¡°Esto es una verg¨¹enza¡±
Martino y su equipo han perdido la complicidad de la plantilla por sus m¨¦todos anticuados
Una ma?ana, durante el entrenamiento, cuando todav¨ªa el Barcelona compet¨ªa en tres frentes, Gerardo Martino y su mano derecha, Jorge Pautasso, se dieron por satisfechos con los rondos que hab¨ªan realizado los jugadores y se fueron a ver c¨®mo trabajaban Vald¨¦s y Pinto. Para entonces, hac¨ªa ya tiempo que en la ciudad deportiva a nadie le gustaba la manera de hacer de los t¨¦cnicos y la confianza que se hab¨ªa ganado Tata en el vestuario durante la gira por Asia hab¨ªa dejado paso a la incredulidad por unos m¨¦todos que los m¨¢s ben¨¦volos en el Camp Nou consideran ¡°anticuados¡±. Con los jugadores se qued¨® aquel d¨ªa el profe Pauloroso y orden¨® minipartidos de cuatro contra cuatro. En esas, un veterano dio el alto y se dirigi¨® al ayudante de Martino. ¡°Pero profe, ?no ve que esto es una verg¨¹enza?, que con esta intensidad no vamos a ning¨²n sitio¡±. Todos callaron, conscientes de que ten¨ªa raz¨®n, que para ejercitar la presi¨®n y la velocidad de pase se requiera otra marcha, la que exig¨ªa Guardiola o Tito Vilanova. La respuesta del profe¡ª¡°?Pero no se me enoje!¡±¡ª result¨® un hachazo para muchos. ¡°Supe que no entend¨ªan nada y ya no lo entender¨ªan nunca¡±, recuerda un futbolista veterano.
Siendo cierto que el futbolista tiende a agarrase a cualquier cosa con tal de encontrar una excusa que le libere, no es menos cierto que la sensaci¨®n de que la opci¨®n impuesta por Sandro Rosell funcion¨® a corto plazo, pero fracas¨® a la larga. D¨ªa a d¨ªa, el trabajo de Martino ¡ª ¡°especialmente de sus ayudantes¡±, dicen en Sant Joan Despi¡ª avis¨® de que por a?ejos, los m¨¦todos no eran para este Bar?a y que sus palabras no cuadraban con el trabajo ni se adaptaban ni quer¨ªan hacerlo.
¡°Son orgullosos, tienen su m¨¦todo y se aferraron a ello¡±, les definen quienes han trabajado a su lado y se han desesperado al ver lo poco que se les ha tenido en cuenta. Entienden desde el club que la manera de jugar y entrenar del Barcelona es de lo m¨¢s peculiar, basada siempre en un modelo de juego irrenunciable, con la idea de lo aprendido en La Masia como piedra filosofal. No era cuesti¨®n de realizar m¨¢s conservaciones o rondos, simplemente bastaba con no obviar la intensidad en el d¨ªa a d¨ªa ni cuestiones b¨¢sicas referentes a la disposici¨®n de los jugadores, la creaci¨®n de l¨ªneas de pase, las colaboraciones defensivas, las transiciones de ataque-defensa y viceversa¡ ¡°Para trabajarlo bien, hay que dominar estos aspectos¡±, conviene gente del club. ¡°Ellos han podido hacer un m¨¢ster para ponerse al d¨ªa y tampoco han querido¡±, dicen quienes m¨¢s han sufrido su ninguneo, porque ni siquiera en la planificaci¨®n de los partidos han encontrado la manera mejor de dejarse llevar para adaptarse.
Para trabajar al nivel del Barcelona, cuentan en los despachos, hay que tener cierto dominio de las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas al f¨²tbol, y no han querido participar en ese proceso. De hecho, los tres analistas azulgrana han seguido desmenuzando partidos, uno tras otro, como lo hac¨ªan con Guardiola y Tito, incluso m¨¢s al principio de curso, total para nada. Los informes sobre los rivales, exhaustivos y detallados, pasaban a manos de los tres analistas que trajo Martino, m¨¢s propensos a las libretas y a usar documentos de Word, en soportes en los que la secretar¨ªa t¨¦cnica hace tiempo que invierte, como Er1c, Sport Coach y el popular Media Coach, que ofrece im¨¢genes panor¨¢micas y estad¨ªsticas. Tampoco atendieron al criterio y dedicaci¨®n exhaustiva de los preparadores f¨ªsicos, cuya informaci¨®n ha sido sistem¨¢ticamente ignorada.
¡°Valoramos mucho la personalidad del Tata y su trabajo, mucho m¨¢s de que se valora desde fuera" insisti¨® Xavi ayer. A ¨¦l, como a todos, siempre le quedar¨¢ el recuerdo del Tata que descubrieron en la gira de verano, cercano al jugador, cuando se entendi¨® que si no se entrenaba era por culpa del departamento de marketing, la que refiere a un caballero que defendi¨® mejor el escudo con la palabra que en el banquillo. Puede que, honrado como es, nadie sea m¨¢s consciente que el Tata al saber que este cielo no es el suyo.
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