Morata sufre, Cristiano pega
El canterano se muestra ansioso pese a marcar un gol y el delantero portugu¨¦s sigue empe?ado en batir r¨¦cords
Irrelevante para la competici¨®n, el partido del Madrid ante el Schalke se prest¨® a las exhibiciones. Atento a satisfacer sensibilidades, el entrenador Carlo Ancelotti salpic¨® la alineaci¨®n de j¨®venes, mezcl¨¢ndolos con veteranos, para que se lucieran y agradaran al ojo del hincha y del palco. Varane, Isco, Nacho, Jes¨¦, Morata, y en la segunda parte Casemiro y Carvajal, son un ramillete de muchachos con un denominador com¨²n. El presidente, Florentino P¨¦rez, lleva a gala su patrocinio. Lo hace desde el verano, cuando mir¨® la Eurocopa sub-21 de Israel y se entusiasm¨® ante la idea de espa?olizar y rejuvenecer la primera plantilla.
Morata, el nueve del Castilla, goleador de la selecci¨®n sub-21, se convirti¨® en el sustituto natural de Benzema en el nuevo proyecto. Pero el correr de los meses, la competencia extremada, la mala fortuna ante el gol, y la aparici¨®n rutilante de Jes¨¦, postergaron su asentamiento.Ancelotti le concedi¨® el partido contra el Schalke para que se reivindicara. Sin embargo, los primeros minutos le reservaron situaciones desagradables. El hombre parec¨ªa ansioso, se precipitaba, quer¨ªa destacar, quer¨ªa demostrar su condici¨®n de futbolista resolutivo. Bale lo asisti¨® con un toque de exterior dej¨¢ndole mano a mano con el portero, pero envi¨® el tiro fuera. M¨¢s tarde, F?hrmann le sac¨® el remate en otro mano a mano. En la segunda mitad, H?wedes le hizo un penalti que el ¨¢rbitro no se?al¨®.
Morata viv¨ªa un suplicio particular en medio de la indiferencia general del p¨²blico, medio aburrido ante el devenir de un partido sin consecuencias. La gente se alborot¨® con Cristiano, empe?ado en batir r¨¦cords. El portugu¨¦s quiere superar la marca de 14 tantos en una temporada de Champions, que hasta ahora ostentaban Altafini, Messi y Van Nistelrooy. Ayer, meti¨® dos y estrell¨® dos balones en los palos: total, 13 goles en lo que va de temporada en Europa. La marca a punto de caer.
Morata suspir¨® aliviado transcurrida una hora del encuentro. Cristiano revent¨® un tiro contra el travesa?o, el rebote fue a dar a Bale, y el gal¨¦s desvi¨® el bal¨®n con mucha clase, a un toque, dej¨¢ndoselo a Morata. Solo, a puerta vac¨ªa, el canterano envi¨® el disparo a la red. Acudieron todos sus compa?eros a celebrarlo con ¨¦l. Le felicitaron con efusi¨®n mientras el agasajado meneaba la cabeza contrariado. Como esos padres inexpertos que esperan el nacimiento inminente del primog¨¦nito recorriendo ansiosos el pasillo de la cl¨ªnica. Estaba ausente. El deber cumplido no compens¨® el mal rato sufrido.
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