delante de los centrales, sobre todo en defensa, mientras Busquets quedaba desplazado y anulado como interior derecho, un puesto reservado a Xavi, suplente con Cesc. La mezcla explot¨® en la cara del propio Bar?a: Busquets tom¨® una tarjeta amarilla nada m¨¢s comenzar, poco despu¨¦s de perder la pelota, y Song se marc¨® un gol en propia puerta a la media hora cuando acud¨ªa con Elustondo al encuentro de un bal¨®n centrado por Canales. Un saque de esquina botado en corto volvi¨® a desnudar a los azulgrana, vencidos siempre en la estrategia ¡ªsiete tantos sobre 20 ha encajado de c¨®rner este campeonato¡ª, muy desnortado en Anoeta.

Pareci¨® como si el t¨¦cnico quisiera ganar el partido solo con los delanteros y no desde el medio campo, sobre todo porque se juntaron Messi y Neymar, cosa que durante el a?o solo hab¨ªa ocurrido en Getafe y en la Copa. Justo cuando Martino hab¨ªa anunciado que se acabaron las rotaciones, y ante una semana sin ning¨²n partido de por medio, se plant¨® el Barcelona contra la Real con medio equipo distinto al de Manchester. Ning¨²n aficionado hubiera deducido por su plan que el Bar?a iba a por la victoria. A falta de elaboraci¨®n y asociaci¨®n, la versi¨®n de los tres delanteros fue un fiasco, desconectados como quedaron en cancha de la Real, muy a gusto con el ir y venir del bal¨®n, siempre m¨¢s cerca del descolocado Vald¨¦s.

Fuera de onda Neymar, solo Messi acudi¨® al rescate de su equipo por un momento despu¨¦s de apoyarse en Montoya. El argentino cruz¨® a la red el ¨²nico tiro de los azulgrana al marco de Bravo despu¨¦s de que Pedro no atinara a enganchar una exquisita llegada de Iniesta. El quinto tanto consecutivo de Messi en el campeonato pon¨ªa a salvo a un irreconocible Barcelona. Martino, sin embargo, no se dio por enterado en el descanso despu¨¦s de ser expulsado por el ¨¢rbitro y sigui¨® en las suyas el Barcelona, como si nada grave sucediera en San Sebasti¨¢n.

No se corrigieron los azulgrana, ni tampoco escarmentaron, para suerte de los donostiarras, que se pusieron las botas: sac¨® en largo Bravo, recogi¨® el cuero Vela y su centro lo emboc¨® Griezmann (2-1), y poco despu¨¦s Zurutuza emboc¨® ante Vald¨¦s un centro del propio extremo de la Real (3-1). La personalidad del equipo de Arrasate contrast¨® con el extrav¨ªo del Bar?a. Nadie identificaba en la figura de Pautasso al ayudante de Martino. Imposible encontrar una versi¨®n azulgrana m¨¢s alejada de la natural que la ofrecida en Anoeta. Ning¨²n espectador supo a qu¨¦ jugaba el Bar?a.

Una hora tardaron en rectificar los t¨¦cnicos del Barcelona. Cesc sali¨® por Song mientras el partido continuaba demandando la presencia de Xavi, desconcertado y malhumorado, incapaz de descifrar qu¨¦ pasaba por la cabeza de Martino. Ante tanto desorden, el encuentro demandaba la pausa y la cabeza, no el intercambio de golpes que aceptaba el Barcelona ante el aplauso de la Real. Los blanquiazules completaron una actuaci¨®n coral espl¨¦ndida, rematada por sus dos delanteros, dos balines que ridiculizaron el sistema defensivo del Barcelona.

Los barcelonistas ni siquiera agotaron los cambios, en la l¨ªnea de sumisi¨®n de la salida, tan resignados como sobrepasados por la Real, que se tom¨® la revancha de la Copa y mantuvo la tradici¨®n de la Liga: no hay manera de que el Barcelona gane en Anoeta. Esta vez perdi¨® el liderato en una actuaci¨®n inocua e indolente, bochornosa, y, por otra parte, inesperada si se atiende a la reacci¨®n de Sevilla. Aunque quiso jugar como en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, le sali¨® un partido del rev¨¦s en Anoeta.

Martino se entreg¨® a sus delanteros a costa de prescindir de sus volantes y los azulgrana volvieron a caer ante un rival de la clase media, como ya pas¨® con el Athletic y Valencia. La convencionalidad, expresada en la alineaci¨®n de Messi-Neymar, no funciona en el Bar?a, un equipo que edific¨® su leyenda a partir de un estilo defendido por sus centrocampistas, y especialmente por sus volantes, no por un falso doble pivote expresado en Song-Busquets. Jam¨¢s hab¨ªa encajado el Bar?a tres goles en campo contrario en esta Liga. Incluso pudo tomar alguno m¨¢s porque se entreg¨® a partir de la alineaci¨®n, no reaccion¨® en el campo ni en el banquillo y, paralizado, rindi¨® el liderato al Madrid despu¨¦s de aplaudir el paseo de la Real Sociedad.