Messi y Neymar no se encuentran

La conjunci¨®n entre Messi y Neymar se anunciaba como demoledora y el carril de la banda izquierda invitaba a frotarse las manos en el Bar?a. A la hora de la verdad, juntar a Jordi Alba, Iniesta y a la mariposa del Santos no ha funcionado y sumar a Messi con Neymar, a¨²n menos. Ni las sensaciones ni la estad¨ªstica justifican las expectativas porque apenas han coincidido ocho veces en el equipo titular y solo han terminado tres de los partidos que comenzaron juntos.

Neymar se ha juntado poco con Messi y el plan previsto en el flanco cay¨® como quien sopla un castillo de naipes: Alba se ha roto muscularmente como el cristal, las apariciones de Iniesta han sido intermitentes, aunque ¨²ltimamente decisivas; y a Neymar se le sigue esperando como punta de la banda y socio de Messi, con el que ha cuajado tan poco que solamente se les recuerda un partido en el que hayan sido decisivos este a?o partiendo desde el inicio: en el Camp Nou contra el Madrid, cuando el brasile?o logr¨® el primer gol; en el club lo justifican atendiendo al parte m¨¦dico.

El caso es que Neymar no ha congeniado en la cancha con Messi m¨¢s all¨¢ de que ambos hayan ca¨ªdo lesionados. Se dio por hecho que con la sola presencia de las figuras en el campo bastaba y resulta que todo es m¨¢s complicado de lo que se cre¨ªan en los despachos. Juntarles requiere trabajo y voluntad porque un equipo no se construye sobre el papel, ni en la pizarra, sino sobre el cuajo del trabajo diario y especialmente, al comparecer en el c¨¦sped durante los partidos, donde el algod¨®n no enga?a. Llegada la hora de la verdad, con la imaginaci¨®n no basta y el resultado ha sido decepcionante, por lo menos hasta el momento: No se han cubierto las expectativas.

Introducido poco a poco, Neymar funcion¨® bien al inicio de temporada como parte del coro. Parec¨ªa asumir su condici¨®n de acompa?ante y estaba especialmente interesado en comprender las claves del juego posicional, el cu¨¢ndo y el c¨®mo, el momento del pase y la llegada al remate. Pero ante la exigencia, sucumbi¨® al ser invitado a comparecer como solista al lesionarse Messi. Luego, el que se lesion¨® fue ¨¦l, y si al inicio del curso el que tuvo problemas extradeportivos fue Messi ahora en el reencuentro, es Neymar.

Neymar y Messi, al juntarse, no han compartido lienzo. Uno ha dejado pinceladas y el otro ha mantenido su jerarqu¨ªa. Messi ha visto a su lado a Neymar en ocho partidos desde el inicio ¡ªen el Camp Nou, ante el Sevilla, Real Sociedad, Real Madrid y Espanyol; y fuera, contra el Valencia, Rayo, Betis y Real Sociedad¡ª. En todos, Neymar vio cinco cartulinas amarillas y Messi, ninguna. Se les computan goles cuando han coincidido en la cancha: cinco de Messi ¡ªtres contra el Valencia en Mestalla¡ª y tres del brasile?o M¨¢s all¨¢ de ello, Neymar no ha recibido ninguna asistencia de gol del argentino en lo que va de Liga y el argentino ha disfrutado de tres, todas en el mes de septiembre. Entonces, todo parec¨ªa encarrilado, pero result¨® un espejismo. En lo que va de temporada, Messi le ha dado 41 pases a Neymar y este, s¨®lo 27 a la Pulga.

La ecuaci¨®n no cuadra y el equipo da bandazos cuando se afronta la parte decisiva de la temporada. Messi marc¨® el gol de Anoeta. Neymar, por contra, acus¨® una fuerte entrada al inicio del partido, tuvo que cambiarse las botas y regres¨® renqueante a Barcelona. La actuaci¨®n del brasile?o nada tuvo que ver con su buena salida en Manchester cuando combin¨® con Alves en la jugada d el 0-2.