Miami desmantela a los Pacers y se mete en su cuarta final seguida

Miami se meti¨® en su cuarta final consecutiva de la NBA tras deshacerse de los Pacers con una contundencia demoledora (117-92). LeBron James, el big three, el equipo que ha ganado los dos ¨²ltimos t¨ªtulos, ley¨® perfectamente la situaci¨®n a la que se enfrentaban y aprovecharon la oportunidad con una eficacia absoluta. Jugaban el sexto partido en casa y, sabedores de lo peligroso que pod¨ªa ser un s¨¦ptimo partido en Indian¨¢polis, resolvieron el match ball con autoridad y zanjaron la final de la Conferencia Este con un 4-2.

Los Pacers volvieron a perder el desaf¨ªo, como hace un a?o, y lo hicieron, adem¨¢s, con una actuaci¨®n deplorable, tan nefasta que puede acarrear consecuencias en la toma de decisiones del equipo que dirige Frank Vogel. Nada m¨¢s empezar el tercer cuarto, Indiana ya perd¨ªa por 28 puntos (62-34) y lleg¨® a acumular una desventaja de 37 puntos (86-49). Claudicaron de manera decepcionante y muy especialmente sus mejores hombres, Paul George, Hibbert y Hill. George fue su m¨¢ximo anotador, con 29 puntos, pero la mayor¨ªa de esos puntos llegaron cuando el partido estaba ya decidido.

LeBron James, tras jugar en Indian¨¢polis su peor partido en su largu¨ªsima trayectoria en los playoffs y anotar solo 7 puntos, recuper¨® su nivel habitual, es decir, su excelencia, y concluy¨® con 25 puntos y 6 asistencias. Fue el m¨¢s destacado junto a Bosh, con 25 puntos y 8 rebotes.

El ¨²nico que anim¨® el encuentro con sus exc¨¦ntricas acciones fue Lance Stephenson. El suyo es un caso digno de estudio. A sus 23 a?os, en su cuarta temporada en la NBA tras ser elegido en el puesto 40 del draft de 2010 y con el contrato m¨ªnimo que este a?o asciende a poco m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares, Stephenson se ha erigido en el jugador m¨¢s exc¨¦ntrico pero, a la vez tambi¨¦n uno de los m¨¢s efectivos, de su equipo.

En el quinto partido ya protagoniz¨® un par de acciones ins¨®litas, como soplarle a la cara a LeBron James, o entrometerse entre Spoelstra y sus jugadores cuando el entrenador de los Heat estaba impartiendo instrucciones. En el sexto encuentro, Stephenson se las tuvo de nuevo con LeBron.

Tras un par de roces, despu¨¦s de que LeBron le diera con la mano en la cara cuando trataba de defender un lanzamiento triple, Stephenson respondi¨® toc¨¢ndole la cara a la estrella de los Heat en una acci¨®n sin bal¨®n por en medio. Poco despu¨¦s, Stephenson, en el intento de llegar a un bal¨®n, le dio un manotazo a Cole. Los ¨¢rbitros sancionaron la acci¨®n con una falta flagrante de grado uno, es decir, con dos tiros libres y posesi¨®n para Miami.

La frustraci¨®n de los Pacers ven¨ªa de atr¨¢s. Durante su serie ante Miami, las acciones de Stephenson y Hibbert simulando faltas les vali¨® sendas multas, y las cr¨ªticas de George a los ¨¢rbitros le supusieron otra multa de 25.000 d¨®lares. Las disensiones en el equipo ya hab¨ªan trascendido antes del inicio de los playoffs y fueron ¨¢cidos los reproches de Hibbert hacia sus compa?eros.

El ¨¦xito del big three desde que se junt¨® en 2010 cuando LeBron dej¨® Cleveland y Bosh se march¨® de Toronto para reunirse con Wade en Miami, resulta espectacular. En la primera temporada llegaron a la final, aunque les sorprendieron los Mavericks de Nowitzki (4-2). En 2012 lograron el anillo tras vencer en la final a Oklahoma (4-1). Repitieron en 2013 despu¨¦s de superar en la final a San Antonio (4-3). El ¨²ltimo equipo que lleg¨® a cuatro finales consecutivas fue Boston, desde 1984 a 1987.

La venta de los Clippers

La NBA ha aprobado la venta de los Clippers por 2.000 millones de d¨®lares, 1.470 millones de euros, al exdirector ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer. El acuerdo fue alcanzado por Shelly Sterling, esposa de Donald Sterling.

No obstante, la operaci¨®n todav¨ªa est¨¢ sujeta a muchas inc¨®gnitas. Donald Sterling ha amenazado con presentar una demanda por da?os y perjuicios contra la NBA por difamaci¨®n y por da?ar su imagen. La NBA le sancion¨® con su expulsi¨®n de por vida de toda actividad relacionada con la Liga y con la m¨¢xima multa permitida, de 2,5 millones de d¨®lares, por sus comentarios racistas.