Muguruza y Su¨¢rez, eliminadas
Tras un inicio espectacular (6-1 y 5-4), la hispanovenezolana se inclina 6-1, 5-7 y 1-6 ante Sharapova ¡ñ Bouchard derrota 7-6, 2-6 y 7-5 a la canaria
Al final del encuentro, Maria Sharapova ha detenido el vendaval: la rusa se clasifica 1-6, 7-5 y 6-1 para semifinales tras derrotar a Garbi?e Muguruza, que arranca como un cometa y acaba estrell¨¢ndose en la media pista tras so?ar con la victoria. La hispanovenezolana, en sus primeros cuartos, se qued¨® a un juego de la victoria (6-1 y 5-4). Sharapova, terrible al saque (ocho dobles faltas), se enfrentar¨¢ ahora por el pase a la final contra Eugenie Bouchard, que elimin¨® 7-6, 2-6 y 7-5 a Carla Su¨¢rez pese a que la canaria mand¨® 5-2 en la primera manga (la cedi¨® pese a tener punto de set) y 4-1 en la definitiva, aplicando su juego de mezcla de alturas y velocidades hasta que la canadiense impuso sus pesados tiros de futura gran estrella.
El inicio del encuentro entre Sharapova y Muguruza no hace pensar en la derrota de la hispanovenezolana. La apuesta de la pupila de Alejo Mancisidor es la de la fuerza, la potencia y la decisi¨®n, porque hay que tener un convencimiento casi de fan¨¢tico para aplicar la receta de la n¨²mero 35 mundial: tirar, tirar y tirar; robarle el ox¨ªgeno a la contraria; desnudarla de opciones, quitarle cualquier posibilidad de mandar y decidir c¨®mo ser¨¢ el punto, porque todo ya ha acabado, todo ha terminado ya, en apenas un suspiro. Pim, pam, pum, y a por el siguiente peloteo. En 15 minutos, Muguruza gana 4-0 a Sharapova. En 27, ha sumado la primera manga. Para cuando la rusa quiere salir del estado de shock que le provoca el break de entrada, el partido est¨¢ en peligro. Muguruza le dobla la mu?eca a cada pelotazo, y ella le abre la puerta de doble falta en doble falta, totalmente perdida. El arranque de la n¨²mero 35 es de videoconsola. Tenis del siglo XXII. Cibern¨¦tico. L¨ªnea, l¨ªnea y l¨ªnea. Golpe plano tras golpe plano, Muguruza es como el aullido de un lobo en una noche de invierno: estremece a Sharapova, encogida en la l¨ªnea de fondo como quien busca in¨²tilmente la protecci¨®n de una hoguera.
Un fuego invisible, en cualquier caso, ha marcado la carrera de la ganadora de cuatro grandes. Si Sharapova es quien es no es por su drive, ni por su saque o por sus piernas, sino porque en su interior aletea una llama que nunca se apaga y que es fundamental para entender su juego: la rusa vive y respira para ganar, su norte es la victoria, solo en la competici¨®n se encuentra consigo misma. Pronto comprob¨® Muguruza que es ese hambre incuantificable, que no aparece en ninguna estad¨ªstica, lo que ha hecho de su contraria un icono del deporte en el siglo XXI.
Basta con que Sharapova mejore sus porcentajes de saque para que gane un cent¨ªmetro dentro de la pista, y ese cent¨ªmetro se transforma en casi un metro de profundidad para sus tiros. Nace entonces un combate de pesos pesados. La rusa tiene bola para 4-1 y saque en la segunda manga. La n¨²mero 35 negocia la situaci¨®n con valent¨ªa: se pone a un juego de la victoria (6-1 y 5-4). Llegados al 5-5, empiezan a rebotar los gritos de la n¨²mero ocho, que se lleva el encuentro al tercer parcial sin cambiar su juego, encontrar un plan b ni hacer ninguna virguer¨ªa. Simplemente siendo Sharapova. Compitiendo como si en ello le fuera la vida.
El escenario ya es otro. Todo queda resumido en el arranque de la tercera manga, con la rusa ya con break de ventaja. Cinco bolas de break tiene la venezolana en el 1-2. Cinco veces se defiende su rival para evitar que empate la batalla, aprovechando su falta de pericia en la media pista para encontrar los errores que a ella le dan la vida. El marcador doblega entonces la voluntad de la hispanovenezolana, con la cara desencajada, el drive desenfocado y su boca pronunciando venablos contra su raqueta. Tras un inicio ¨¦pico, el partido se le hace largo. Sharapova, el ep¨ªtome de la competitividad, es mucha Sharapova.
Su¨¢rez: "Estoy dolida"
¡°He visto que tengo el nivel. Me gusta jugar en las grandes pistas y contra las mejores. He trabajado muy duro para vivir estos momentos. Creo que puedo hacerlo¡±, dijo Garbi?e Muguruza, que dej¨® muda a Maria Sharapova durante m¨¢s de set y medio (6-1 y 5-4). ¡°Sal¨ª con la mentalidad de ¡®voy a saco¡¯, y estuve muy cerca. Por eso, cuando perd¨ª el segundo set por pocos detalles, entr¨¦ al tercero pensando que se me hab¨ªa escapado... y ella entr¨® en la autopista¡±.
¡°Estoy dolida. Ahora se ver¨¢ nuestra madurez¡±, le sigui¨® Carla Su¨¢rez, que hoy buscar¨¢ con Muguruza las semifinales en el dobles. ¡°Yendo por encima en el primer set, se me escapa; yendo por encima en el tercero, tambi¨¦n... Deb¨ª jugar m¨¢s valiente. La situaci¨®n pudo conmigo¡±.
¡°Con esa soltura, Garbi?e juega de t¨² a t¨² con cualquiera. Quiz¨¢s perdi¨® un poco la concentraci¨®n, la intensidad, y...¡±, valor¨® Conchita Mart¨ªnez, la seleccionadora, que vio a dos espa?olas en cuartos por primera vez desde 2000. ¡°Carla, una l¨¢stima¡±.
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