Messi es Di St¨¦fano
Messi aspira a ser para el Madrid el mismo martillo que fue Di St¨¦fano para el Barcelona. El delantero protagoniz¨® anoche una espectacular actuaci¨®n en el Bernab¨¦u. El argentino fue el hilo conductor de un cl¨¢sico vibrante, m¨¢s propio de la Copa de Europa, por cambiante, divertido, card¨ªaco, repleto de goles y de pol¨¦micas decisiones arbitrales, acorde con la trascendencia de la jornada, decisiva para mantener viva la Liga. Al Bar?a de Messi le van los partidos exigentes, aquellos en que se discute su jerarqu¨ªa, y le sobran las jornadas de entretiempo, las visitas a campos como Zorrilla. No hay nada m¨¢s reparador para el barcelonismo que una victoria en Chamart¨ªn o una ronda contra el City.
Necesita emociones fuertes para enfrentarse a los rivales como el Madrid. No pas¨® desapercibido en el vestuario del Camp Nou que los muchachos de Ancelotti aspiraban a devolver las tundas encajadas ante el Bar?a. No supo jugar el Madrid desde la excitaci¨®n ni desde la serenidad, abatido por el arrebato de Messi y el juego de Iniesta. Apenas hubo noticias del Bal¨®n de Oro. Cristiano se venci¨® como uno m¨¢s de su equipo, regular y fuerte con los d¨¦biles y apocado todav¨ªa contra los mejores, incapaz de expresar su liderazgo, ahora en manos del Atl¨¦tico.
Al Bar?a de La Pulga le van los partidos en que se discute su jerarqu¨ªa, y le sobran visitas como la de Zorrilla
El equipo de Ancelotti fue m¨¢s espectador que protagonista, quiz¨¢ porque era consciente de que no tiene defensa el Barcelona. Aunque es muy capaz de protagonizar momentos ofensivos excelentes, como en la mejor ¨¦poca del dream team, igual que en muchos pasajes de la noche de ayer, ha perdido el equilibrio y la consistencia que le dio Guardiola. Las concesiones han condicionado actuaciones muy interesantes, la mayor¨ªa protagonizadas por sus exquisitos centrocampistas, jugadores que garantizan el estilo inconfundible de un equipo rematado por el fen¨®meno Messi. La identidad no se discute y hasta cierto punto el tanto por ciento de la posesi¨®n de pelota es una cuesti¨®n menor cuando a cada jornada se reiteran los errores en la contenci¨®n, en el repliegue, en la defensa del marco de un portero internacional como V¨ªctor Vald¨¦s.
Las disfunciones no se solucionan con el fichaje de un central sino que demandan una seria revisi¨®n del plan colectivo, excesivamente vulnerable cuando el equipo no tiene el bal¨®n. Los goles del Madrid retrataron la fragilidad del flanco derecho del Bar?a: no defend¨ªa Neymar, no tapaba Xavi y Alves no cerraba a Di Mar¨ªa, que no se cans¨® de poner centros golosos a Benzema. El ariete remat¨® con una calidad y facilidad sobrecogedora, digna del mejor 9. Aflojadas las distintas l¨ªneas del Barcelona, ausentes los delanteros en la presi¨®n y los defensas en la contenci¨®n, sobre todo en el juego a¨¦reo, el Madrid simplemente tuvo que aguardar a que se equivocara en cualquier momento el Barcelona.
Apenas hubo noticias de Ronaldo, que se venci¨® como uno m¨¢s de su equipo, regular y fuerte con los d¨¦biles y por el contrario apocado todav¨ªa contra los mejores
Los descuidos fueron tan monumentales como extraordinarias resultaron las apariciones de Messi, protagonista de un partido monumental, m¨¢s l¨ªder que nunca en el Bar?a. El 10 habilit¨® a Iniesta en la jugada del 1-0, remat¨® el 2-2 y transform¨® los penaltis que cobraron Neymar e Iniesta. Hubo serias dudas y muchas discusiones sobre las faltas pitadas por el colegiado en el ¨¢rea de Diego L¨®pez y tambi¨¦n pareci¨® que Alves zancadille¨® fuera del ¨¢rea a Cristiano Ronaldo en la jugada del 3-2. Nadie cuestion¨® en cambio la autoridad de Messi y su capacidad para que el partido girara a su alrededor y no de Undiano. El argentino result¨® desequilibrante como goleador y como jugador, decisivo en la acci¨®n en que asisti¨® a Neymar y provoc¨® la expulsi¨®n de Sergio Ramos.
Ya no pudo combatir el Madrid en inferioridad y no perdon¨® el Barcelona, siempre desequilibrante por las exquisiteces de Iniesta y la pegada de Messi, finalmente resolutivo con el plan B: Alexis y Pedro certificaron un triunfo que pone al Barcelona de nuevo en la pugna por el t¨ªtulo de Liga. Mezclaron bien los azulgrana su f¨²tbol, al inicio a partir del 4-4-2 y despu¨¦s con el 4-3-3, m¨¢s due?os de la pelota que el Madrid. A Martino le sali¨® la jugada perfecta y el Barcelona complet¨® un partido redondo, fiel reflejo de su personalidad: la exuberancia ofensiva le pudo a la debilidad defensiva, como en los mejores tiempos del dream team de Cruyff, cuando los partidos eran un carrusel de emociones, habitualmente resueltos a favor del Barcelona.
Ahora el rey se llama Messi. A diferencia de las figuras del Madrid, el 10 no se descolg¨® nunca del encuentro sino que pidi¨® la pelota y no par¨® hasta firmar un remonte espectacular para gloria de la hinchada azulgrana, que quiere que el madridismo sufra a Messi como Di St¨¦fano martiriz¨® a los barcelonistas. Aunque se parezca a Maradona, Leo de momento con su triplete ya ha marcado m¨¢s goles que Hugo S¨¢nchez en la Liga y que Di St¨¦fano en los Barcelona-Real Madrid.
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