El Nanga Parbat se aleja
Un inesperado viento de 70 kil¨®metros por hora ahuyenta a David G?ettler y Tomasz Mackiewicz de la monta?a y frustra el ataque a su cima
![El frío también se cuela en la tienda mientras Göettler y Mackiewicz descansan.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/V3VIWOPSMUUE72GTGI5W2OLBNY.jpg?auth=8ea54cb7e19f6054c2b56b95bbfa3a833acf995dac6e9944f375a1ffeefa90d0&width=414)
La cordillera asi¨¢tica del Karakoram desprecia los partes meteorol¨®gicos m¨¢s fiables, para desgracia del austriaco David G?ettler y del polaco Tomasz Mackiewicz: ayer se acostaron a 7.000 metros de altura sin apenas viento, so?ando con lanzar de madrugada un ataque a la cima del Nanga Parbat, la monta?a paquistan¨ª de 8.125m que intentan coronar por primera vez en invierno. A las cuatro de la pasada madrugada (hora local), la radio crepit¨® en el campo base con los juramentos de G?ettler: ¡°El viento ronda los 70 kil¨®metros por hora y el fr¨ªo es terrible¡±. Ambos alpinistas sab¨ªan ya que no habr¨ªa cima, pero pese a ello salieron de la tienda con la idea de dejar un dep¨®sito de material a 7.500 metros y explorar la parte desconocida de la v¨ªa para comprobar en qu¨¦ condiciones se encuentra ¨¦sta.
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/APAD2CZAMAWMAJDPDHNZRPNHLM.jpg?auth=a5486526572b937015e88fb47951d226bbc2afcf6373f5f4accf2671634911dc&width=414)
Atacar la cima desde la cota de los 7.000 metros se antoja una tarea desproporcionada, especialmente pensando en el largo descenso: cualquier intento precisa un campo de altura superior, al menos a 7.500 metros, un lugar en el que espere una tienda, un saco y un infiernillo para derretir nieve. Pero David G?ettler y Tomasz Mackiewicz no han llegado a semejante cota.
Salimos hacia arriba, lo hicimos lo mejor que pudimos y lo intentamos con fuerza, pero hac¨ªa demasiado viento, demasiado fr¨ªo y era demasiado peligroso David G?ettler
¡°Salimos hacia arriba, lo hicimos lo mejor que pudimos y lo intentamos con fuerza, pero hac¨ªa demasiado viento, demasiado fr¨ªo y era demasiado peligroso¡±, explic¨® G?ettler al regresar al campo 4. ¡°Lo s¨¦, bajad r¨¢pido¡±, les anim¨® el italiano Simone Moro, enfermo a¨²n en el campo base, a donde debi¨® trasladarse tras pasar una noche de perros vomitando en el campo 2 (6.100 m).
All¨ª, en el campo base, el tercer integrante de la expedici¨®n, Emilio Previtali, analizaba as¨ª la situaci¨®n: ¡°Ten¨ªan claro ya que las condiciones no permit¨ªan intentar alcanzar la cima hoy [por ayer] a pesar de encontrarse a 7.000 metros. Demasiado lejos. Imposible¡±, explic¨®. ¡°Solo ten¨ªan dos opciones esta ma?ana: seguir ascendiendo y situar un C5 a unos 7.500 metros y ma?ana domingo hacer un intento a cumbre, o renunciar¡±, prosigui¨®. ¡°David y Tomasz han analizado sus sentimientos utilizando su experiencia tras analizar toda la informaci¨®n que tienen, confrontar sus sentimientos y mirarse a los ojos. Tienen que decidir si hay una posibilidad razonable de intentar alcanzar la cima o si los riesgos a afrontar, el riesgo de congelaci¨®n, la fatiga y el mal tiempo son aceptables¡±, describi¨®. ¡°Hacer alpinismo y hacerlo con cabeza, con sentido com¨²n, significa siempre analizar y considerar los riesgos, debatir, procesar continuamente la informaci¨®n, decidir si los riesgos son aceptables, controlables o no. Cuando el riesgo se vuelve ingobernable cruzas una l¨ªnea que supone un error. Ser¨ªa una inconsciencia¡±.
![Trazado de la ruta Schell.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7RAXU4G7QT2466MX7SUFN7NCYQ.jpg?auth=c2e09065c9ddb90ec865f1f1b0dba6bdf0e3186eab1b6fc61ca91aadfd31d162&width=414)
Moro explic¨® ayer que Mackiewicz es algo m¨¢s lento que G?etller, lo que hubiera obligado a este ¨²ltimo a abrir la huella para asegurar la velocidad de la cordada: ¡°Demasiado para un hombre solo¡±, vaticin¨® el italiano.
Ahora, ambos equipos deben decidir si tienen fuerzas como para aguantar tres semanas m¨¢s al pie de la monta?a esperando el milagro del buen tiempo.
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