La dulce anestesia del Rivas

"Dentro Niqui", observ¨® Clara Bermejo al pisar el parqu¨¦, "m¨¦tete dentro". Hace nueve d¨ªas que cumpli¨® 31 a?os, y hace seis que porta la misma camiseta de color rojo, la de su Rivas Ec¨®polis. La capitana, sabedora de la trascendencia y el eco medi¨¢tico que aporta una Copa de la Reina para el baloncesto femenino, se ech¨®, otra vez, el equipo a la espalda para estrujar al Beroil Ciudad de Burgos y disolver las dudas, esas que perfumaban el pabell¨®n Jorge Garbajosa de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid) al final del primer cuarto. Pero no. Bermejo, de alguna manera, adormeci¨® a su paciente, el Burgos, y llev¨® el partido a una distancia c¨®moda, la m¨ªtica barrera psicol¨®gica de los 10 puntos, por si a las burgalesas se les ocurr¨ªa dar la campanada.

Bermejo, que afronta su octava participaci¨®n en este torneo, comenz¨® el choque desde el banquillo y, con solo 6 puntos, dirigi¨® la batuta ripense con el aplomo y la templanza que atesora el ser la jugadora que m¨¢s veces ha vestido esta camiseta. Huy¨® del banquillo tres minutos antes de terminar el primer cuarto, porque lo quiso su jefe, Jos¨¦ Ignacio Hern¨¢ndez, al que conoce muy bien, pues juntos formaron parte de la plantilla del Perfumer¨ªas Avenida de Salamanca en 2005. "As¨ª, s¨ª", volvi¨® a observar durante otro momento del encuentro, "?Lo ves Niqui? Tenemos que estar m¨¢s encima, m¨¢s encima". A la estrella c¨¢ntabra de Rivas, Laura Nichols, Niqui , de 24 a?os, le cost¨® entrar en el partido, por eso Bermejo trataba de motivarla se?alando su lugar, la zona. "Ah¨ª, ah¨ª", insist¨ªa. Y Niqui, con su 1,90 metros de altura, se fue a casa con 11 rebotes en el bolsillo. Quiz¨¢, al principio, el mal momento econ¨®mico que atraviesa el club, o qui¨¦n sabe si alguien en la grada, la distrajo, pues, cada cierto tiempo, miraba a su afici¨®n con el rabillo del ojo buscando alguna explicaci¨®n a sus fallos. Y mientras, la capitana, volv¨ªa con su retah¨ªla: "Venga va, va", insist¨ªa Bermejo tras enchufar un triple y levantar los brazos en alto.

"Estamos, estamos", se dijo tras irse al t¨²nel de vestuarios con una ventaja de once puntos. Regresaron las burgalesas al tercer tiempo con los c¨¢nticos de la afici¨®n salmantina. La del Perfumer¨ªas Avenida. Esa que siempre est¨¢ hasta cuando no se necesita. Y, mientras rug¨ªa un "Buuuurgos, Buuuurgos", el partido se fue. Se termin¨®. Bermejo regres¨® al banquillo tras haber hecho su trabajo. Pitaron los colegiados y ella, minutos despu¨¦s, mir¨® a su madre, que estaba en la grada. "Luego te llamo", insist¨ªa con el gesto que Ronaldinho hac¨ªa con sus manos en la oreja. Antes, por orden de su jefe, se fue a por sus compa?eras para ir a saludar a su afici¨®n. Ella, sin embargo, se fue a por Laura Gil, que se rompi¨® el ligamento cruzado en enero y vio el partido desde el banco con muletas. "Un bote, dos botes", le dijo sonriendo tras vencer a Burgos por 13 puntos. Y juntas, quien sabe si pensando en la final de ma?ana frente al Perfumer¨ªas Avenida (17.00, Teledeporte) se marcharon por el azulado t¨²nel de vestuarios.