El enemigo de mi enemigo es mi amigo
"El ¨¦xito hace que la gente te odie." Marilyn Monroe
Los ocho equipos que quedan en la Liga de Campeones acaparan la fidelidad de un alto porcentaje de la afici¨®n mundial. Pero los que no somos ni del Manchester United, ni del Chelsea, ni del Real Madrid, ni del Barcelona, ni del Atl¨¦tico de Madrid, ni del Paris St. Germain, ni del Borussia Dortmund, ni del Bayern de M¨²nich tenemos un problema. ?Qu¨¦ hacer para darle emoci¨®n a los partidos restantes en la m¨¢xima competici¨®n de futbol del mundo de aqu¨ª a la final en Lisboa el 24 de mayo?
A continuaci¨®n, algunas posibilidades.
La primera, y seguramente la mejor, es lograr que si no nos importa qui¨¦n gane, nos importe qui¨¦n pierda. Esta opci¨®n es, adem¨¢s, bonita porque nos permite meternos en la piel del aficionado de un equipo por el que habitualmente sentimos poco inter¨¦s. Es decir, alimenta la empat¨ªa, y esto es bueno porque cuanta m¨¢s empat¨ªa en el mundo, menos guerras.
Por ejemplo, hay muchos ingleses que le siguen teniendo man¨ªa a los alemanes aunque hayan pasado 69 a?os desde el suicidio de Adolf Hitler. Pero aquellos que son aficionados del Manchester City ser¨¢n tan alemanes como los alemanes, o m¨¢s, cuando el Bayern de M¨²nich se enfrente al Manchester United. Su deseo de que el equipo de Pep Guardiola le d¨¦ una paliza al detestado vecino ser¨¢ igual de intenso que el de cualquier fan¨¢tico muniqu¨¦s.
Otro ejemplo: hay ingleses, espa?oles y muchos m¨¢s que no soportan a los franceses, especialmente a los parisinos. Pero hay bastantes que soportan a Jos¨¦ Mourinho a¨²n menos. Es una pena que existan en el f¨²tbol estos odios ad hominem. Pero, reconozc¨¢moslo, son muchos los que carecen del sentido del humor necesario para evitar que el entrenador del Chelsea les provoque indignaci¨®n. Entonces, cuando el Chelsea juegue contra el Paris St. Germain, algunos que habitualmente se nutren del prejuicio antifranc¨¦s se volcar¨¢n con el equipo de la Par¨ªs. Sentir¨¢n en carne propia lo que es ser parisinos, lo cual representar¨¢ un paso adelante para los que deseamos la paz y el amor entre los pueblos.
Para el entendimiento mutuo y la unidad nacional ser¨ªa mejor que los madridistas hicieran causa com¨²n con el Bar?a contra el Atleti pero la triste verdad es que, en el mundo real, eso es demasiado pedir.
El caso concreto espa?ol ofrece interesantes posibilidades. No tanto por el Real Madrid-Borussia Dortmund (que entre otras cosas deber¨ªa ser un chollo para Cristiano Ronaldo y compa?¨ªa) como por el Barcelona-Atl¨¦tico de Madrid. ?C¨®mo se posicionar¨¢n los aficionados del Real Madrid frente a este choque? No tengamos la m¨¢s m¨ªnima duda. Durante el transcurso de los dos partidos se suspender¨¢ el ancestral conflicto fratricida madrile?o y la gran mayor¨ªa de los blancos se conviertan en colchoneros, unidos en enemistad contra el gran club catal¨¢n.
Para el entendimiento mutuo y la unidad nacional ser¨ªa mejor que los madridistas hicieran causa com¨²n con el Bar?a contra el Atleti pero la triste verdad es que, en el mundo real, eso es demasiado pedir.
Ahora, habr¨¢ neutrales, gente de cabeza fr¨ªa, que ni odia, ni ama a ningunos de los equipos, o naciones, o individuos que a¨²n participan en la Champions. ?Qu¨¦ hacer para que ellos tambi¨¦n puedan entretenerse en lo que queda de competici¨®n? Una posibilidad es que intenten formar parte de aquel sector a¨²n m¨¢s peculiar de la poblaci¨®n futbolera que disfruta del f¨²tbol meramente como espect¨¢culo, sin ninguna pasi¨®n primitiva de por medio. S¨ª, es curioso pero cierto: hay gente a la que le gusta el f¨²tbol por el f¨²tbol, que de manera desinteresada se deleita escrutando los movimientos y las t¨¢cticas de los equipos, como si fuera ajedrez. Pero se trata de una raza aparte, de seres superiores ascendidos a un punto de evoluci¨®n que al resto de la especie nos pilla muy lejos.
Queda una ¨²ltima opci¨®n para los que temen que no le van a ver ninguna gracia a los partidos restantes en la Liga de Campeones. Jugarse dinero. Apostar, por ejemplo, a que el Atl¨¦tico de Madrid vaya a ganar la competici¨®n. Los que llevan las casas de apuestas parecen haber hecho mal los c¨¢lculos. Si el Atleti gana, por cada euro que uno pone le devuelven 20. El que se atreva a apostar 50 euros a favor del equipo revelaci¨®n del a?o puede llegar a vivir la Champions, aunque toda la vida haya despreciado el f¨²tbol, con sincera emoci¨®n.
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