M¨¢s arena que en Catar, muchos mosquitos y curvas r¨¢pidas

Se levanta a orillas del r¨ªo Dulce la ciudad de Termas de R¨ªo Hondo, el principal centro termal de Argentina. Y al otro lado del embalse donde nace el r¨ªo, crece el circuito en el que se celebra este fin de semana el gran premio de Argentina, 15 a?os despu¨¦s. Desalojados los miles de escarabajos, ahuyentados otros tantos miles de mosquitos (a¨²n quedan demasiados, advierten los pilotos), el trazado, de genial dise?o, pero muy sucio, acogi¨® la primera sesi¨®n de entrenamientos libres del viernes (la carrera ser¨¢ el domingo, a las 19.00 en Movistar TV). Y asisti¨® al despertar de Jorge Lorenzo, que recuper¨® la sonrisa (sobre todo por la ma?ana). Los planos parec¨ªan indicar que el dibujo de aquellas curvas largas y r¨¢pidas le sentar¨ªan como un guante a la M1. Y el de Yamaha se empe?¨® en llevar la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. Termin¨® la primera sesi¨®n en cabeza. Rossi fue d¨¦cimo (a 1,7s), M¨¢rquez, 14? (2,2s) y Pedrosa, 16? (2,9s), aunque estos no cambiaron el neum¨¢tico trasero y acusaron la suciedad y el poco agarre de la pista.

Tiene curvas r¨¢pidas, habr¨¢ buenas derrapadas¡±, se relame Marc M¨¢rquez

Sab¨ªa el mallorqu¨ªn que sus rivales volver¨¢n a acercarse tarde o temprano. Por mucho que este circuito, a diferencia de Austin, parezca dise?ado expresamente para las Yamaha. ¡°Yo voy a pensar que es un circuito Honda, tambi¨¦n hay frenadas fuertes¡±, conced¨ªa M¨¢rquez, risue?o. ¡°Parece que le sentar¨¢ mejor a la M1. Es muy ancho, r¨¢pido y divertido¡±, advert¨ªa Rossi antes de subirse a la moto. El italiano es el ¨²nico de los integrantes de la parrilla que ya ha corrido el GP de Argentina, hace m¨¢s de una d¨¦cada: ¡°Aquel circuito era muy diferente, era casi un circuito urbano, con muchos baches, esto es otra cosa¡±, se?alaba. ¡°Es exigente para los neum¨¢ticos y muy r¨¢pido, las distancias entre pilotos no ser¨¢n muy grandes¡±, preve¨ªa Bradl, uno de los pocos que ya rod¨® aqu¨ª el a?o pasado. ¡°Tiene curvas r¨¢pidas, habr¨¢ buenas derrapadas¡±, se relam¨ªa M¨¢rquez, que se marcar¨ªa unas cuantas por la tarde.

Tiene el circuito de Termas nueve curvas a la derecha y solo cinco a la izquierda, pero el car¨¢cter de estas (las dos curvas m¨¢s largas, la seis y la once, son a la izquierda) hace que suba mucho la temperatura del neum¨¢tico, de modo que Bridgestone no ha construido esta vez ruedas con compuestos diferentes para los laterales. Habr¨¢ que ver si los c¨¢lculos han funcionado. De momento, los neum¨¢ticos fueron el tema recurrente de la jornada, pero m¨¢s por el estado de la pista, con mucha arena, resbaladiza, que por la composici¨®n de estos. ¡°Hab¨ªa m¨¢s arena incluso que cuando hemos corrido en Catar, deber¨ªan haber pasado una aspiradora para sacar algo de tierra¡±, re¨ªa Pedrosa. ¡°En dos o tres vueltas el neum¨¢tico se destruye. Adem¨¢s, el asfalto estaba fr¨ªo, con lo que todo ello hac¨ªa muy dif¨ªcil tumbar la moto¡±, a?ad¨ªa Rossi. Y advert¨ªa M¨¢rquez: ¡°Ser¨¢ dif¨ªcil adelantar, en cuanto te sales de la l¨ªnea patina mucho¡±. Y lo corroboraba Lorenzo: ¡°Si te sales hay que ir con sumo cuidado: puedes caer¡±.

Lo que m¨¢s les gusta es aquella curva seis, en bajada, donde empieza el tercer parcial: ¡°Vas mucho tiempo con gas a fondo, a m¨¢s de 200¡±, relata Lorenzo, que observa: ¡°la ¨²ltima curva tiene su truco, en bajada, con la moto inclinada y reduciendo marchas¡±. Opina Pedrosa que esa ¨²ltima horquilla ¡°es un poco sosa¡±; le gusta la curva cinco, al final de la larga contrarecta, en subida. No tanto que el circuito no ofrezca descanso: ¡°Vas todo el rato inclinado¡±. Habr¨¢ que ver qui¨¦n se lleva mejor con ¨¦l el domingo. De momento, por la tarde, M¨¢rquez domin¨® la sesi¨®n con una autoridad exultante: mejor¨® casi seis segundos sus tiempos de la ma?ana. Dej¨® a su compa?ero Pedrosa a m¨¢s de un segundo. Aleix Espargar¨® fue tercero y Lorenzo, noveno, a 2,6 segundos, alejado de la cabeza porque fue ¨¦l esta vez quien conserv¨® neum¨¢tico y sigui¨® corriendo con la misma goma estrenada por la ma?ana. Pero ¨¦l avisa: ¡°La posici¨®n no refleja las condiciones reales en las que nos encontramos¡±.