Rudy marca territorio

Con la fe irreductible del que cree en su estilo y el hambre del que ans¨ªa la gloria; desmintiendo la fatiga y presumiendo de car¨¢cter; el Madrid se apunt¨®, por KO y a base de puntos, el primer asalto de la serie de cuartos ante Olympiacos. Lo hizo gracias en gran medida a Rudy Fern¨¢ndez (20 puntos, seis rebotes, cinco asistencias, tres robos y 34 de valoraci¨®n) que, como hiciera ante el CSKA, se visti¨® el traje de estrella determinante, de esas que abren vitrinas. Apenas le rechist¨® Spanoulis (18 puntos), pero sin sacar su cat¨¢logo de prodigios. No le sigui¨® su tropa al genio rojiblanco y la coral madridista volvi¨® a deleitar a su auditorio.

Decidido a marcar territorio en el partido y la eliminatoria, el Madrid ejecut¨® una puesta en escena vibrante y ambiciosa. Mirotic se comi¨® a Dunston en defensa y en ataque, Darden sec¨® a Spanoulis y Llull y Rudy comenzaron a tomar medidas al aro rival. Manos r¨¢pidas, ayudas constantes, intensidad y aplicaci¨®n atr¨¢s; paciencia, dinamismo y pases extra adelante. Un primer parcial de 9-3 a los tres minutos anticip¨® el desenlace y motiv¨® el primer tiempo muerto de Bartzokas para repasar el manual, pero no par¨® Mirotic (nueve puntos y cuatro recuperaciones en los primeros ocho minutos) y no arranc¨® Spanoulis (0 de 4 en tiros en el primer acto). Apenas Shermanidi inquietaba a los blancos, que estiraron la renta hasta un marcador casi ic¨®nico al t¨¦rmino del primer acto: 27-12 finaliz¨® ese tramo. Un tanteo muy similar al de la final de Londres: 10-27 para los de Laso entonces. Un d¨¦j¨¤ vu para muchos de los protagonistas, una rev¨¢lida para el Madrid decidido a aprobar su ¨²nica asignatura pendiente en cuesti¨®n de t¨ªtulos.

Pero como marca su gen irredento, no se amilan¨® Olympiacos. Bartzokas reclut¨® a Printezis, que hab¨ªa permanecido en el parte de baja hasta horas antes del partido tras mes y medio lesionado, y agarrado a su impulso se rearm¨® el conjunto griego y aterriz¨® Spanoulis en el partido. El febril desembarco de la pareja ataj¨® la escapada madridista. Entre ambos firmaron un parcial de 8-23 en apenas siete minutos que devolvi¨® el pulso a la casilla de salida (nueve puntos de Spanoulis, seis de Printezis en ese tramo: 35-35, m. 17). El parquet se convirti¨® en un cuadril¨¢tero y aparecieron la tensi¨®n, las t¨¦cnicas y las escaramuzas. Un duelo de colmillo entre habilidades y voluntades, entre fotogenia y contundencia. Empuje atl¨¦tico frente a dinamismo. El pistoletazo de salida al tramo serio de la temporada. La paradoja del contador a cero tras seis meses de trabajo.

En el cruce de caminos que se le present¨® en Kaunas, el Madrid tom¨® la senda del reto may¨²sculo. Ya fuera por temeraria distracci¨®n o por enigm¨¢tico arrojo, los de Laso enfilaron la revancha con Olympiacos en un combate al mejor de cinco asaltos en lugar de un hipot¨¦tico duelo a cara o cruz y el primer episodio no defraud¨® las expectativas. En el territorio de la grandeza, las estrellas de cada equipo reclamaron los focos tras el descanso. Desenfund¨® Spanoulis con un triple excelso y le respondi¨® Rudy con un formidable arrebato de clase, entrega y temperamento. Ante la mirada de impotencia de Lojeski, Mantzaris y Perperoglu, el alero mallorqu¨ªn destartal¨® el dique de contenci¨®n de Olympiacos con 10 puntos en cinco minutos, los que transcurrieron del 23 (50-46) al 28 (66-49). No tardaron en sumarse a la causa de rematar la contienda Mirotic y Llull, brillantes en el contragolpe para desesperaci¨®n de Bartzokas, al que Spanoulis ped¨ªa que se tranquilizara en la banda con el temple del que cree conocer la salida del laberinto.

No encontr¨® la escapatoria. No secundaron su punter¨ªa sus atl¨¦ticos compa?eros. No aparecieron Dunston ni Petway. Para entonces, el Madrid dominaba el rebote (31-25), robaba balones (11) y provocaba p¨¦rdidas (15), Mejri ejerc¨ªa su epis¨®dica labor de intimidaci¨®n, Felipe cumpl¨ªa su infalible cuota de brega y martilleo y Sergio Rodr¨ªguez retomaba su idilio con las musas. A Olympiacos no le funcionaba el m¨²sculo, al Madrid le brillaban las piernas y el recreo ambicioso tumbaba a la marcialidad competitiva. Los fantasistas desarmaban a los agonistas. El Palacio entr¨® en ebullici¨®n y un inopinado triple de Mejri anunci¨® la resoluci¨®n de la contienda (81-63, m. 35). El car¨¢cter de Bourousis gestion¨® la renta y los de Laso alcanzaron los 88 puntos, los mismos que la final del a?o pasado pero esta vez con 29 puntos menos en contra. No rechist¨® el conjunto griego que comenz¨® a pensar en el segundo partido. La cita ma?ana jueves a las 19.00 en el mismo escenario. El Olympiacos necesita ganar al Madrid tres partidos en una semana. Las mismas derrotas que han cedido los blancos en seis meses de competici¨®n y 57 partidos oficiales.