Desdicha de Paulao, euforia del Rayo

En Vallecas se cruzaban la euforia y la depresi¨®n, el entusiasmo y el fatalismo, la fortuna y la desdicha. Gole¨® el Rayo al Betis certificando la permanencia franjirroja y la condena verdiblanca. En apenas 30 minutos y con Paulao como protagonista, el f¨²tbol se visti¨® de estado de ¨¢nimo y retrat¨® con crudeza la realidad de dos equipos configurados para la supervivencia que, no hace mucho, separaron definitivamente sus caminos entre el triunfo y el naufragio. El Rayo se comi¨® al Betis por puro optimismo; con dos jugadas de chiripa que derrumbaron al central del equipo visitante.

Se llama Paulo Afonso Santos, Paulao en la camiseta. Lleg¨® al Betis en enero de 2012 procedente del Saint-?tienne, franc¨¦s, tiene 31 a?os, mide 1,86 metros de estatura, y es de complexi¨®n herc¨²lea, rostro curtido y mirada implacable, pero en Vallecas sucumbi¨® como un chiquillo presa de los nervios, el miedo y la melancol¨ªa. Corr¨ªa el minuto 14 del partido y el Rayo ya hab¨ªa anunciado su voracidad cuando comenz¨® el tormento del jugador brasile?o. Su compa?ero Perquis le entreg¨® el bal¨®n desde el costado derecho y, en su intento de pase a Ad¨¢n, dej¨® el bal¨®n muerto junto al punto de penalti para que lo embocara Rochina en su hambrienta llegada. Iba a ser una cesi¨®n funcionarial, pero se convirti¨® en el inicio de una pesadilla.

Poco despu¨¦s, a los 27 minutos, un centro de Arbilla desde la banda izquierda del ataque rayista sell¨® su condena. Intent¨® despejar el bal¨®n y el peligro y se lanz¨® al suelo como tantas otras veces, con un gesto mec¨¢nico. Pero en esta ocasi¨®n, la pelota le golpe¨® en la espinillera y se elev¨® en un globo diab¨®lico que super¨® a Ad¨¢n.

Tendido en el ¨¢rea, Paulao hubiera querido desaparecer del c¨¦sped, del mapa y de la superficie terrestre. Pero cuando despert¨® sus pifias segu¨ªan all¨ª. Compa?eros y rivales le intentaban tranquilizar con cari?o y deportividad, pero, en su desconsuelo, el jugador no encontr¨® mejor defensa que pedir a su entrenador que le sustituyera. Present¨® la dimisi¨®n irrevocable en el partido. Calder¨®n tard¨® tres minutos en hacer caso a su s¨²plica, el tiempo que emple¨® Vadillo en darse unas carreras de calentamiento por la banda. Con el gesto desencajado y entre los aplausos de la hinchada vallecana, Paulao se march¨® entonces al banquillo a rumiar su pena. ¡°Se sent¨ªa responsable de los dos goles y es dif¨ªcil para cualquiera asumir ese varapalo¡±, explic¨® despu¨¦s el entrenador.

A la vuelta de los vestuarios, Larrivey, con el noveno gol de su superlativa segunda vuelta, sell¨® la goleada, la superioridad rayista en las ¨¢reas y la distancia entre los dos equipos. El compromiso colectivo y la fe irreductible en su ideario han rescatado al Rayo.

Los rayistas suman 20 puntos en las ¨²ltimas 9 jornadas, los mismos que en las 25 primeras del campeonato

Hasta febrero, en los primeros siete meses de Liga, los de J¨¦mez contaban en su expediente con 17 derrotas, dos empates y seis victorias en 25 jornadas ¡ª20 puntos y 62 goles en contra; a cinco puntos entonces de la salvaci¨®n¡ª. En las ¨²ltimas nueve jornadas solo han concedido la derrota en el Bernab¨¦u (5-0; con solo siete goles en contra en los otros ocho partidos) y han sumado 20 de los ¨²ltimos 27 puntos posibles. El Rayo no ganaba cinco partidos seguidos de Primera en Vallecas desde 1978, con la victoria ante el Betis alcanz¨® los 40 puntos: garant¨ªa virtual de permanencia.

En un partido cargado de im¨¢genes, Chica dej¨® la ¨²ltima para el ¨¢lbum tras el gol del honor del Betis. Era su primer tanto en 202 partidos como profesional y se lo dedic¨® a Dani Jarque y Miki Roqu¨¦ con una camiseta que le entregaron desde su banquillo.

¡°No vamos a parar¡±, anunci¨® ambicioso J¨¦mez tras el encuentro. ¡°Con 40 puntos nos llega para la salvaci¨®n, pero tenemos que exigirnos m¨¢s y dejar al equipo lo m¨¢s alto posible. No voy a dejar que nadie se duerma. No podemos caer en la mediocridad de relajarnos. Podemos sacar perfectamente los doce puntos que quedan y quedar entre los 10 primeros¡±, remat¨® el t¨¦cnico rayista tras una tarde de emociones en Vallecas en la que la euforia se comi¨® a la desdicha.