El Atl¨¦tico maneja los tiempos

Se dej¨® ir una hora. Golpe¨® justo despu¨¦s de que el Betis se disparara por en¨¦sima vez en un pie. El equipo andaluz se hab¨ªa quedado en inferioridad por una acci¨®n infantil de Braian y el Atl¨¦tico aprovech¨® a la perfecci¨®n su momento. La fruta acab¨® cayendo por su propio peso, con un disparo espectacular de Gabi que super¨® a Ad¨¢n y le mostr¨® al Villamar¨ªn la verdad del f¨²tbol. El caos que es su equipo, la m¨¢quina de ganar en la que se ha convertido el Atl¨¦tico, que derrot¨® al Betis sin despeinarse, agradeciendo los regalos de un rival digno, pero sin capacidad para competir, arrinconado en los avernos de la clasificaci¨®n y deprimido por la eliminaci¨®n europea ante el Sevilla.

Fue c¨®modo para el Atl¨¦tico, que, no obstante, pudo sentenciar el partido mucho antes. Incluso corri¨® sus riesgos, con un disparo de Juan Carlos al palo nada m¨¢s comenzar la segunda parte que pudo complicarle el encuentro. Nada de eso ocurri¨®. El Betis le se?al¨® el camino de salida a cualquier atolladero. En concreto su delantero Braian, que fue titular porque Calder¨®n dej¨® en el banquillo a su mejor hombre, Rub¨¦n Castro. El uruguayo vio la segunda amarilla por mano y fue expulsado. As¨ª de f¨¢cil le fue por Sevilla al Atl¨¦tico, una parada de lo m¨¢s apetecible para la voracidad del cuadro de Simeone.

Con plomo en las piernas y destrozado an¨ªmicamente tras la masacre europea, el Betis esperaba un diluvio. Se encontr¨® apenas con una llovizna, un dominio efectivo y poco firme del Atl¨¦tico, seguro atr¨¢s, pero con ese aire r¨¢cano que le suele acompa?ar en la mayor¨ªa de los encuentros. Realmente, el equipo madrile?o juega as¨ª, ordenado, ocupando muy bien los espacios en espera de un latigazo de Diego Costa. Un control de los encuentros, que, sin embargo, le vino bien al Betis, acostumbrado a que los rivales se le tiren al cuello olfateando su debilidad.

El gol de Gabi mostr¨® la verdad: el caos b¨¦tico y la m¨¢quina rojiblanca

No obstante, el cuadro andaluz ha mejorado algo en las ¨²ltimas semanas, mostrando un cierto nivel competitivo, impensable hace tan solo dos meses, cuando fue un cad¨¢ver en la visita del Madrid o un manojo de nervios ante el Athletic. El plan del Betis era simple. Esperar y esperar, dejar pasar los minutos en busca de una oportunidad y so?ar con tres puntos para alcanzar ese para¨ªso que ser¨ªa la permanencia. Ante el colista, del que le separa un mundo, el Atl¨¦tico solo fue aspirante al t¨ªtulo en defensa y organizaci¨®n, mucho menos fuerte cuando jugadores de la talla de Koke o Arda apenas se dejaron ver. Ante un mu?eco roto, el Atl¨¦tico opt¨® por dejar pasar los minutos en espera de la oportunidad, en forma de error andaluz o de genialidad de Diego Costa. Seguramente el Atl¨¦tico no tiene la calidad y capacidad del Barcelona o Madrid para desmontar defensas bien organizadas. Con todas sus limitaciones y a pesar de la lesi¨®n de Amaya o la falta de frescura de muchos de sus componentes, el Betis se plant¨® bien delante de Ad¨¢n, con N¡¯Diaye barriendo para su equipo todo bal¨®n suelto.

A falta de ese pizca de imaginaci¨®n con la que desmontar la barricada andaluza, el Atl¨¦tico s¨ª anot¨® un gol legal. A los 23 minutos, Diego Costa remat¨® de f¨¢bula dentro del ¨¢rea para hacer un tanto que fue invalidado por un inexistente fuera de juego. El error arbitral no se puede controlar desde el laboratorio de Simeone. Tampoco que Costa, haga lo que haga, sea culpable o inocente, lleve a las gradas al paroxismo. Su duelo con Paulao son¨® a venganza de la temporada pasada. El b¨¦tico crey¨® que Costa le hab¨ªa empujado contra la valla de publicidad y enloqueci¨®. A la jugada siguiente mereci¨® la expulsi¨®n por un plantillazo monumental en el muslo del nuevo internacional. Curiosamente, la gresca le vino bien al Betis, capaz de llegar al descanso sin recibir un gol, viviendo del error del juez de l¨ªnea y de su orden defensivo, sorprendido por plantar cara a un todo un aspirante al t¨ªtulo.

Con la victoria, los de Simeone mandaron un mensaje de resistencia al RealMadrid y al Barcelona

El partido tuvo una acci¨®n clave, la ¨²nica de peligro en verdiblanco. Juan Carlos envi¨® el bal¨®n al palo para asustar al Atl¨¦tico, quien decidi¨® que ya estaba bien de jugar andando. Enfadados, los de Simeone dieron un paso adelante. Lleg¨® la expulsi¨®n de Braian y el disparo de Gabi. Seco, de dentro hacia fuera. Un golazo fuera del alcance de Ad¨¢n, de lo poquito digno que tiene el Betis. El derechazo de Gabi acab¨® con el encuentro y silenci¨® al Villamar¨ªn, que decidi¨® tomarla con el ¨¢rbitro. De paso, mand¨® un nuevo mensaje a los grandes. Oculto en su trabajo y en su pegada, el Atl¨¦tico resiste y quiere seguir peleando por la Liga. Tras el gol de Costa, adem¨¢s, el Atl¨¦tico tuvo ya piedad con este Betis que tiene pinta de Segunda y que complet¨® una de las semanas m¨¢s duras de su historia tras la debacle ante el Sevilla.