Para la FIFA los brasile?os ¡°no son serios¡±
El organismo prepara un extra?o manual con rid¨ªculos consejos para el m¨¢s de medio mill¨®n de hinchas que llegar¨¢n a Brasil
La FIFA no se ha tomado en serio a los brasile?os y ha preparado un extra?o manual de consejos para el m¨¢s de medio mill¨®n de hinchas que llegar¨¢n a Brasil desde todo el mundo para asistir al Mundial de f¨²tbol.
Las diez advertencias a los espectadores que vendr¨¢n a las 12 ciudades brasile?as donde se disputar¨¢n los partidos son como m¨ªnimo f¨²tiles y hasta de mal gusto. ?Y qu¨¦ decir de otro manual en el que, para evitar la propagaci¨®n del sida durante la Copa, propone como remedio a los extranjeros y brasile?os ¡°abstinencia y fidelidad¡±, es decir, castidad, en vez de preservativos?
?Qui¨¦nes creen que son los brasile?os, estos se?ores que se consideran los ¨¢rbitros mundiales del bal¨®n? ?Se han olvidado de que este pa¨ªs es la s¨¦ptima potencia econ¨®mica del Planeta, con islas de modernidad que envidian muchos de los pa¨ªses desarrollados? ?Hubiesen redactado una cartilla semejante si la Copa se celebrase en Alemania, por ejemplo?
La FIFA ya ha ganado con la Copa que se celebrar¨¢ en este pa¨ªs a partir del 12 de junio la friolera de 1.368 millones de d¨®lares. Y eso que hab¨ªa amenazado con llevarse el Mundial a otro pa¨ªs. Y ahora ha querido bromear con la idiosincrasia de los brasile?os.
Al final, la FIFA se ha echado atr¨¢s y ha retirado el manual de su revista semanal, pero no el de las recomendaciones a la castidad contra el sida, de puro sabor eclesi¨¢stico.
Los brasile?os tienen muchos defectos, como nosotros los europeos, como todos. Si la FIFA quer¨ªa dar consejos pr¨¢cticos a los aficionados del f¨²tbol, que llegar¨¢n al pa¨ªs desde los cinco continentes, e incluso criticar algunos de sus puntos flacos, podr¨ªa, por ejemplo, haberles prevenido que a pesar del imponente aparato policial y hasta del Ej¨¦rcito que ser¨¢ desplegado en las ciudades de la Copa, deben estar atentos porque en este pa¨ªs envidiable por tantos motivos, con tantas bellezas naturales, la seguridad p¨²blica est¨¢ ausente y es incompetente y vulnerable.
Los turistas podr¨¢n, en efecto, ser v¨ªctimas de robos, asaltos y hasta secuestros rel¨¢mpago, sobre todo porque los expertos del crimen saben que ellos llegan con monedas fuertes, con equipos electr¨®nicos caros y confiados en que las ciudades estar¨¢n vigiladas hasta por el Ej¨¦rcito.
De ese peligro real, la FIFA se hab¨ªa olvidado de hablar en su cartilla de consejos as¨ª como se le olvid¨® decir a esos aficionados que Brasil es uno de los pa¨ªses m¨¢s acogedores del mundo; de gentes abiertas y simp¨¢ticas, amantes no solo del f¨²tbol , sino tambi¨¦n de la vida, y con una capacidad casi infinita para entablar conversaci¨®n. De un brasile?o, un extranjero dif¨ªcilmente recibir¨¢ un desplante.
El antrop¨®logo vivo m¨¢s famoso de este pa¨ªs, Roberto DaMatta, contaba hace tres d¨ªas en el diario O Globo, dos an¨¦cdotas emblem¨¢ticas al respecto. La primera sucedi¨® en Par¨ªs. Iba con un mapa en la mano y a¨²n as¨ª no consegu¨ªa encontrar un determinado museo. Detuvo a un transe¨²nte y le pregunt¨® si conoc¨ªa aquel recinto que estaba buscando. Mirando para su mapa a¨²n abierto, el franc¨¦s le espet¨®: ¡°?Si usted no sabe leer para qu¨¦ compra un mapa?¡±. Y sigui¨® su camino sin mirarle.
La misma escena la vivi¨® aqu¨ª, en una peque?a ciudad del interior del pa¨ªs. Tras preguntar a un se?or donde se hallaba un cierto museo, este en vez de explic¨¢rselo lo acompa?¨® hasta all¨ª. Y hasta quer¨ªa esperarlo a la puerta, por si necesitaba alguna otra informaci¨®n.
Algo as¨ª recuerdo que pasaba en mi Andaluc¨ªa de los a?os 50, cuando aterrizaba alguna familia de turistas extranjeros. En las tiendas ni les cobraban y hasta les hac¨ªan regalos. ¡°Para que se lleven una buena impresi¨®n de nosotros¡±, comentaban.
La FIFA se olvid¨® de estos dos consejos importantes para los turistas y, al rev¨¦s, se divirti¨® con estos otros diez, como m¨ªnimo rid¨ªculos, que resumo:
1- Los brasile?os ¡°no saben decir que no¡±. Si te dicen ¡°s¨ª, puede significar quiz¨¢s¡±. Y si te dicen que te llaman en cinco minutos no esperes que lo hagan.
2- Cuando alguien te cite en un lugar determinado, no esperes encontrarlo. Son informales. No son serios.
3- Los brasile?os no saben, como los europeos, por ejemplo, mantener la distancia como forma de cortes¨ªa y conducta. Pueden tocarte y hasta ¡°darte un beso¡±.
4- La paciencia, dice la FIFA, ¡°no es una de las virtudes de los brasile?os¡±. Y cuenta que no saben hacer una fila disciplinadamente, como por ejemplo los brit¨¢nicos. Se las arreglan para colocarse los primeros.
5- Qui¨¦n vaya a comer a una churrasquer¨ªa mejor que ¡°est¨¦ en ayunas durante 12 horas¡±, porque en el sin fin de carnes ofrecidas, ¡°las mejores las ofrecen ya al final¡±, dando a entender que llegan cuando ya todos est¨¢n hartos y no van a comer m¨¢s. Y as¨ª se las ahorran.
6- En el tr¨¢fico en ciudades y carreteras rige la ley del m¨¢s fuerte y el coche de mayor potencia adelantar¨¢ a todos, l¨ªcita o il¨ªcitamente.
7- En Brasil en las playas est¨¢ prohibido a las mujeres exhibir los pechos desnudos, algo que puede ser castigado con la c¨¢rcel. Por eso, insin¨²a la FIFA, los turistas podr¨¢n ver a las brasile?as con bikinis muy sucintos, pero nunca en topless.
8- Los turistas que pretendan hablar con los brasile?os en espa?ol tendr¨¢n la impresi¨®n de ¡°estar hablando contra un muro¡± (lo que es falso, porque, en general, los brasile?os entienden mejor el espa?ol que nosotros el portugu¨¦s)
9- De todos las maravillas de la rica cocina brasile?a la FIFA ha sabido resaltar solo el jugo de a?a¨ª, una fruta de la Amazon¨ªa que seg¨²n el organismo, ¡°evita las arrugas¡±.
10. En Brasil los turistas tendr¨¢n que ¡°ejercer la paciencia¡±. La filosof¨ªa de los brasile?os suele ser la de ¡°rel¨¢jate y disfruta¡±, haciendo suya la ya tan criticada afirmaci¨®n de la ministra Marta Suplicy.
La prensa brasile?a, que nunca es beligerante, no ha hecho un drama con esta cartilla de in¨²tiles e infantiles consejos a los turistas que vendr¨¢n a Brasil, donde, como en cualquier otro lugar del mundo, encontrar¨¢n cosas buenas y malas, gentes maravillosas y maleducadas; riqueza y pobreza, descuido y atraso y tambi¨¦n una tecnolog¨ªa de punta, por ejemplo en la medicina, en no pocos casos m¨¢s avanzada que en la misma Europa.
La FIFA ha preferido no tomarse en serio a este gigante americano. Mejor que lo hubiese criticado seriamente, si es lo que deseaba, pero no tomarlo a chacota como lo ha hecho.
Es cierto que, quiz¨¢s, a Brasil le falte seriedad porque no siempre se toma la vida a pecho, pero tambi¨¦n lo es que nosotros, los europeos, con frecuencia nos la tomamos demasiado en serio.
El sentido l¨²dico de la vida no es un pecado, puede ser la mejor v¨¢lvula de escape para los trancazos y amarguras de la vida, que desgraciadamente no le faltan a millones de brasile?os. Pero ellos, con la at¨¢vica sabidur¨ªa africana e ind¨ªgena que corre por sus venas, saben como pocos endulzarlas.
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