Dolgopolov frena a Nadal
El ucranio gana 6-3, 3-6 y 7-6 al espa?ol, que desaprovecha un 4-2 en la muerte s¨²bita y cae por primera vez desde 2004 antes de semifinales
Rafael Nadal perdi¨® en tercera ronda del Master 1000 de Indian Wells contra el ucranio Aleksander Dolgopolov (3-6, 6-3 y 6-7). El n¨²mero uno mundial, que defend¨ªa el t¨ªtulo, casi salv¨® con el coraz¨®n lo que no le ayudaba a ganar la raqueta: rompi¨® el saque de The Dog cuando este serv¨ªa por el duelo (5-3) y se adelant¨® por dos veces en la muerte s¨²bita decisiva, en la que lleg¨® a mandar por 4-2 y saque. El encuentro, sin embargo, era ya un barullo incontrolable, un verso libre sin due?o, porque as¨ª hab¨ªa nacido el duelo desde el principio. Cuando el espa?ol tuvo la oportunidad de coger el partido por la pechera y llev¨¢rselo al terreno de los guiones conocidos volvi¨® a evidenciar que su saque ha quedado da?ado por las dudas que tiene desde que la espalda se le qued¨® clavada en la final del Abierto de Australia. Rompi¨® los dos primeros servicios de Dolgopolov en el encuentro, pero como entreg¨® tres de los cuatro primeros suyos, cedi¨® el parcial inaugural y vio c¨®mo el pulso de tercera ronda se convert¨ªa en un tiovivo ingobernable. El terreno preferido del n¨²mero 31 del mundo, que no le hab¨ªa ganado en los cinco precedentes y jugar¨¢ ahora con el italiano Fognini.
Abandon¨® la pista meditabundo, pensando quiz¨¢ en si jugar¨¢ en en Miami o si se entrenar¨¢ ya para la gira de arcilla europea
Nadal, que desde 2004 no perd¨ªa antes de semifinales en Indian Wells, abandon¨® la pista subido a un carro de golf y con la cabeza entre las manos. Meditabundo. Quiz¨¢s pensando en si disputar¨¢ el pr¨®ximo Master 1000, en Miami, o si se entrenar¨¢ ya para la gira de arcilla europea, fundamental en su calendario. Tras un espectacular comienzo de temporada (t¨ªtulo en Doha y final en Melbourne), acompa?ado adem¨¢s por su ¨¦xito en el torneo de R¨ªo, el mallorqu¨ªn afronta ahora las consecuencias de la derrota en California, su torneo preferido sobre cemento, en el que jug¨® pensando tanto en la espalda como en los rivales. Esto pas¨® contra Dolgopolov.
El campe¨®n de 13 grandes fue de menos a m¨¢s. Lejos de su mejor versi¨®n, su evoluci¨®n en el encuentro fue positiva. Tras batir su r¨¦cord de dobles faltas en un partido a tres sets (8) en la ronda previa, el n¨²mero uno se fue con un solo fallo en el casillero y mejorando el servicio seg¨²n avanzaba el partido. Del 11% de puntos ganados con el segundo saque en la primera manga, cifra que imposibilita a cualquiera optar al triunfo, pas¨® a registros m¨¢s habituales y empez¨® a pelear el encuentro. Sobrado de garra y coraz¨®n, le faltaron frescura en los movimientos y filo en el drive. Igual que si los problemas en el saque hubieran actuado como un virus que infectara su juego, se resinti¨® el general de su propuesta. Eso, y no los brillos de Dolgopolov, explic¨® la derrota.
Nadal jug¨® corto. Su pelota, que frecuentemente pic¨® en el cuadro de saque, se convirti¨® en una invitaci¨®n a los ataques del ucranio. El n¨²mero 31, un jugador poco fiable, que mezcla aciertos extraordinarios con borrones may¨²sculos, hizo honor a su fama. Atiz¨® con su rev¨¦s cruzado el drive de Nadal e intent¨® maximizar la poca ligereza de los movimientos del campe¨®n de 13 grandes.
El juego del campe¨®n espa?ol est¨¢ agarrotado, como si compitiera sin saberlo con el freno de mano echado
Obligado a remontar por segundo partido seguido, el n¨²mero uno solo necesit¨® ponerle un poco de solidez al juego para volver al encuentro. En un visto y no visto, apenas media hora, Nadal hab¨ªa igualado el duelo y lo ten¨ªa en la tercera manga gracias a que hab¨ªa controlado sus errores. El pulso, en cualquier caso, ya era un correcalles. Lo vio Pau Gasol desde la grada. Dolgopolov sac¨® por la victoria (5-3). Nadal le rompi¨® en blanco. El encuentro lleg¨® al tie-break. El marcador anunci¨® otra remontada del tenista con siete vidas (4-2 y saque del espa?ol), pero esta vez se rompi¨® el hechizo. Dolgopolov levant¨® los brazos.
Mientras busca respuestas para los interrogantes que rodean a su espalda, Nadal tiene dos certezas. Su juego est¨¢ agarrotado, como si compitiera sin saberlo con el freno de mano echado (17 ganadores, 23 errores no forzados), pero la pasi¨®n, el af¨¢n de lucha y el esp¨ªritu irreductible siguen presentes. Esos valores, como tantas otras veces que tuvo problemas, ser¨¢n el punto de partida desde el que ande el camino para intentar reencontrar el juego.
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