Federer se inclina ante Gulbis

Roger Federer ya no juega en Roland Garros: Ernest Gulbis, el n¨²mero 17 del mundo, le elimin¨® 6-7, 7-6, 6-2, 4-6 y 6-3 en octavos de final. Para el campe¨®n de 17 grandes fue toda una tragedia. En los ¨²ltimos cuatro torneos del Grand Slam solo ha pasado de octavos una vez (semifinales del Abierto de Australia 2014). No juega una final en una cita de la categor¨ªa desde Wimbledon 2012. Y adem¨¢s, en Par¨ªs, dej¨® escapar un partido que ten¨ªa en la mano, con el p¨²blico rugiendo por su victoria y Gulbis a punto de ense?ar bandera blanca: sac¨® con una ventaja sideral para ganar la segunda manga (7-6, 5-3 y 40-15), y al perderla abri¨® la puerta para que el peligroso let¨®n levantara los brazos en 3h 42m. Todo un patinazo.

¡°Espero tener m¨¢s apoyo en el pr¨®ximo partido¡±, dijo el ganador, que se march¨® abucheado. Como siempre, el p¨²blico reconoci¨® en el franc¨®fono Federer a uno de los suyos. ¡°?Roger!, ?Roger!, bramaba el gent¨ªo mientras pateaba el cemento, convirtiendo la Philippe Chatrier en una caldera al servicio del ¨ªdolo. El genio, sin embargo, sufre ya en arcilla, donde es m¨¢xima la exigencia para sus piernas, no hace tanto da?o sobre el albero con su rev¨¦s cortado, y la pelota le vuelve con m¨¢s frecuencia, oblig¨¢ndole a un nuevo esfuerzo. Camino de los 33 a?os, y ya padre de cuatro hijos, el n¨²mero cuatro mundial cerr¨® una gira de arcilla extra?¨ªsima, y finalmente decepcionante: final en Montecarlo, baja en Madrid por su paternidad, derrota a la primera en Roma y octavos de final en Roland Garros. Muy poco para el campe¨®n de 2009.

Federer pisar¨¢ ahora su sacrosanta hierba. Es de esperar que con solo tocar el c¨¦sped mejore. La superficie premiar¨¢ su saque, le dar¨¢ filo a su derecha y le permitir¨¢ recuperar veneno a sus otros tiros. Del mismo modo, las verdes pistas supondr¨¢n un examen para sus pies, y medir¨¢n si tienen la velocidad necesaria para evitar que los contrarios le encierren contra su rev¨¦s a una mano. Eso es lo que hizo Gulbis, volc¨¢nico tenista con un saque como un mazo (13 aces). Fue su ¨²nico patr¨®n. El resto fue cosa de su inspiraci¨®n (aqu¨ª un revesazo, aqu¨ª una dejada) y del d¨ªa gris de Federer, que deja Par¨ªs como vino, dejando la impresi¨®n de que nunca crey¨® que la victoria final pudiera ser suya: ¨¦l, que lleg¨® a ser un habitual, no disputa desde 2011 el encuentro decisivo del templo de la arcilla.