Mi desconfianza hacia los Pacers
Esta es mi 21? columna de esta temporada de la NBA. Tambi¨¦n ser¨¢ la primera que haya escrito sobre los Pacers de Indiana.
Si este fuese un a?o normal, la noticia no resultar¨ªa tan sorprendente. Los Pacers de Indiana son la versi¨®n en la NBA de los irlandeses. Si se fuesen, los echar¨ªamos de menos, pero el mundo seguir¨ªa girando.
Pero este no es un a?o normal. Dependiendo del d¨ªa, los Pacers est¨¢n obteniendo el primero o el segundo mejor resultado de la NBA. Algunos (incluido yo) piensan que tienen una oportunidad leg¨ªtima de ganar un campeonato de la NBA en junio, o en julio, o en Navidad, cuando quiera que se celebren las finales. El equipo es equilibrado, tiene una genuina estrella (Paul George) y lo entrena un hombre que, al parecer, es capaz de deletrear y recordar los nombres de sus jugadores.
Una pregunta que viene a la mente en relaci¨®n con los Pacers es la siguiente: ?c¨®mo ha ocurrido? La pregunta es relativamente f¨¢cil de responder, sobre todo si se examina la clasificaci¨®n de la Conferencia Este. Los Pacers despliegan la mejor defensa de la NBA, concediendo tan solo 91,3 puntos por partido. Su ¨²nico rival en destreza defensiva son los Bulls de Chicago, que conceden 92,3 puntos por partido. La diferencia entre los Pacers y los Bulls es que ver a los Pacers en ataque no se parece a ver a alguien montando muebles de Ikea, que es lo que pasa con los Bulls.
Pero una pregunta m¨¢s interesante, creo, es por qu¨¦ los Pacers no forman parte de m¨¢s conversaciones sobre la NBA. Seguro que la cuesti¨®n de la defensa puede tener algo que ver con la tendencia del aficionado medio de la NBA a ignorar a los Pacers; en general, la defensa no es algo que a la gente le guste mirar. Pero me parece que interviene algo m¨¢s. Creo que nuestro desinter¨¦s colectivo por los Pacers tiene que ver con la confianza. O, mejor dicho, con la falta de confianza.
S¨ª, ahora son buenos. ?Qu¨¦ narices!, tambi¨¦n lo eran el a?o pasado. Pero, ?estamos seguros de que lo seguir¨¢n siendo?
Pongamos que eres es un hombre de mundo. Conoces a una hermosa joven y sal¨ªs juntos unas cuantas veces. Pero entonces ella cancela una cita para cenar 60 minutos antes de la hora en que hab¨ªais quedado en el restaurante, y toda la relaci¨®n salta en pedazos. Ahora, imaginemos que sales con otra mujer. Parece que las cosas van bien. Pero la vez anterior tambi¨¦n lo parec¨ªa. ?C¨®mo puedes estar seguro de que esta chica s¨ª que se presentar¨¢ a la cena que tienes planeada para ma?ana por la noche?
Eso es lo que pasa con los Pacers. S¨ª, ahora son buenos. ?Qu¨¦ narices!, tambi¨¦n lo eran el a?o pasado. Pero, ?estamos seguros de que lo seguir¨¢n siendo? ?Qu¨¦ pasa si vuelven a cancelar la cena? Y no digamos ya los planes de present¨¢rsela a tus padres.
Puede que los Pacers de Indiana sean el mejor equipo de baloncesto profesional de este a?o. Pero en los deportes profesionales hay que ser bueno muchos a?os seguidos antes de que los aficionados empiecen a confiar en ti. Esa es la raz¨®n por la cual la gente no habla tanto de los Pacers como de los Heat de Miami.
O eso, o es que esta temporada de la NBA he sido demasiado perezoso a la hora de escribir mi columna.
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