Cristiano evita un vuelco total en la Liga

Una jornada inesperada no produjo un vuelco total en la Liga por una genialidad de Cristiano, que, a lo Di St¨¦fano, marc¨® de tac¨®n cuando el Madrid estaba a punto de sucumbir. El Valencia, tan encapotado toda la temporada, le sali¨® tan respond¨®n como lo hab¨ªan sido Getafe y Levante ante Bar?a y Atl¨¦tico, respectivamente. De no ser por la maravillosa pincelada de Ronaldo a ultim¨ªsima hora, hasta el Bar?a, que se hab¨ªa despedido el s¨¢bado por boca de Xavi y Martino, depender¨ªa ahora de s¨ª mismo. La tarde tuvo a la Liga en la noria y, aunque el mando lo mantiene el Atl¨¦tico, ninguno de los tres aspirantes est¨¢ marchito, en fuera de juego, aunque los barcelonistas precisan patinazos ajenos. Con el empate del Madrid, a los de Simeone, de ganar al M¨¢laga, les valdr¨ªa igualar en la ¨²ltima jornada en el Camp Nou.

El f¨²tbol, tantas veces imprevisto como una ruleta, depar¨® un d¨ªa de sobresaltos. En Chamart¨ªn no se vislumbraba otra cosa que la victoria local, la de un equipo que llegaba en ¨®rbita tras su paso por M¨²nich frente a otro descamisado tras su pesadumbre en Europa. El partido fue un desmentido. El Madrid empez¨® gripado, sin cadencia, y solo espabil¨® cuando se vio a rueda. El Valencia, que entr¨® en el encuentro con la desdicha a cuestas, resulta que se vio ante la posibilidad de encontrar consuelo en un escenario de alta alcurnia.

Fue un duelo de Diegos, L¨®pez y Alves, los dos porteros. El valencianista sali¨® airoso de su esgrimista duelo con Cristiano, ante el que se interpuso en una tormenta de disparos y ante el que solo se venci¨® con la traca final, un remate genial del portugu¨¦s en el descuento. El madridista tambi¨¦n tuvo su tajo y fue un coloso ante un cabezazo a bocajarro de Parejo, que el gallego desvi¨® al larguero, y en un fogonazo de Feghouli que iba directo a la red. En el c¨®rner posterior, Diego L¨®pez y su regimiento defensivo se quedaron como estalactitas ante el remate de cabeza de Mathieu a un palmo de la porter¨ªa. Un cierre inesperado para un tiempo que se agit¨® en las dos ¨¢reas y tuvo un ritmo pelmazo en la zona media.

El partido no ten¨ªa curvas, era plano. Poco a poco, el Valencia, que lleg¨® desvalido a Chamart¨ªn tras el varapalo europeo, consigui¨® anestesiar al Madrid, que pasaba la noche limitado a colgarse de Ronaldo, al que secundaba Bale, chisposo en el arranque del choque. Sin Modric y con Di Mar¨ªa de descanso, conven¨ªa examinar a Illarramendi, se?alado por Ancelotti como presunto titular en la final de Lisboa ante la sanci¨®n de Xabi Alonso. El t¨¦cnico italiano apost¨® por un 4-4-2, con los dos mediocentros guipuzcoanos e Isco y Bale por las orillas. Esta vez, Cristiano se liber¨® como nunca de la banda izquierda. Encontr¨® pista por la derecha, donde Pizzi intentaba cerrar con Bernat y Parejo, que no es precisamente un futbolista con colmillo.

El encuentro dej¨® mal a Illarra, que no termina de despegar y al que Keita, que tiene horas de vuelo y no se afloja, le hizo descarrilar en varias jugadas. Lo advirti¨® Ancelotti, que recurri¨® a Di Mar¨ªa en el intermedio y retir¨® al vasco. Mal s¨ªntoma a 20 d¨ªas de la final de la Copa de Europa. Tampoco tuvo peso Isco, por lo que el entrenador ech¨® el lazo al otro posible relevo de Alonso, Casemiro. Para entonces, con un 1-2, el Madrid viv¨ªa angustiado y el Valencia encontr¨® el ¨¢nimo en la crecida de su columna fundamental: Alves, Keita, Parejo y Feghouli. Contra la depresi¨®n, nada mejor que una victoria sonada en el Bernab¨¦u. As¨ª es este Valencia en desamparo institucional, tan capaz de ganar en el Camp Nou y anudar gargantas en Chamart¨ªn como de claudicar ante cualquiera.

En desventaja y, de forma inopinada, con la Liga en estampida, el Madrid quiso meter otra marcha. Con Di Mar¨ªa al tambor, el cuadro madridista aument¨® las descargas. Ante las sacudidas, una y otra y otra de Cristiano, Diego Alves se manten¨ªa inexpugnable. Tambi¨¦n tuvo foco Diego L¨®pez, estupendo en un cabezazo de Alc¨¢cer, pero el oleaje era blanco. Hasta que lleg¨® el gol de Sergio Ramos, bendecido esta semana, con cuatro goles de cabeza en los tres ¨²ltimos partidos. Parec¨ªa el principio de la remontada, pero la respuesta visitante fue inmediata. Parejo puso otra vez en alza a su equipo y el Madrid se fundi¨®, se hizo largo y se le not¨® cansado. Bien equilibrado, el Valencia resisti¨® hasta el asalto final, cuando los blancos apretaron los dientes y terminaron invadiendo el ¨¢rea de Diego Alves. Cristiano por fin logr¨® superar al meta brasile?o, para lo que tir¨® de arte, y Morata casi sella el vuelco total al choque en el ¨²ltimo segundo. Un partido de infarto para una Liga que est¨¢ muy viva.