Las manos de Dios
"No existe nada ni bueno ni malo; el pensamiento es el que lo hace as¨ª." Hamlet, de Shakespeare.
Una buena parte del gran mundo futbolero se ha pasado la semana debatiendo si es mejor para un equipo de f¨²tbol poseer o no poseer la pelota. No ha habido cuesti¨®n m¨¢s fascinante desde que Tom¨¢s Aquino se pregunt¨® cu¨¢ntos ¨¢ngeles ser¨ªan capaces de bailar en la punta de una aguja. Pero como la metaf¨ªsica no es un terreno en el que esta columna se mueva con especial holgura hablaremos mejor sobre el gran Juli¨¢n Speroni, tambi¨¦n conocido en su patria adoptiva como Manos de Dios.
Speroni juega en la ¨²nica posici¨®n en el campo donde da lo mismo qui¨¦n sea el entrenador o cu¨¢l sea la filosof¨ªa de juego. Juega de portero o, como dir¨ªan donde naci¨®, de arquero. Es argentino pero lleva m¨¢s de 12 a?os en Reino Unido. Las primeras tres temporadas jug¨® en Escocia, para el Dundee, y desde 2004, en el sur de Londres, para el Crystal Palace. No ha habido argentino m¨¢s querido en tierras inglesas desde que Ricardo Villa y Osvaldo Ardiles vest¨ªan la camiseta del Tottenham en tiempos de la guerra de las Malvinas.
Para los que no lo recuerdan, Reino Unido y Argentina entraron en guerra hace casi exactamente 32 a?os, al final de la temporada inglesa de f¨²tbol 1981-82. Villa y Ardiles no solo siguieron jugando sino que cada vez que uno de ellos tocaba la pelota los aficionados del Tottenham le daban una ovaci¨®n. No quer¨ªan los fans que ninguno de los dos dudase por un segundo de su lealtad, o de su adhesi¨®n al principio inviolable de que en el f¨²tbol el club es mucho m¨¢s importante que la naci¨®n.
Sin la brillantez y valent¨ªa de Speroni, sin el ejemplo que ha ofrecido a sus compa?eros, el Palace no ser¨ªa el equipo con los segundos mejores n¨²meros en defensa en la Premier
Argentina se veng¨® por la derrota en aquella guerra cuatro a?os despu¨¦s, cuando su selecci¨®n de f¨²tbol venci¨® a la inglesa en el Mundial de M¨¦xico gracias a los dos goles m¨¢s famosos de la carrera de Diego Maradona, el primero de ellos, de especialmente doloroso recuerdo para los ingleses, la mano de Dios. Pero para los aficionados del Crystal Palace no existe ni dolor ni resentimiento alguno sino, m¨¢s bien, afecto y gratitud a Argentina por haber engendrado a un coloso de la porter¨ªa como Juli¨¢n Speroni.
As¨ª fue que cuando celebr¨® su partido n¨²mero 250 con la camiseta n¨²mero uno del Palace en marzo de 2012 los fans sacaron una gran pancarta en la que hab¨ªan escrito las palabras ¡°Manos de Dios¡±. Speroni se acerc¨® al sector del estadio donde le hab¨ªan rendido el homenaje y solt¨® varias l¨¢grimas. Dos meses despu¨¦s el Palace ascendi¨® a la Premier League. Seis meses despu¨¦s parec¨ªa seguro que caer¨ªa de nuevo a segunda.
A finales de noviembre del a?o pasado el equipo iba ¨²ltimo en la tabla, con cuatro puntos tras 11 partidos disputados, pero lleg¨® un nuevo entrenador llamado Tony Pulis y todo cambi¨®. Pulis hizo con su equipo exactamente lo que Diego Simeone ha hecho con el Atl¨¦tico de Madrid. Adapt¨® el sistema de juego a los jugadores que ten¨ªa; los organiz¨® en defensa con la minuciosidad de un ajedrecista; y, ante todo, les convenci¨® de que si lo daban todo pod¨ªan ganar a cualquiera. En una entrevista con la BBC esta semana Pulis agreg¨® que tambi¨¦n hab¨ªa tenido la enorme suerte de contar con algunos jugadores que eran ¡°aut¨¦nticos soldados y aut¨¦nticos l¨ªderes¡±. El primero al que nombr¨® fue Juli¨¢n Speroni.
Los aficionados del Palace, que tres veces lo han elegido mejor jugador del a?o, comparten la opini¨®n de su entrenador. Sin la brillantez y valent¨ªa de Speroni, sin el ejemplo inspirador que ha ofrecido a sus compa?eros, el Palace no ser¨ªa el equipo con los segundos mejores n¨²meros en defensa en la Premier desde que lleg¨® Pulis en diciembre, ni hubiera logrado cinco victorias consecutivas en marzo y abril (el Chelsea entre sus v¨ªctimas), ni hubiera ascendido hoy al puesto n¨²mero 11 en la clasificaci¨®n, un r¨¦cord sin precedentes en Inglaterra para un equipo que era colista tres meses despu¨¦s del inicio de la temporada.
La afici¨®n del Palace est¨¢ clamando para que Speroni sea llamado a representar a su pa¨ªs en el Mundial de Brasil. Si se diera el caso, olv¨ªdense de las disputadas islas del Atl¨¢ntico sur, de las guerras, invasiones u otros motivos de rencor hist¨®rico. Habr¨¢ un rinc¨®n del sur de Londres que ser¨¢ siempre argentino.
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