Un Nadal descolorido

Leo Mayer analiza la situaci¨®n y decide resolverla como mandan los libros. Sue?a con llegar al tie-break en el segundo set de la tercera ronda de Roland Garros que le enfrenta a Rafael Nadal, que tiene bola de rotura (2-6, 5-5 y 30-40) tras haber perdido su saque. El argentino se lanza a la red como el s¨¦ptimo de caballer¨ªa. El espa?ol est¨¢ desplazado, no puede ser que gane ese punto. Ocurre lo que en otros peloteos cat¨¢rticos del encuentro: igual que en el break sumado por el n¨²mero uno en el arranque del partido (1-2 y saque), o en el juego posterior (1-3), Nadal consigue con su rev¨¦s un pasante que deja tan desconcertado al n¨²mero 65 como boquiabierto al p¨²blico. Mayer, que de nuevo lo intenta en el inicio del tercer set, se dirige a la red atacando el peor golpe de su contrario, el rev¨¦s, y su rival le supera por tierra, mar y aire. As¨ª, Nadal, descolorido tras el primer set, entre otras cosas porque sac¨® bien despacito como consecuencia de sus problemas de espalda, se cita 6-2, 7-5 y 6-2 en la lucha por los cuartos con el serbio Lajovic, que es el n¨²mero 83 del mundo.

En cuartos Nadal podr¨ªa medirse a Ferrer, si el mallorqu¨ªn supera a Lajovic en octavos y el alicantino gana al sudafricano Anderson

¡°Sent¨ª un poco la espalda ya el primer d¨ªa¡±, reconoci¨® el campe¨®n de 13 grandes, que ya perdi¨® la final del Abierto de Australia entre fuertes dolores. ¡°Espero que no sea un problema. Voy a hacer al m¨¢ximo para estar competitivo y pelear con lo que pueda pelear. Estoy feliz de estar donde estoy¡±.

Antes, una desconexi¨®n que pudo costar m¨¢s cara. En el segundo set, Nadal niega bolas de break en el 3-2 y las concede en el 4-3 (para 4-4). En el arranque del tercero, sufre otra rotura (1-1). Se vuelven a ver all¨ª los altibajos en la intensidad del juego que han marcado la gira de arcilla del espa?ol. Sin las piernas al m¨¢ximo de revoluciones, Nadal es menos Nadal y su juego lo nota. Su servicio sale despedido a velocidades poco significativas (muchas veces por debajo de los 170 km/h) y en consecuencia Mayer le agobia desde el resto, angusti¨¢ndole igual que si fuera Novak Djokovic. Solo la falta de pericia del n¨²mero 65, que tiene que competir al l¨ªmite de sus posibilidades, arriesgando y arriesgando, permiten que el n¨²mero uno gane el encuentro sin pasar mayores apreturas.

Antes y despu¨¦s, el argentino, un espigado competidor (1,88m) capacitado para reventar la pelota, sufre contra el espa?ol lo que todos los jugadores con sus hechuras: el mallorqu¨ªn le obliga a moverse de un lado a otro, para que no pegue c¨®modamente, y destruye su rev¨¦s a una mano de derechazo en derechazo. De lo dem¨¢s se encargan unos restos con la profundidad de una lanza catapultada por el mejor brazo, que dejan los pies de Mayer en calcetines, porque le comen los zapatos. As¨ª, Nadal da un paso hacia empresas de mayor altura.

Esa, en cuartos, podr¨ªa ser la de medirse a David Ferrer, si el mallorqu¨ªn supera a Lajovic en octavos y el alicantino, que hoy se deshizo de Seppi (6-2, 7-6 y 6-4), gana al sudafricano Anderson. Una cosa saben los dos espa?oles: el n¨²mero cinco no dejar¨¢ sin castigo una desconexi¨®n ni una velocidad de servicio como la que el n¨²mero uno tuvo ante Mayer.