El ¡®Bolt¡¯ del f¨²tbol
Aubameyang, delantero del Dortmund de madre abulense, se jacta de correr los 30 metros siete cent¨¦simas m¨¢s r¨¢pido que el atleta
¡°Aubameyang¡ Aubameyang¡¡±. La palabra resonaba amenazante como un conjuro cada vez que Carlo Ancelotti la pronunciaba en las concentraciones y en los pasillos y los campos de Valdebebas. El entrenador del Madrid no dej¨® de invocar a este delantero desde que supo que le tocar¨ªa enfrentarse al Dortmund. Como si el destino le hubiese enviado una mala se?al, con el tono esot¨¦rico, mezcla de ciencia y de superstici¨®n, que caracteriza las charlas de los futboleros. Dicen que no hay nadie mejor preparado para las calamidades que Ancelotti. Quienes trabajan con ¨¦l dan fe de que, esta temporada, se ha anticipado a todas las desdichas. Ha evitado algunas y otras no, pero siempre ha sido el primero en ventear la tormenta. En estos d¨ªas prepara a su equipo para afrontar la peor de las contingencias posibles: el Borussia Dortmund encerrado atr¨¢s en formaci¨®n de 4-5-1 y ese Pierre Emerick Aubameyang desatado, solo arriba, buscando los espacios libres por la pradera, a la espalda de los defensas, corriendo como el diablo.
¡°Lo conozco muy bien porque coincid¨ª con ¨¦l en el Milan cuando yo era el entrenador del primer equipo y ¨¦l estaba en los juveniles¡±, record¨® ayer el italiano. ¡°Ha hecho una carrera fant¨¢stica. El a?o pasado me marc¨® goles contra el PSG. Es muy peligroso, muy r¨¢pido, y ataca muy bien la profundidad. Por eso creo que la ausencia de Lewandowski se puede reparar bien con Aubameyang¡±.
Ancelotti entrenaba al PSG cuando Aubameyang salt¨® al campo con la camiseta del Saint-?tienne para intentar remontar un 1-0 en el Parque de los Pr¨ªncipes, durante un encuentro de la Ligue 1. Aprovechando la intenci¨®n ofensiva del equipo capitalino, el muchacho se col¨® dos veces a la espalda de Thiago Silva y no hubo manera de que el central brasile?o le atrapara. Ech¨® dos carreras y meti¨® los dos goles que le dieron la victoria a su equipo. Ancelotti no lo olvida.
Carece de la habilidad de Lewandowski para cuerpear, pero es muy profundo con espacios
Nacido en Francia hace 24 a?os, Aubameyang es hijo de un gabon¨¦s y de una espa?ola de la localidad serrana de El Barraco, en ?vila. Puesto a reemplazar a Lewandowski en la posici¨®n de nueve, carece de la habilidad del polaco para cuerpear defensas rivales de espalda a la porter¨ªa, aguantar el bal¨®n y esperar a que su equipo se agrupe. Sin embargo, en campo contrario, enfrentado a equipos que tienden a buscar el resultado, puede ser profundo como un estoque. Todo es cuesti¨®n de que acelere. En campo abierto su zancada es inigualable. Corre tan r¨¢pido que cierto d¨ªa lo cronometraron. Hizo los 30 metros en 3,70 segundos, marca de la que se siente orgullos¨ªsimo. Animoso por naturaleza, ¨¦l refiere que cuando el jamaicano Usain Bolt hizo su r¨¦cord del hect¨®metro recorri¨® los primeros 30 metros en 3,78 segundos: ocho cent¨¦simas m¨¢s lento. De ah¨ª que sus compa?eros en el Saint-?tienne le conocieran como Bolt.
El Dortmund le fich¨® a cambio de 13 millones el pasado verano. El t¨¦cnico, J¨¹rgen Klopp, acostumbra a emplearle como extremo derecha en la posici¨®n del ahora lesionado Blaszczykowski. Diestro cerrado, el hombre no es un virtuoso de la t¨¦cnica pero sabe moverse bien a la espalda de los mediocentros buscando el uno contra uno con los centrales, o a la espalda de los laterales, para tirar la diagonal, o centrar. Salvo en raras ocasiones, no ha jugado de delantero de referencia. Dicen en el Madrid que Ancelotti y sus asistentes han examinado esos partidos con detenimiento. El entrenador italiano cruza los dedos para que a Klopp no se le ocurra repetir esta f¨®rmula hoy en el Bernab¨¦u y no lo emplee como punta-diana.
Aubameyang ha confesado en alguna ocasi¨®n que le encantar¨ªa jugar en el Real Madrid, el equipo de sus antepasados abulenses. Hoy en el Bernab¨¦u, si la emoci¨®n no lo embarga, puede dar m¨¢s de un dolor de cabeza a sus perseguidores.
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