Un Madrid imperial
El conjunto blanco avasalla al Bayern con dos goles de Ramos y otros dos de Cristiano y buscar¨¢ su d¨¦cima Copa de Europa en la final del 24 de mayo en Lisboa frente al ganador del Chelsea-Atl¨¦tico (ma?ana, 20.45, 0-0 en la ida)
Un do de pecho para la leyenda dej¨® al Madrid a un partido de la D¨¦cima tras su avasallador paso por M¨²nich, donde coloniz¨® por completo al actual campe¨®n de Europa. Fue mucho m¨¢s que un brindis por una final. En escenarios como el del Bayern las victorias tienen una sobrecarga heroica. Bien lo sab¨ªa el Madrid, que jam¨¢s hab¨ªa salido airoso de Baviera, donde ten¨ªa un pasado inquietante. Esta vez el bingo fue estruendoso, con un equipo colosal que hizo sufrir a los de Pep Guardiola un colapso monumental. En realidad, el equipo de Carlo Ancelotti jug¨® al solitario con una autoridad extraordinaria hasta deste?ir por completo a un adversario al que jam¨¢s dio un resquicio de esperanza de estar el 24 de mayo en la final de Lisboa. Para su desgracia, all¨ª no jugar¨¢ Xabi Alonso por culpa de las tarjetas. Y de milagro podr¨¢ alistarse Sergio Ramos, que tambi¨¦n estaba apercibido, pero al que su t¨¦cnico, de forma incomprensible, mantuvo m¨¢s de 70 minutos pese al 0-3 del descanso. Una imprudencia temeraria de Ancelotti en una noche de guante blanco. Con todo, una jornada que fortalece el papel del italiano, que sin cainismos, con templanza y sin broncas, ha sido tan especial que ya tiene al Madrid con una Copa y una orejona a tiro. La naturalidad de Ancelotti, que va a por su tercer trono europeo como t¨¦cnico, ha sido un factor nada desde?able tras temporadas de desquicios y mucha cicuta. De bajo perfil, suelen llamar con desd¨¦n a este tipo de entrenadores que no se desmadran o apropian del ¨¦xito.
BAYERN, 0-MADRID, 4
Bayern M¨²nich: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Schweinsteiger, Kroos; Robben, M¨¹ller (Pizarro, m. 73), Rib¨¦ry (G?etze, m. 71); y Mandzukic (Javi Mart¨ªnez, m. 46). No utilizados: Raeder; Van Buyten, Rafinha y Hojbjerg.
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m. 75), Coentr?o; Bale, Modric, Xabi Alonso, Di Mar¨ªa (Casemiro, m. 84); Benzema (Isco, m. 80) y Cristiano. No utilizados: Diego L¨®pez; Marcelo, Illarramendi y Morata.
Goles: 0-1. M. 16. Sergio Ramos. 0-2. M. 20. Sergio Ramos. 0-3. M. 34. Cristiano. 0-4. M. 90. Cristiano.
?rbitro: Pedro Proen?a (Portugal). Amonest¨® a Dante y Xabi Alonso (se pierde la final).
65.000 espectadores en el Allianz Arena.
Nadie estaba tan en deuda con el Bayern como Ramos, la celebridad de la noche. Hab¨ªa cumplido m¨¢s que con creces su papel y bien que se hab¨ªa ganado su concurso en Lisboa. Como el f¨²tbol tiene sus gui?os con la justicia po¨¦tica, el destino, o lo que sea eso en este juego de embrujos que es el f¨²tbol, no encontr¨® mejor icono para la jornada que Ramos, ese Pirri andaluz que hace dos cursos fue objeto de una catarata de mofas por su err¨¢tico penalti en Chamart¨ªn que le cost¨® a los blancos una semifinal ante el cuadro muniqu¨¦s. Para la expiaci¨®n, en el Allianz Arena se elev¨® a los cielos y por dos veces cabece¨® a la red antes de los 20 minutos del encuentro. Defender a bal¨®n parado no es una virtud de los equipos de Guardiola, m¨¢xime cuando disponen de gente tan poco aplicada como Dante, que quiso remediarlo de la peor forma posible, con un atropello brutal a CR. A Dante y los suyos, Ramos les sac¨® dos p¨¦rtigas. Dos remates que dejaron sonado al Bayern, que ya no se levant¨® de la lona pese al ¨¢nimo de su hinchada, que le mima hasta en las noches de tinieblas. Una fidelidad conmovedora, el escudo prevalece siempre.
La gobernanza del Madrid fue absoluta. Nunca apareci¨® el cuadro timorato de Dortmund. En M¨²nich fue un equipo rotundo, impermeable en defensa, vers¨¢til en el medio ¡ªcon Modric en lo bueno y en lo mejor¡ª y con el gatillo a punto ante Neuer. Logr¨® que no hubiera quien ilustrara al Bayern, que en su transici¨®n ha ganado criterio pero ha perdido tonelaje. Nada que ver con aquel Bayern de toda la vida que arrollaba por m¨²sculo y la siderurgia de sus futbolistas. Hoy busca una v¨ªa menos carca, pero cierra mal por la debilidad de sus centrales, lo que deja a la intemperie a un conjunto que quiere protegerse con la pelota. Ante el Madrid, m¨¢s que tener la pelota la ha retenido, falto de pegada. De una eliminatoria a la que le ha sobrado un tiempo, se lleva una ocasi¨®n de G?tze en Chamart¨ªn, lo que revaloriza la tarea del Madrid en la serie. Pepe y Ramos no han concedido ni migajas y Carvajal y Coentr?o han sacado la cadena a Rib¨¦ry y a Robben. Guardiola tiene tajo en su observatorio tras asumir el riesgo de dar otra cosm¨¦tica a un equipo que llegaba del para¨ªso. Pero no es el catal¨¢n alguien que regatee sus convicciones y persistir¨¢ en su aventura si se lo permiten los popes del Bayern, que son legi¨®n en la nomenclatura.
Con Ramos por las nubes, Cristiano puso la estocada final poco despu¨¦s de la media hora. Fue la vuelta r¨¢pida del partido, el Madrid a todo gas, con Benzema, Bale y CR como cohetes. La jugada la cerr¨® el portugu¨¦s, que en pleno desguace del Bayern estuvo a un dedo de batir a Neuer desde medio campo, como antes Bale. Tan deficiente es la zaga muniquesa que su portero debe jugar m¨¢s all¨¢ de la frontera convencional. Para evitar males mayores, en el intermedio Guardiola retir¨® al inoperante Mandzukic para ganar solidez en la cueva con Javi Mart¨ªnez. Ya era tarde, el segundo tiempo solo ten¨ªa en vilo al madridismo por el atrevimiento de Ancelotti con Sergio Ramos. Lisboa hac¨ªa mucho que estaba a la vista. Como Cristiano tiene el gol por costumbre en cualquier circunstancia, se dio el gozo de cerrar una noche para rebobinar de generaci¨®n en generaci¨®n con un tanto de falta en el ¨²ltimo suspiro. El mejor Madrid, en el mejor momento, como prueba el dato de que desde 1964 no se impon¨ªa en los dos partidos de una semifinal de la Copa de Europa. Chelsea o Atl¨¦tico tienen cita con un Madrid imperial.
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