Esperanza contra pron¨®stico
Con la competici¨®n europea finalizada, y antes de que se inicie el Mundial de Brasil, surgen algunos interrogantes interesantes
"No te puedes imaginar lo que el Mundial significa para Brasil". Ronaldinho, en marzo de 2013.
Lo habitual por estas fechas es empezar a llenar el vac¨ªo que nos deja el final de la temporada europea con especulaciones sobre desorbitantes fichajes veraniegos. El a?o pasado pudimos contar con las telenovelas que protagonizaron Bale y Neymar, que en el caso del brasile?o se prolong¨® hasta finales de invierno, pero ahora que Messi ha llegado a un acuerdo con el Barcelona para recibir un sueldo m¨¢s digno, que Cristiano Ronaldo no se va a ning¨²n lado y que Luis Su¨¢rez da la impresi¨®n, por ahora, de querer quedarse en el Liverpool, no tenemos m¨¢s remedio que conformarnos con el Mundial.
El ¨²ltimo, el de Sud¨¢frica, tuvo su emoci¨®n si uno era espa?ol, excluyendo a aquel sector de la poblaci¨®n que preferir¨ªa no serlo. Pero el nivel de juego, excepto en la semifinal entre Espa?a y Alemania, fue m¨¢s bien de Europa que de Champions League. En cuanto al Mundial anterior, el de 2006 en Alemania, si no hubiera sido por el cabezazo de Zidane a Materazzi en la final habr¨ªa pasado ¡ªsalvo en Italia (que gan¨®, para los que no lo recuerdan)¡ª al m¨¢s absoluto olvido.
Pero la esperanza nunca muere y, al menos antes de que se inicie la competici¨®n, surgen algunos interesantes interrogantes.
?Podr¨¢ conquistar la Copa del Mundo un Brasil que recuerda m¨¢s al Chelsea de Mourinho que a la legendaria sele?ao de 1970?
?Podr¨¢ conquistar la Copa del Mundo un Brasil que recuerda m¨¢s al Chelsea de Mourinho que a la legendaria sele?ao de 1970? ?Tendr¨¢ Espa?a, la selecci¨®n m¨¢s saciada de triunfos y la mejor sobre el papel, la motivaci¨®n necesaria para repetir el triunfo de hace cuatro a?os? Si Espa?a elimina a Brasil con un gol de Diego Costa, ?el brasile?o lo celebrar¨¢? ?Portugal, con un boyante Ronaldo a la cabeza, podr¨ªa transformar su eterno potencial en gloria? Y en cuanto a Argentina, ?en caso de que se llevase el trofeo se pondr¨ªa fin al debate sobre si Messi es el mejor jugador de todos los tiempos? Siempre se ha dicho que el gran m¨¦rito de Maradona fue ganar un Mundial "¨¦l solo", con un equipo por lo dem¨¢s mediocre, pero el de 1986 podr¨ªa llegar a recordarnos a los Harlem Globetrotters comparado con lo que la actual selecci¨®n argentina tiene de la delantera para atr¨¢s.
Por otro lado, habr¨¢ cierta curiosidad por ver si alg¨²n equipo africano por fin llega a semifinales, por ejemplo Costa de Marfil, liderado por el gran Yaya Tour¨¦. Y, para los amantes de lo esot¨¦rico, ? las selecciones de Australia, Ir¨¢n o Inglaterra dar¨¢n la alegr¨ªa a sus pueblos de clasificarse para la segunda fase del torneo?
Puede, claro, que no se d¨¦ ninguna gran sorpresa; puede que el nivel de juego siga siendo bajo, pero puede tambi¨¦n que tengamos el cuestionable consuelo de presenciar un Mundial que nos ofrezca mucho m¨¢s que mero f¨²tbol. Incluso es posible que cuando recordemos el Mundial 2014 el f¨²tbol sea lo de menos.
?Tendr¨¢ Espa?a, la selecci¨®n m¨¢s saciada de ¨¦xitos, la motivaci¨®n para repetir el triunfo de hace cuatro a?os?
Hace cuatro a?os la gran mayor¨ªa de los sudafricanos estaban encantados y orgullosos de que la gran fiesta futbolera se celebrara en su pa¨ªs. El debate sobre si hubiera sido mejor invertir dinero p¨²blico en casas nuevas que en estadios nuevos ocup¨® m¨¢s las mentes de un nutrido grupo de intelectuales que las de los habitantes de las chabolas. Pero en Brasil el debate est¨¢ en las calles. Buena parte de la poblaci¨®n anfitriona amenaza con participar en manifestaciones de repudio contra la celebraci¨®n del torneo en su tierra.
Ante la posibilidad de disturbios y violencia policial en las grandes ciudades se podr¨ªa llegar al extremo de que, por primera vez en la historia, el suspense de un Mundial resida m¨¢s en lo que pase fuera de los estadios que dentro. Lo que podr¨ªa asentar un precedente ya que, despu¨¦s de Brasil, nos esperan Mundiales en Rusia y en Catar; es decir, en un pa¨ªs que ha pasado del comunismo a algo muy parecido al fascismo en 25 a?os y en otro que, por muchos rascacielos y campos con aire acondicionado, apenas se ha alejado en lo pol¨ªtico y lo social de la Europa de la Edad Media.
Mientras tanto, esperemos que pese a los peores pron¨®sticos, y ante la ausencia de grandes emociones en el mercado de traspasos europeo, que en junio y julio Messi, o Cristiano, o Costa o ¡ªincluso¡ª Neymar nos alegren las jornadas con temas m¨¢s divertidos e inocentes de conversaci¨®n.
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