R¨¦quiem azulgrana en Granada
Tras caer eliminado en la Champions, el Bar?a de Martino, desenfocado e impotente, claudica en Los C¨¢rmenes La rebeld¨ªa de Neymar no alcanza para compensar la apat¨ªa de Messi
Abatido en la Champions, camino de la final de Copa, el Bar?a se abandon¨® ayer en la Liga. El se?uelo del doblete no funcion¨® en el Nuevo Los C¨¢rmenes. Los azulgrana se van despidiendo de la temporada de mala manera, como si fueran un don nadie, resignados a la fatalidad y a la impotencia, superaros por adversarios diferentes, grandes y menores, igual da el torneo, ya sea Liga o Copa de Europa. Ayer perdieron en Granada. No fue una derrota cualquiera sino que evoc¨® aquellas tardes lejanas en que a los azulgrana se les escapaba el t¨ªtulo en C¨®rdoba, en Salamanca y tambi¨¦n en Granada. Tir¨® el comod¨ªn del empate que le quedaba y revalidar el t¨ªtulo ya no depende del Bar?a.
Granada 1, Barcelona, 0
Granada: Karnezis; Nyom, Ilori, Murillo (Mainz, m. 90), Foulquier; Iturra, Fran Rico, Recio; Piti (Coeff, m. 69), El Arabi y Brahimi (Bravo, m. 64). No utilizados: Roberto; Ighalo, Fatau y Success.
Barcelona: Pinto; Montoya; Busquets (Alexis, m. 73), Mascherano, Adriano (Jordi Alba, m. 67); Cesc, Song, Iniesta; Pedro, Messi y Neymar. No utilizados: Oier; Alves, Xavi, Sergi Roberto y Tello.
Gol: 1-0. M.16.?Brahimi con pase de Fran Rico.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Expuls¨® a Elvio Paolorosso, preparador f¨ªsico del Barcelona, y sac¨® tarjeta amarilla a Neymar, Messi y Busquets.
Unos 20.000 espectadores en el Nuevo Los C¨¢rmenes.
A los barcelonistas se los lleva la corriente, torpes en algunas jornadas, desafortunados en otras, excesivamente irregulares, muy bipolares. Anoche desperdiciaron una hora de partido para despu¨¦s claudicar ante el excelente Karnezis. No hubo manera de que metieran un gol, penalizados en las dos ¨¢reas, tambi¨¦n en la suya, descerrajada al poco de comenzar por Brahimi. La postal al final del pitido final fue muy reveladora de la desorientaci¨®n y decadencia azulgrana: un doble pivote, Xavi en el banquillo, Busquets sustituido, y de central, Song. Igualmente necesitado, el Granada rentabiliz¨® mejor su esfuerzo por la permanencia que el Barcelona su pelea por el t¨ªtulo de Liga.
No da con la tecla el Bar?a. A falta de centrales, lesionado hasta Bartra, Martino le dio la cuerda del equipo a Busquets y puso de mediocentro a Song. Los azulgrana se aseguraban una salida limpia de la pelota desde su ¨¢rea, muy cuestionada en los ¨²ltimos partidos, y a cambio perd¨ªan capacidad de generar juego desde la divisoria, disminuida por la ausencia de Xavi, y agrandaban sus debilidades defensivas, expresadas en el temblar de Pinto. El Granada no tard¨® ni un cuarto de hora en constatar la vulnerabilidad del Barcelona. A Alcaraz le alcanz¨® con el goleador El Arabi (12 tantos en 31 partidos) y el regateador Brahimi (cinco driblings por partido) para dinamitar la tarima montada por los improvisados zagueros del Bar?a.
Apelaban en exceso los azulgrana a la paciencia, a la capacidad de masticar la jugada, siempre a la espera de encontrar a Neymar o a Messi. No hab¨ªa dudas sobre su ofensiva, reiterativos en sus entradas por la banda del excelente Montoya, siempre mal resueltas por los puntas, de la misma forma que cada llegada del Granada, muy selectiva, era una ocasi¨®n de gol para desespero de Pinto. Los locales penalizaban cada p¨¦rdida del Bar?a. As¨ª lleg¨® el gol de Brahimi, excelente en el desmarque para recibir el pase de Rico despu¨¦s de un error en una conducci¨®n de Song, y un posible penalti a El Arabi, mal tapado por Mascherano. Tampoco estuvo bien Pinto en el 1-0.
Tras desperdiciar una hora de partido, los azulgranas sucumben ante un gran Karneizs
Nada nuevo si se revisan las estad¨ªsticas: los azulgrana se han acostumbrado a empezar cualquier partido en cancha rival con un gol en contra. Los errores individuales condenaban al Barcelona, muy fr¨¢gil defensivamente, pendiente del retrovisor por las dudas de Pinto. Necesit¨® muy poca cosa el Granada para mandar en el marcador y poner en evidencia al Bar?a, falto de malicia y efectividad frente al suplente Karnezis. La poca participaci¨®n de Messi era compensada por el bullicio de Neymar, el ¨²nico rebelde en un equipo plano, falto de sangre y creatividad, de tiro a media y larga distancia, sin gatillo.
El Granada dejo pasar el tiempo y procur¨® matar el partido ante la precipitaci¨®n e impaciencia creciente del Bar?a. No se sabe de ning¨²n partido que se haya ganado sin acabar una jugada ni encontrar la porter¨ªa, incluso en el caso del Barcelona, por norma ret¨®rico en el pase, m¨¢s acad¨¦mico que resolutivo. A los azulgrana les cost¨® Dios y ayuda enfocar a Karnezis. Al final lo consiguieron de forma reiterada, y entonces emergi¨® la figura del portero griego, suplente del lesionado Roberto. Aunque Martino tard¨® en cambiar, ensanchar el campo y agitar el partido, los tiros y las ocasiones se sucedieron en el arco del Granada mientras Brahimi exig¨ªa en las contras la mejor versi¨®n de Montoya. No tuvo suerte entonces el Bar?a y el partido se le escap¨® sin remisi¨®n ante el jolgorio de la hinchada local.
Ni Neymar ni Messi ni Iniesta pudieron colar la pelota en la porter¨ªa de Karnezis y hasta hubo un tiro que sac¨® bajo palos Ilori. La derrota ya no ten¨ªa remedio para el Bar?a, desgraciado y desenfocado, incapaz de marcar las diferencias, igual de est¨¦ril que en Valladolid. Ninguna figura consigui¨® plasmar la superioridad azulgrana en el juego y en el chut para suerte del Granada. Han sido los equipos m¨¢s peque?os los que han certificado la ca¨ªda del Barcelona, ahora mismo un equipo triste, melanc¨®lico, sin coraz¨®n ni cabeza, abandonado por la fortuna, expuesto a la adversidad, con todas sus figuras se?aladas: no puede Martino, no se sabe de Messi, no acierta Neymar.
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