Dos colombianos contra los Dolomitas

Quien crea que pedalear en bicicleta sintiendo el viento en la cara es sin¨®nimo de libertad deber¨ªa o¨ªrle a Luca Scinto, el volc¨¢nico director del Neri Sottoli, el equipo m¨¢s modesto, quien, enfadado porque ninguno de sus corredores logr¨® entrar en la fuga hacia Montecampione el domingo, les castig¨® a todos con varias horas de estancia al frente del pelot¨®n, tirando de todos los dem¨¢s, que, a rueda, silbaban de contento. ¡°No les viene mal que les d¨¦ un poco el viento en la cara, y as¨ª aprendan mejor su oficio¡±, dijo Scinto, el castigador, quien, para completar la jornada, por la noche los mont¨® en el autocar a todos y se los llev¨® de excursi¨®n para pasar el d¨ªa de descanso, ayer, lunes, al Passo del Tonale, donde, a 1.886 metros de altura, ya hac¨ªa fr¨ªo a la hora que llegaron oscura, luna en cuarto menguante, y la sombra ominosa de los picos de alrededor, que al amanecer descubrieron blancos.

Poco despu¨¦s, cuando les tocaba, a ellos, y a m¨¢s de medio Giro, que tambi¨¦n durmi¨® en el Tonale, salir a entrenarse para que las piernas no se perdieran un d¨ªa de pedaleo, las nubes bajas ocultaban ya la vista espectacular, y con ellas tambi¨¦n la lluvia, y el miedo en los corazones de los corredores, a quienes les espera hoy el d¨ªa m¨¢s corto en kil¨®metros (solo 139), pero tambi¨¦n el m¨¢s duro: Gavia (cima a 2.618 metros, un pasillo angosto flanqueado por muros de hielo de 12 metros de altura), Stelvio (cima Coppi, el m¨¢s alto, 2.758) y Val Martello, la meta, 2.059 metros. Entre los tres gigantes, 67 kil¨®metros de ascensi¨®n para superar un desnivel de 4.300 metros (casi 70 metros por kil¨®metro de media, es decir, casi un 7%). Para entrenarse, los Omega del l¨ªder, Rigo Ur¨¢n, se montaron en los coches y bajaron del Tonale a las llanuras de Ponte di Legno, donde llov¨ªa menos; los Movistar de Nairo Quintana, el principal desafiante pese a la distancia entre ambos (2m 40s, logrados por Ur¨¢n entre la contrarreloj por equipos y la individual de Barolo, donde Quintana, febril, perdi¨® m¨¢s de lo que esperaba), pues entre colombianos deber¨ªan jugarse el Giro, instalaron los rodillos en el garaje de su hotel y sudaron sobre bici est¨¢tica. Todos tuvieron tiempo de hablar de lo que podr¨ªa pasar al d¨ªa siguiente si empezaba a nevar, como anuncian los meteor¨®logos, y helaba por la noche.

El l¨ªder muestra una aparente indiferencia por la posible suspensi¨®n de etapa

Y mientras Rigo, el l¨ªder que defiende maglia rosa, mostraba una aparente indiferencia hacia la posibilidad de una suspensi¨®n de los gigantes dolom¨ªticos, tan p¨¢lidos ¨C¡°las diferencias en Val Martello, que s¨ª se subir¨¢ seguro, ser¨¢n las mismas se hagan antes Gavia y Stelvio o no¡±, dice Ur¨¢n, que el a?o pasado, cuando ¨¦l estaba en la situaci¨®n de Quintana, vio c¨®mo la suspensi¨®n de la misma etapa por las mismas circunstancias favoreci¨® al l¨ªder defensor, Vincenzo Nibali--, Quintana cree que las diferencias ser¨¢n m¨¢s grandes ¨C¡°a mi favor o a favor de otros¡±, precisa¡ªsi se suben Gavia y Stelvio, como finalmente decidi¨® la organizaci¨®n a la espera de como amanezca el d¨ªa hoy, martes. ¡°No es lo mismo llegar al pie del Val Martello cansado o no, con todo el equipo o sin equipo, o llegar en pelot¨®n de 80, todos metiendo codos para coger buena posici¨®n que en grupo ya seleccionado¡±, dice el colombiano de Tunja. ¡°Yo quiero que se suba todo. Yo necesito que haya las mayores diferencias posibles¡±.

¡°Somos de regiones distintas y cada uno tenemos nuestra ¡®fanaticada¡±, dice Nairo

La situaci¨®n tiene algo de parad¨®jico: educado en Espa?a en la escuela de Indurain por Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri y Eusebio Unzue, Ur¨¢n se encuentra como el gran navarro: en la necesidad de defender en monta?a ante un escalador puro la ventaja conseguida en las contrarreloj. Y Quintana, guiado por el mismo Unzue, se ve en la obligaci¨®n de atacar como escalador puro (y estar atento a los movimientos de otros pretendientes igualados: Aru, Majka, Pozzovivo, Rolland¡­). Y no solo en esto, en lo impuesto por las consideraciones t¨¢cticas se diferencian los dos colombianos que se jugar¨¢n el Giro en los Dolomitas. ¡°Somos los dos colombianos, s¨ª¡±, dice Quintana, ¡°pero de regiones diferentes. Y toda Colombia quiere que gane el Giro un colombiano, pero cada uno tenemos nuestra fanaticada¡±. As¨ª, Ur¨¢n, paisano de Urrao (Antioquia), desconf¨ªa de la seriedad de las enfermedades que Quintana, afirma han mermado su rendimiento durante el Giro: ca¨ªda, fiebre durante las etapas, infecci¨®n de garganta, infecci¨®n del o¨ªdo derecho, ac¨²fenos¡­ ¡°Yo cuando estoy mal, estoy mal, y no puedo ni andar¡±, dice Ur¨¢n. ¡°En cambio, Nairo dice que est¨¢ mal y cuando ataca saca siempre ventaja. Se sabe mover muy bien, es muy listo¡­¡± ¡°La diferencia entre los paisas y nosotros, los de Boyac¨¢¡±, dice Quintana, ¡°es que ellos le prestan mayor importancia instant¨¢nea a cualquier suceso, mientras que para nosotros, todo es m¨¢s pasajero, m¨¢s relativo¡­¡±