La Liga m¨¢s loca pide cita en la ¡®final¡¯ del Camp Nou

Una tarde card¨ªaca, de monta?a rusa emocional, depar¨® un torrente de emociones que dej¨® el t¨ªtulo por decidir. Al Atl¨¦tico, que se atasc¨® con el empate ante el M¨¢laga, le valen las tablas el pr¨®ximo s¨¢bado a las 18.00 en el Camp Nou para ser campe¨®n de Liga 18 a?os despu¨¦s; el Barcelona, que no pas¨® del empate a cero en Elche, necesita la victoria en su estadio para alzar la corona; el Madrid se despidi¨® del t¨ªtulo despu¨¦s de caer 2-0 en Vigo.

Al Atl¨¦tico se le desliz¨® entre los dedos la oportunidad de ganar ya la Liga por falta de acierto ante el gol. Le falt¨® uno y tuvo ocasiones para ello, sobre todo un tiro enroscado de Adri¨¢n que detuvo Caballero en el ¨²ltimo aliento. Est¨¢ escrito que si el conjunto de Simeone gana la Liga lo har¨¢ con toda la fidelidad a su historia, sufriendo y peleando hasta el final.

Queda en el aire la sensaci¨®n de que los rojiblancos han tenido en estas dos semanas el t¨ªtulo en el zurr¨®n, pero ahora se ven obligados a medirse al actual campe¨®n en su casa. No han podido inclinar a su favor esta loca recta final del campeonato, en la que el Bar?a ha cedido dos empates consecutivos (Getafe y Elche) y el Madrid se ha descabalgado sumando dos puntos de los ¨²ltimos nueve posibles que ha disputado. Ninguno de los tres grandes ha aprovechado sus oportunidades en ese tramo loco de una Liga llena de desaciertos.

Los acontecimientos de las ¨²ltimas semanas han generado este disparatado desenlace final en que el Madrid ha revivido al Bar?a y este le ha puesto la Liga a tiro al Atl¨¦tico, que a su vez ha continuado con el papel de su vecino alargando las esperanzas de los de Martino. El ganador final saldr¨¢ de esos 90 minutos a todo o nada del Camp Nou. Una verdadera final, cara a cara entre los dos ¨²nicos aspirantes. Una cita ¨²nica y excitante desde todos los ¨¢ngulos posibles, los estilos opuestos, el discurrir de uno y otro en el d¨ªa a d¨ªa y por el campeonato, y como colof¨®n la victoria o el drama. Puro f¨²tbol.

Pudo present¨¢rsele un panorama peor al Atl¨¦tico si Alderweireld no hubiera cazado un c¨®rner a falta de un cuarto de hora. El tanto, nacido de nuevo de otro enguante de Sosa desde el bander¨ªn, sofoc¨® el pavor reinante en el Calder¨®n tras adelantar Samuel al M¨¢laga. Ah¨ª se gener¨® uno de esos silencios fr¨ªos, el paso mete¨®rico del optimismo a la decepci¨®n que representa como nadie esa historia de las historias que es el Maracanazo.

Una gran parada de Caballero a Adri¨¢n en el ¨²ltimo suspiro pudo decidirlo todo

Ese silencio lo sesg¨® Simeone, c¨®mo no, que hasta el momento se hab¨ªa negado a jugar su baza de core¨®grafo. Guardaba esa bala y la utiliz¨® cuando m¨¢s la necesitaban sus jugadores y hasta la hinchada. Una vez m¨¢s se consagr¨® como referente emocional. Se rehicieron todos. Equipo y grada empujaron y buscaron, tras el empate, ese tanto que nunca lleg¨®. A Sosa, con el c¨¢ntico de Luis Aragon¨¦s, Luis Aragon¨¦s de fondo ante la ejecuci¨®n de la que era su suerte favorita, un libre directo, le falt¨® un palmo para la gloria. Demasiado rom¨¢ntico y redondo hubiera sido. Luego, Caballero interpuso esa manopla para desviar la rosca de Adri¨¢n. Otro lance que hubiera generado una historia entra?able, en su caso de auge, ca¨ªda y resurrecci¨®n.

Tuvo que disputar el Atl¨¦tico un partido angustioso para poder ir a Barcelona con esa ventaja de tres puntos que le valida el empate. En todo fue reconocible el equipo de Simeone. En acorralar al M¨¢laga de inicio con c¨®rners y faltas laterales y tambi¨¦n en tener problemas para agujerear con claridad a un equipo que le cede demasiado campo. Hasta en la fatalidad de Villa ante el gol fue reconocible. Suya fue la ocasi¨®n m¨¢s clara. Una combinaci¨®n con su molde, una combinaci¨®n r¨¢pida Miranda-Koke tras un robo, un pase largo de Gabi prolongado por Ra¨²l Garc¨ªa y una finalizaci¨®n violenta de Villa contra el larguero ante la salida de Willy Caballero. Parece que la negaci¨®n ante el gol ha acelerado la cabeza del asturiano en el ¨¢rea donde siempre fue m¨¢s t¨¦mpano que volc¨¢n. Ya ante el Levante tambi¨¦n se le fue alta una ocasi¨®n clara cuando tuvo tiempo para pensar. Lo que no fue tan reconocible fue la actuaci¨®n de Tiago, muy fall¨®n.

Samuel adelant¨® a los andaluces y Alderweireld igual¨® de cabeza

Jug¨® el Atl¨¦tico con la sensaci¨®n de que el campeonato se le resbala de las manos porque la pelota se le ha negado a entrar en los dos ¨²ltimos partidos. Ra¨²l Garc¨ªa, a rosca de Juanfran, fall¨® uno de esos cabezazos claros que tanto le han ayudado a asaltar la titularidad. Tampoco Koke acert¨® a meter bien la bota en otro centro raso de Juanfran, otro tic reconocible. El M¨¢laga fue un equipo que ense?¨® oficio arriba con Santa Cruz y Amrabat, dos delanteros de esos que sacan de quicio a los centrales con su juego de espaldas y su movilidad. En el medio tambi¨¦n plant¨® cara el M¨¢laga desde el combate posicional y f¨ªsico de Barber y Camacho y ese manejo resabiado de Duda desde la banda izquierda. Los tres centrales y las p¨¦rdidas de tiempo denotaron que no hab¨ªa viajado a Madrid para entregar el partido.

En esa descarga ya necesaria desde la reanudaci¨®n fue Villa el que tuvo otra ocasi¨®n. Escorado a la izquierda, Caballero le meti¨® la mano en un remate alto. Necesitado de la victoria, Simeone sent¨® a Koke y meti¨® a Adri¨¢n. Luego dio entrada a Sosa y a Diego por Arda y, como ante el Levante, ese vuelco de delanteros y creativos le expuso a las contras. Y las recibi¨®. Primero una que plant¨® a Santa Cruz ante Courtois, que cumpli¨® con su cupo de milagrero tapando con el cuerpo el remate y aliviando a una grada que poco despu¨¦s se llev¨® el gran mazazo. No se entendieron entre Courtois, Miranda y Alderweireld en un bal¨®n largo, Samuel lo elev¨® por encima del meta y lo remach¨® con la cabeza. La pelota acompa?¨® en su rodar lento el silencio y la angustia que se apoderaban de una hinchada a la que se le aparecen ahora, justo con el t¨ªtulo en juego, esos episodios fatales que la atormentan. La levant¨® Simeone, el gol de Alderweireld, y esa b¨²squeda ag¨®nica de un gol que no lleg¨® y le depar¨® que si es campe¨®n lo ser¨¢ con toda la fidelidad a su historia. El Camp Nou aguarda una final que por fin desenredar¨¢ esta Liga tan loca como emocionante.

El resumen del partido