Beto corona a un ¨¦pico Sevilla
El conjunto de Emery logra su cuarto t¨ªtulo europeo tras imponerse en la tanda de penaltis El portero decide el encuentro al detener los disparos de Cardozo y Rodrigo
Palop lo vio desde la grada. Beto lo emul¨® como en Glasgow en 2007. Par¨® dos penaltis de la tanda, uno a Cardozo y otro al espa?ol Rodrigo, y los sevillistas fueron implacables desde los 11 metros: marcaron Bacca, M'Bia, Coke y Gameiro. Gan¨® el Sevilla su tercera Liga Europa, su cuarto t¨ªtulo europeo, tras sufrir una enormidad, gracias a una mano que sali¨® del cielo y le abri¨® las puertas de la gloria. Un t¨ªtulo que se fragu¨® desde el 1 de agosto, jugando dos eliminatorias previas, sobreviviendo en octavos ante el Betis, tambi¨¦n en los penaltis, con el gol postrero de M¡¯Bia en Mestalla. No hay empresa que asuste al Sevilla, curtido en mil y una batallas en esta competici¨®n con la que le une un hilo especial y m¨¢gico.
SEVILLA, 0-BENFICA, 0
Sevilla: Beto; Coke, Fazio, Pareja, Alberto Moreno; M'Bia, Carri?o; Reyes (Marin, m. 77-Gameiro, m. 103), Rakitic, Vitolo (Diogo, m. 110); y Bacca. No utilizados: Varas; Iborra, Fernando Navarro y Trochowski.
Benfica: Oblak; M. Pereira, Luis?o, Garay, Siqueira (Cardozo, m. 98); Amorim, A. Gomes, Gait¨¢n (Cavaleiro, m. 118); Sulejmani (Almeida, m. 25), Lima y Rodrigo. No utilizados: Artur; Vit¨®ria, Jardel y Djuricic.
Tanda de penaltis (4-2): Lima (gol, 0-1). Bacca (gol, 1-1). Cardozo (falla, 1-1); M'Bia (gol, 2-1); Rodrigo (falla, 2-1); Coke (gol, 3-1); Luis?o (gol, 3-2); Gameiro (gol 4-2)..
?rbitro: Felix Brych. Amonest¨® a Fazio, Alberto Moreno, Coke, Almeida y Siqueira.
Juventus Stadium. 33.120 espectadores.
Por esa alma forjada en la ¨¦pica europea que ya alimenta a este equipo, el Sevilla supo competir desde el inicio hasta el final ante un grande del f¨²tbol europeo como el Benfica. Quiz¨¢s lo hizo con armas algo peque?as, pero dignas, con toneladas de sufrimiento. Un coraz¨®n de caballo y dos centrales fastuosos a los que a?adir el f¨²tbol de Rakitic. Dominado casi siempre por el Benfica, al Sevilla le ilumina la diosa fortuna, que premi¨® su entrega alargando la final hasta la pr¨®rroga, dram¨¢tica, y hasta los penaltis, donde lleg¨® el punto final glorioso. El Benfica, bajo la maldici¨®n de Guttmann, ha perdido ocho finales europeas (todas desde la Copa de Europa de 1962).
Con un disfraz numantino, el Sevilla padeci¨® lo indecible ante un campe¨®n portugu¨¦s que se preguntaba, una y otra vez, por su maldito sino en Europa, pues desperdici¨® hasta cinco ocasiones muy claras. Un gol abr¨ªa las puertas del cielo. La tuvo Bacca. Reventado, la tir¨® fuera. Poco despu¨¦s, Emery quitaba a su revulsivo, Marin, un fantasma, para dar entrada a Gameiro. El drama de la pr¨®rroga se vivi¨® en los gemelos de Bacca, destrozado, en el cansancio de dos equipos que lo hab¨ªan dado todo. Todo con un punto ¨¦pico, lleno de sentimiento, desgarrador. No hubo sorpresas en la alineaci¨®n inicial, porque Emery recuper¨® a Vitolo, tocado. Pero s¨ª hay detalles que pueden definir en las grandes citas. Por ejemplo, el exceso de fuerza con el que Fazio y Alberto Moreno se emplearon en el primer cuarto de hora. Dos amarillas con peso. En especial para el lateral.
El Sevilla le apret¨® al Benfica en la salida del bal¨®n, consciente quiz¨¢s de que uno de los pocos peros que se le pueden poner a este equipo es que le falta una pizca de creatividad. Sin demasiados sobresaltos, salvo en un remate de Garay a saque de falta que despej¨® Beto, los dos equipos se midieron mucho. Dominaba algo m¨¢s el Benfica, pero el Sevilla respond¨ªa con oficio, serio en defensa, en espera de alguna aparici¨®n de Rakitic. En el equipo andaluz chirriaron algunas acciones de sus laterales, a los que la cita les pudo superar. Coke y Alberto equivocaron a veces sus funciones, confundiendo la velocidad con la precipitaci¨®n. Llegaron como un chaparr¨®n cinco minutos angustiosos, en los que el Sevilla se borr¨®. Justo antes del descanso. El Benfica, todo oficio, olisque¨® la sangre. Beto salv¨® ante el lateral Pereira, que le cogi¨® la espalda a lo mejor del Sevilla, sus centrales.
El Sevilla, hecho a?icos, vivi¨® de una nueva parada de Beto ante Rodrigo. Todav¨ªa Fazio se la jug¨® ante Gait¨¢n cuando el argentino se quedaba solo frente a su compa?ero. El argentino no hizo penalti de milagro. Lami¨¦ndose las heridas lleg¨® el Sevilla al descanso. El conjunto portugu¨¦s dejaba jugar al Sevilla, pero se mostraba voraz cuando detectaba una fuga en su sistema defensivo.
Los de Jorge Jesus se lanzaron a por el Sevilla aprovechando la inercia. Un nuevo error de Alberto Moreno propici¨® un contragolpe demoledor, donde Pareja salv¨® bajo palos el disparo de Lima. El internacional, alocado, atemorizado por la tarjeta que hab¨ªa visto, se convirti¨® en un peligro para su propio equipo. El partido se desquici¨®, despoj¨¢ndose del halo conservador con el que se desarroll¨® con anterioridad.
El Benfica reclam¨® un penalti de Alberto y el Sevilla, guiado por un Rakitic genial, se acerc¨® con peligro en dos remates de Reyes. Cuando peor estaba, los andaluces sacaron orgullo para resistir mientras se desataba un toma y daca apasionante. Cansado, haciendo de cada acci¨®n defensiva un acto heroico, el Sevilla sigui¨® aguantando. Por ejemplo, al tirazo de Lima que sac¨® Beto, adornado con el en¨¦simo cruce a vida o muerte de Fazio. As¨ª, sobrevivi¨® hasta la pr¨®rroga. Y hasta una rueda de penaltis maravillosa.
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