Conexi¨®n ib¨¦rica en Tur¨ªn
10.000 sevillistas toman la capital del Piamonte junto a miles de benfiquistas para formar una enorme marea rojiblanca
Tur¨ªn, industrial y pac¨ªfica, vivi¨® un d¨ªa distinto. La capital del Piamonte, cuna del movimiento que acab¨® reunificando Italia, tuvo la oportunidad de unir, ahora, a dos aficiones numerosas y bulliciosas. La del hist¨®rico Benfica y este Sevilla todo pasi¨®n que busca su cuarto t¨ªtulo europeo. No era d¨ªa para pasear en bici por el cuadril¨¢tero, como se conoce el ordenado centro de una ciudad ajena al gran turismo en Italia pero con indudables monumentos y edificios de indudable belleza. Los turineses, laboriosos, esquivaban como pod¨ªan a los numerosos aficionados que alteraron su orden m¨¢s tradicional. En el cuadril¨¢tero, flanqueado por la Plaza del Castillo y la Plaza de San Carlos, hinchas del Sevilla y Benfica rivalizaron en c¨¢nticos y en demostraciones de fidelidad a sus respectivos equipos. Hab¨ªa m¨¢s portugueses que andaluces. Conviene tener en cuenta que el Benfica es una de las instituciones deportivas m¨¢s importantes de Europa, con m¨¢s de cien mil socios, y diversas secciones. Un club en may¨²sculas que arrastr¨® hasta el norte de Italia a m¨¢s de 20.000 hinchas. Frente a ellos, 10.000 sevillistas ¨¢vidos de gloria, incansables, peque?os y grandes, viejos y j¨®venes. Junto a ellos, s¨ªmbolos como el meta Palop, h¨¦roe de otras Copas ganadas, como la UEFA de Glasgow, o sevillistas de coraz¨®n como el defensa Juan Cala, mezclado con los hinchas tras su experiencia en el Cardiff.
Una gran familia andaluza que tuvo su zona de esparcimiento en los Jardines Reales. Una fan zone llena de colorido y m¨²sica, pero sin barras, sin alcohol. Un descuido o una medida tomada adrede que desesper¨® a muchos sevillistas. Se buscaron la vida en las calles adyacentes a los bellos jardines turineses. La cerveza se acab¨® en esos establecimientos mientras de las neveras sal¨ªa a raudales jam¨®n y queso. Todo cuidadosamente cortado y empaquetado. Transportado en algunos de los 50 vuelos que partieron desde Sevilla y colapsaron un aeropuerto que abri¨® las 24 horas durante los dos d¨ªas. Hubo alg¨²n que otro retraso, pero los vuelos se fueron desarrollando con cierta normalidad para que los sevillistas llegaran a Tur¨ªn. Ah¨ª, ante miles de sevillistas, el presidente, Jos¨¦ Castro, se dio su primer ba?o de multitudes arengando a los suyos. ¡°Esta Copa es nuestra¡±, grit¨®.
En la ¨²ltima final ganada por el equipo andaluz, en la Copa de Barcelona 2010, ante el Atl¨¦tico, fue Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido el encargado de poner el punto final a una jornada impresionante de fervor sevillista. Ahora, a Del Nido le toc¨® vivir este ambiente muy lejos de esos Jardines Reales donde el sevillismo vibr¨® de manera especial, como tambi¨¦n lo hizo en las ordenadas calles de Tur¨ªn, en un Piamonte con sabor latino. Portugueses y andaluces en busca de una Copa hist¨®rica. Solo tres equipos han sido capaces de ganar tres Copas de la UEFA: Inter, Liverpool y Juventus. El Sevilla tambi¨¦n desea entrar en ese selecto club.
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