Valverde repite en Huy

Hasta hace 11 a?os, hasta 2003, ning¨²n ciclista espa?ol hab¨ªa conseguido ganar la Flecha Valona, la cl¨¢sica belga que est¨¢ a punto de cumplir 80 a?os y que con el paso del tiempos se ha convertido, lejos de cualquier exquisitez t¨¢ctica, en una carrera especializada para trepamuros, ciclistas explosivos y veloces con golpe de pedal dulce capaces de acelerar en el muro de Huy, la tremenda pared final de m¨¢s de un kil¨®metro y una curva infernal que en el callejero de la ciudad figura como Camino de las Capillas. Pero en las 12 ediciones transcurridas desde aquel 2003, desde que Igor Astarloa, pocos meses antes de ganarse el maillot arco¨ªris en Hamilton, consiguiera la victoria en Huy, cinco de los triunfos fueron espa?oles, los tres ¨²ltimos consecutivos: Purito, Moreno y, hoy, Alejandro Valverde, quien repite victoria, pues ya se estren¨® en la cl¨¢sica del coraz¨®n de las Ardenas en 2006. Aquella victoria fue para el murciano del Movistar un anticipo de su primer triunfo, cuatro d¨ªas m¨¢s tarde, en la Lieja-Bastogne-Lieja, el m¨¢s viejo de los monumentos, las grandes cl¨¢sicas de un d¨ªa, y objetivo primaveral de los mejores ciclistas del mundo.

Con todos ellos, exceptuando a Contador y Froome, que preparan el Tour con concentraciones en altura y entrenamiento, con los que fueron y con los que ser¨¢n, se las vio Valverde en los ¨²ltimos metros del camino de las Capillas, donde, por una vez, como dir¨ªa el malvado, supo moverse bien t¨¢cticamente en un sprint largu¨ªsimo lanzado por el cabezota polaco Michal Kwiatkowski. Valverde, que por un momento pareci¨® dispuesto a dejarse la vida siguiendo la rueda polaca, prefiri¨® levantar el pie lo justo, dejarse adelantar por el peque?o grupo selecto ¨CDan Martin, el sobrino de Roche, los holandeses Mollema y Jelte-Slagter, el belga Vanendert, que no abandona los puestos de honor en todas las cl¨¢sicas--, para rematarlos imponente en las ¨²ltimas pedaladas, con las que abri¨® un hueco tan ampli¨® que hasta le permiti¨® regodearse en una victoria cuya clave, quiz¨¢s, estuvo en el gran trabajo de sus compa?eros de equipo, sobre todo del joven campe¨®n de Espa?a Jes¨²s Herrada. El conquense atac¨® en el segundo de los tres pasos por el muro de Huy, a 23 kil¨®metros de la meta, y desde entonces la carrera no par¨® de aumentar el ritmo, con m¨¢s Herrada a¨²n en la pen¨²ltima cuesta, la de Ereffe, lo que finalmente se revel¨® fatal para los ¡®katushas¡¯ de Moreno y Purito, quien sufri¨® una ca¨ªda est¨²pida y sin consecuencias aparentes, junto a Fr?nk Schleck y Cunego, a tres kil¨®metros de la meta (tambi¨¦n se cay¨® el catal¨¢n el pasado domingo en la Amstel) y para Gilbert, el despampanante vencedor de la misma Amstel, quien parec¨ªa imbatible y acab¨® d¨¦cimo.

¡°Supe tener paciencia¡±, dijo Valverde. ¡°Por un momento me vi encerrado junto a las vallas, pero supe esperar a que se abriera un hueco y en cuanto se abri¨® me col¨¦¡±.

Para Valverde, que cumple 34 a?os el viernes 25 y lleva una primavera m¨¢s dedicado a las cl¨¢sicas de un d¨ªa que a las pruebas por etapas (es la base, dicen en su equipo, de lo que resta de temporada: llegar¨¢ as¨ª m¨¢s descargado de competici¨®n al Tour, donde intenta terminar de una vez en el podio, y, sobre todo, al Mundial de Ponferrada, su sue?o ¨²ltimo), la victoria tuvo tambi¨¦n un sabor m¨¢s intenso cuando comprob¨® que el segundo fue el irland¨¦s Dan Martin, el mismo que el a?o pasado chaf¨® sus esperanzas, y las de Purito, en el ¨²ltimo kil¨®metro de la Lieja, la cl¨¢sica en la que el domingo intentar¨¢ su tercera victoria. ¡°Me encanta la Lieja¡±, dijo. ¡°Las cuestas son largas. No es tan importante como en otras carreras ir bien colocado y as¨ª se corre sin tanta tensi¨®n¡±.