El Bar?a se abona al penalti de Messi

De penalti en penalti, hasta la victoria final. As¨ª se escribe por ahora el guion del Bar?a en la Liga. Los azulgrana resolvieron el derbi de la misma manera que el cl¨¢sico, desde los 11 metros, con los tiros del infalible Messi. A Diego L¨®pez le venci¨® por dos veces y de diferente manera, sin dudar y por el costado izquierdo del meta, mientras que a Casilla le amag¨® el remate para que doblara la rodilla y desde la pausa y por el lado derecho convirti¨® el 0-1. El penalti acab¨® en la cancha con las opciones del irreductible Espanyol. Muy excitada, la hinchada perica sostendr¨¢ que el ¨¢rbitro pit¨® en contra de su equipo en las jugadas confusas, sobre todo en las ¨¢reas, una manera de subrayar su indefensi¨®n ante los poderes f¨¢cticos y tambi¨¦n de negar los m¨¦ritos del Barcelona. La moviola seguramente desmentir¨¢ que los azulgrana ganaran por Clos G¨®mez. Nada nuevo, por otra parte, en un derbi bravo y de pierna fuerte, cambiante y resuelto por Messi. El m¨¦rito del Bar?a, err¨®neo ¨²ltimamente en la interpretaci¨®n de los ritmos de juego, estuvo en no dejarse llevar por la corriente y afrontar el envite sin excusas, confiado en su clase y en su 10.

Los barcelonistas aguantaron muy malos momentos, especialmente en el entretiempo, cuando los excelsos volantes blanquiazules (David L¨®pez y V¨ªctor S¨¢nchez) aislaron a los delanteros azulgrana, fuera de foco al inicio, con el viento a favor, y reaparecidos al final, tiempo en que el reloj exig¨ªa prisa en los cambios a Martino. Los detalles jugaron a favor del Bar?a, circunstancia que avala el laboro del Espanyol, derrengado por el esfuerzo, contrariado por la desdicha, enfadado con Clos G¨®mez, que no vio un posible penalti de Mascherano a Javi L¨®pez ¡ªla falta se dio sobre la misma l¨ªnea del ¨¢rea¡ª y en cambio sancion¨® con la pena m¨¢xima una mano del lateral, acosado por el cuerpo y los brazos de Neymar.

Javi L¨®pez personific¨® el partido por su participaci¨®n en las acciones definitivas, convertido incluso en portero despu¨¦s de la expulsi¨®n de Casilla cuando rechaz¨® con la mano fuera del ¨¢rea una vaselina de Messi y Aguirre ya hab¨ªa agotado los cambios del Espanyol. Aunque el partido pareci¨® resuelto con el gol del 10, nunca se rindieron los blanquiazules, que se batieron de forma formidable con 0-0, con 0-1, con y sin portero, capaces de forzar incluso una ¨²ltima jugada que exigi¨® el escorzo de Piqu¨¦ despu¨¦s de un error de bulto de Mascherano. La competitividad blanquiazul fue extrema ante la irregularidad y discontinuidad del Bar?a.

A los centrocampistas de Martino les cost¨® controlar el juego por la alta intensidad local

Quiz¨¢ porque sali¨® escaldado de Zorrilla y se durmi¨® en el Camp Nou contra el Valencia, el Bar?a sali¨® muy despabilado cuando daban las cuatro en la tarde desapacible de Cornell¨¤-El Prat. A pesar de la ausencia de Iniesta, resguardado para la Champions por sus molestias, actuaron los azulgrana con tanta determinaci¨®n y velocidad de pelota que alcanzaron de forma reiterada el ¨¢rea de Casillas, sobre todo a partir de los centros de Dani Alves. A los rematadores de Martino solo les falt¨® tino para concretar el fenomenal cuarto de hora colectivo del equipo, excelente en la maduraci¨®n del choque, diligente en la creaci¨®n de espacios, dif¨ªcil de defender para el Espanyol. Al Bar?a le perdi¨® entonces la flojera de Neymar.

El brasile?o se venci¨® malamente, sobre todo en una asistencia de Alves a puerta vac¨ªa y que, por tanto, solo demandaba acompa?amiento a la red. Tampoco atin¨® Messi, ni por alto ni por bajo, bien bloqueado por la zaga del Espanyol. Aguantaron los blanquiazules, solidarios y bien puestos, excelentes desde el punto de vista f¨ªsico, hasta quebrar la l¨ªnea de contenci¨®n del Barcelona. Vulnerable e impreciso Busquets, muy desasistido por los volantes, Pizzi asom¨® en la l¨ªnea de tres cuartos y conect¨® a menudo con Sergio Garc¨ªa. El derbi se convirti¨® en un partido de ida y vuelta, a gusto del Espanyol. Hubo hasta tres llegadas al marco de Pinto, un portero asociado al suspense, a parar y a sacar, muy diferente de Vald¨¦s.

La hinchada pidi¨® gol en un bal¨®n que el propio Pinto detuvo aparentemente en la l¨ªnea de gol, a Sergio Garc¨ªa se le escap¨® un remate que parec¨ªa relativamente sencillo y Mascherano derrib¨® a Javi L¨®pez. No le qued¨® m¨¢s remedio al Bar?a que retroceder, apretado por el Espanyol, un equipo intimidador, noble en la disputa del cuero, agresivo en el cuerpo a cuerpo, indomable para el Barcelona. La fiereza blanquiazul oblig¨® a los azulgrana a resguardarse y agradecer el descanso, necesitados de aire y de refuerzos, por m¨¢s que a Martino le cueste cambiar, fuera y en el Camp Nou.

No hab¨ªa noticias de los delanteros del Barcelona y a los medios les costaba controlar el f¨²tbol por la alta intensidad del Espanyol. Apretaban arriba los blanquiazules, conscientes de que su suerte pasaba por que los azulgrana no sortearan la primera l¨ªnea de presi¨®n, y se descolgaban de vez en cuando en algunos contragolpes en busca de la suerte de Sergio Garc¨ªa, aspirante a ser Lo Pelat, o Tamudo, o Urbano, el jugador del Espanyol que arruinara las aspiraciones ligueras del Barcelona. Asegurada la permanencia, no hab¨ªa mayor premio para los blanquiazules que abatir al Bar?a. Las reiteradas entradas de Colotto, indultado por el ¨¢rbitro, marcaron la l¨ªnea para el Barcelona.

A pesar de que el equipo se alarg¨® en exceso, como ya es costumbre, y confundi¨® la rapidez con la aceleraci¨®n, no se arrugaron los azulgrana, dispuestos igualmente a jugar al l¨ªmite, esperanzados en que su aguante tendr¨ªa recompensa, como as¨ª sucedi¨® cuando reaparecieron Neymar y Messi. A partir del penalti, el partido vir¨® a favor del Bar?a. El gol, la expulsi¨®n de Casilla y la rueda de cambios certificaron la victoria del Barcelona. Jam¨¢s perdi¨® en Cornell¨¤. Un dato tan curioso como que Messi no hab¨ªa marcado a¨²n en el nuevo feudo del Espanyol. Hasta este s¨¢bado, en el que se estren¨® con un gol de penalti que le da mucha vida en Liga.