Por favor, aires nuevos
Sorpresa me causaron las palabras emitidas por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, hace unos d¨ªas.
Ellas nos obligan a recordar algunas de sus actuaciones y esperar que reflexione y no se deje seducir por un nuevo per¨ªodo presidencial. El f¨²tbol, como todo en la vida, tambi¨¦n requiere un cambio y este debe hacerse ya. Recordemos que Blatter fue quien, el 10 de julio de 2000, propuso la rotaci¨®n por continentes de la Copa del Mundo. Su postura la oficializ¨® el Comit¨¦ Ejecutivo de FIFA en agosto de 2000.
El 7 de marzo del 2004, la FIFA ratific¨® el orden de la rotaci¨®n. Tras ?frica 2010 vendr¨ªa Sudam¨¦rica 2014 y de ah¨ª se decidir¨ªa el futuro. La oportunidad la aprovech¨® Ricardo Texeira (en ese entonces presidente de la Confederaci¨®n Brasilera de f¨²tbol), quien, el 17 de marzo de 2004, logr¨® el compromiso un¨¢nime de toda Sudam¨¦rica para que ning¨²n otro pa¨ªs de este continente se postulara al Mundial 2014.
Brasil gan¨® ese derecho sin competir. Corri¨® solo. Texeira convenci¨® a sus pares sudamericanos en 2004. La sede fue elegida el 30 de octubre del 2007. Es decir, pasaron m¨¢s de tres a?os en los que, el autor intelectual del sistema de rotaci¨®n, Blatter, fue incapaz de visualizar que esta forma de monopolio traer¨ªa los problemas que hoy est¨¢ viviendo la organizaci¨®n del torneo.
Persiguiendo intereses econ¨®micos, la FIFA olvid¨® el f¨²tbol y postul¨® la elecci¨®n simult¨¢nea de dos sedes
No se puede negar que su apoyo decidido a la Copa del Mundo de Sud¨¢frica 2010 le permiti¨® sumar galones a su capacidad de organizaci¨®n y negociaci¨®n pol¨ªtica; los proyectos de infraestructura gracias al programa GOAL son una realidad; la entrega anual de dinero a las Federaciones ha sido un aporte ¡ªaunque ha tra¨ªdo tambi¨¦n corrupci¨®n¡ª; el establecimiento de una divisi¨®n de m¨¢rketing propia de la FIFA y no depender de una agencia tambi¨¦n es meritorio; la creaci¨®n de competencias menores para las damas ha dado un fuerte impulso al f¨²tbol femenino; la implantaci¨®n definitiva de la Copa Confederaciones como un torneo de ajuste en la sede que albergar¨¢ la fiesta de la Copa del Mundo le pertenece; la profesionalizaci¨®n de gran parte del arbitraje mundial tambi¨¦n; la sobria pero sentida celebraci¨®n del centenario de FIFA fue muy alabada; as¨ª como el correcto manejo de las relaciones entre Corea y Jap¨®n para aunar fuerzas en la organizaci¨®n de la Copa del Mundo 2002; y finalmente los altos montos que se recaudan por derechos de televisi¨®n sin necesidad de dejar de transmitir por televisi¨®n abierta, dando acceso a todo el mundo al campeonato Mundial. Todo esto tan positivo y de tan alto impacto se ve empeque?ecido al no poder dejar pasar sus palabras al diagnosticar como error el haber elegido a Qatar para la Copa del Mundo 2022.
Presid¨ª la delegaci¨®n de la FIFA que inspeccion¨® las 9 organizaciones (11 pa¨ªses) postulantes a los mundiales del 2018 y 2022. Lo hice en mi calidad de Presidente de la Federaci¨®n de Futbol de Chile (y vot¨¦ por ¨¦l el 2007, pues ese a?o le cre¨ª cuando dijo en forma p¨²blica y privada que ser¨ªa su tercer y ¨²ltimo per¨ªodo¡ palabra que no respet¨®). Durante todo el proceso de inspecci¨®n nadie se me acerc¨® a ofrecer algo para que mi informe tuviera alguna influencia. Yo escrib¨ª lo que vi e investigu¨¦. No hay una l¨ªnea de presi¨®n en ese informe. A mi juicio, la gravedad de la elecci¨®n de Qatar es independiente de la investigaci¨®n del se?or Michael Garc¨ªa (que sigue avanzando y seguro pronto dar¨¢ anuncios que sorprender¨¢n) respecto a supuestas irregularidades, sobornos, falta a la ¨¦tica y moral de la obtenci¨®n de la sede, pues nos encontramos con un problema a¨²n mayor, de car¨¢cter netamente estructural.
La FIFA, impulsada por intereses econ¨®micos ¡ªdejando en el olvido el f¨²tbol¡ª, postul¨® la idea de elegir dos sedes de manera simult¨¢nea. Ello se traduc¨ªa en asegurar mejores contratos al negociar dos Copas del Mundo al mismo tiempo. Entonces, con esta errada decisi¨®n, se volvi¨® a la ¨¦poca del trueque. Aquel que postulaba a organizar el Mundial y ya ten¨ªa el compromiso de alguno de los votantes para la Copa del 2018, iba y ofrec¨ªa ese voto a quien postulaba a la Copa del 2022. Y viceversa. Era vox populi en aquellos d¨ªas en Z¨²rich esta vuelta al sistema de intercambio. Renac¨ªa la modalidad de oferta y demanda m¨¢s antigua del mundo: el canje.
Y nuevamente, al igual que con la elecci¨®n de Brasil, Blatter no reaccion¨® ni tuvo el liderazgo para impedir estas acciones que en forma clara atentan contra el juego limpio. En cuanto a la forma de sus palabras, es sorprendente c¨®mo Blatter va cambiando sus discursos dependiendo del idioma en que habla y el medio por el que se dirige. Su estrategia comunicacional tiene bases en la aparici¨®n e improvisaci¨®n y no en una visi¨®n de largo plazo.
Respecto del fondo, el tema es a¨²n m¨¢s preocupante. Blatter cumplir¨¢ en mayo del 2015 ¡ªfecha de la elecci¨®n¡ª 17 a?os en el cargo. Pocos gobiernos democr¨¢ticos en el mundo pueden exhibir tal r¨¦cord.
La Copa del Mundo no tiene due?o. La administra la FIFA, pero le pertenece a miles de millones en todos los rincones de la tierra
Y ¨¦l se?ala que en 17 a?os no ha logrado lo que se propuso all¨¢ por 1995 cuando empez¨® a vislumbrar la posibilidad de suceder a Joao Havelange. Habiendo tenido la oportunidad de trabajar con ¨¦l durante 13 de esos 17 a?os, veo que sus metas iniciales en cuanto a legado y obras para el futuro no han variado y no parece que queden muchas por lograr en un per¨ªodo de cuatro a?os. El problema es cuando Blatter se centre en lo que a todas vistas aparece como su desenfrenada ambici¨®n personal para mantenerse en el poder; se van a perder las obras y van a crecer las especulaciones.
Y ello se aprecia respecto de la oportunidad del env¨ªo de su mensaje. He aqu¨ª lo m¨¢s grave y peligroso.
Sus palabras las ha manifestado a menos de 30 d¨ªas de la fiesta que, cada cuatro a?os, el mundo entero espera. Y las hizo pocos d¨ªas despu¨¦s de declaraciones del Secretario General de FIFA, el franc¨¦s Jerome Valcke, quien ha manifestado que los errores en el Mundial de Brasil (estadios, log¨ªstica, aeropuertos, carreteras etc.) se deben a qu¨¦ ¨¦l no tiene el poder suficiente para actuar como le gustar¨ªa. Entonces, la falta de liderazgo actual de quien preside la organizaci¨®n ahoga cualquier discusi¨®n.
Por ello me atrevo a sugerir que ha llegado el momento de reflexionar. La Copa del Mundo no tiene due?o. La administra la FIFA, pero le pertenece a miles de millones en todos los rincones de la tierra. No es l¨®gico ni tampoco racional que quien, en el ¨²ltimo tiempo, ha liderado un deterioro sostenido al alma de este activo del mundo insista en que no ha terminado su labor.
Por ello desde aqu¨ª le pido: reflexione, se?or Blatter. El f¨²tbol es bello sobre el verde c¨¦sped. Luz transparente y aires renovadores es lo que ayuda a crecer la hierba. Eso es lo que la organizaci¨®n mundial tambi¨¦n necesita.
Harold Mayne-Nichols fue presidente de la Comisi¨®n de Inspecci¨®n de los Mundiales 2018-2022, y ex-presidente de la Federaci¨®n de f¨²tbol chilena.
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