El Levante firma el ¡®sorpasso¡¯

Joaqu¨ªn Caparr¨®s gan¨® el derbi con sus cambios (marcaron ?ngel e Ivanschitz, dos de sus apuestas para el final) y la viveza competitiva de sus jugadores, mucho m¨¢s despiertos esta noche de s¨¢bado que sus adversarios, unos pardillos. Se plasm¨® en el primer gol granota (?ngel), anulado primero por un error del linier y validado despu¨¦s por las justificadas protestas locales. Los valencianistas segu¨ªan en Babia, en una temporada pobr¨ªsima con solo tres victorias fuera de casa. Y una derrota, la de este s¨¢bado, de las que escuecen much¨ªsimo en Mestalla, por perder en el derbi ante su menospreciado rival. El Levante conoce sus limitaciones y explota sus virtudes, tiene nervio y, cuando el juego no le alcanza, llega Keylor Navas, un portero soberbio. Solo Courtois ha estado un escal¨®n por encima del costarricense este curso en el reino de las porter¨ªas. El Ciutat de Val¨¨ncia vivi¨® una fiesta de despedida de fin de curso, cinco campa?as en Primera, al grito de ¡°Val¨¨ncia ¨¦s granota¡±, dos puntos por delante de los valencianistas a falta de una jornada para el final de la Liga.

Apenas se jugaban la honrilla de ser el primer clasificado de la ciudad, una heroicidad para los granota, una miseria para los valencianistas, pero eso ya es mucho cuando un equipo se pone enfrente del otro y hay casi 20.000 espectadores contempl¨¢ndolos. En serio se lo tomaron todos, muy en serio. Una expulsi¨®n (Pedro L¨®pez), nueve tarjetas amarillas y un gol pol¨¦mico as¨ª lo retrataron. Caparr¨®s, por ejemplo, mantuvo un airado careo con su mediocentro Simao porque este no hab¨ªa abierto la bola a la izquierda como el t¨¦cnico ped¨ªa. La intensidad de la ri?a se prolong¨® unos segundos hasta que Simao se achant¨® aceptando la jerarqu¨ªa del entrenador. Puestos a echarse broncas tampoco pasaron inadvertidas las de Alc¨¢cer a Fede, dos chicos de apenas 20 a?os con dos grados de madurez muy distintos.

Inspirado por su reciente victoria ante el Atl¨¦tico, el Levante repiti¨® idea (los tres mediocentros defensivos, Simao, Diop y Sissoko) y optimismo. Gener¨® un inusual n¨²mero de ocasiones de gol, facilitadas casi todas ellas por la presencia en el central zurdo de Senderos, lejos de un estado ideal de forma. Casades¨²s y Barral le batieron en casi todos los duelos.

El Valencia se fi¨® de su mayor finura en la medular, embellecida por el ahora por fin reconocido Parejo, un mediocentro muy por encima del resto. Esta vez volc¨® mucho el juego por la derecha, aprovechando la efervescencia de Jo?o Pereira y Feghouli. De uno de sus centros lleg¨® la volea de Fede, desbaratada en la l¨ªnea de gol por el central Vyntra.

Caparr¨®s fue aligerando al Levante a medida que transcurr¨ªa la segunda parte. Primero entr¨® Xumetra y, m¨¢s tarde, Ivanschitz y ?ngel. El delantero canario tard¨® medio minuto en encontrarse con un mano a mano con Diego Alves, producto de un error de Ricardo Costa al tocar de cabeza hacia atr¨¢s y dejarle la pista despejada a ?ngel, que marc¨® raso por debajo de las piernas del meta brasile?o. La acci¨®n era legal, pero el ¨¢rbitro anul¨® el tanto por un supuesto fuera de juego, mal aconsejado por el linier. A los jugadores del Valencia les falt¨® viveza para dar continuidad al juego y consolidar el error arbitral. Se durmieron y los levantinistas aprovecharon para pedir explicaciones al juez asistente. All¨ª acudi¨® tambi¨¦n el ¨¢rbitro para desautorizar a su ayudante y dar validez al gol. Entretanto, en otra parte del campo, Juanfran hab¨ªa cogido de la pechera al Pizzi sin que ninguno de los cuatro ¨¢rbitros se diera por enterado. Abierta la cita, la cerr¨® Ivanschitz con un disparo raso con el exterior de la zurda tras una preciosa triangulaci¨®n del ataque granota. El orgullo pudo m¨¢s que la t¨¦cnica en el Ciutat de Val¨¨ncia.

El Levante firma el ¡®sorpasso¡¯