Cr¨®nica de un sue?o que se cumpli¨®
Marc M¨¢rquez presenta un libro que repasa el camino al ¨¦xito en 2013
Marc M¨¢rquez estaba en Sepang, en los segundos entrenamientos de pretemporada del 2013. Se hab¨ªa ca¨ªdo tres veces. Y los jefes de Honda tem¨ªan por ¨¦l, seg¨²n le comunic¨® Takeo Yokoyama, ingeniero japon¨¦s y l¨ªder del proyecto de la RC213V, en una reuni¨®n en la intimidad del box: ¡°Me pidi¨® calma, me dijo que no ten¨ªa necesidad de arriesgar tanto, que no le gustaba que me cayese. Me estaba pidiendo que fuese m¨¢s despacio¡±, relata en el libro Marc M¨¢rquez, los sue?os se cumplen (Lunwerg), presentado este mi¨¦rcoles en Barcelona. ?l, que terminar¨ªa proclam¨¢ndose el campe¨®n m¨¢s joven de la historia, le respondi¨® con tacto: ¡°Lo siento Takeo, te entiendo, pero que sepas que este es mi estilo. No me he ca¨ªdo porque quiero. Me caigo porque es la ¨²nica manera que s¨¦ de encontrar el l¨ªmite¡±. Esta es solo una de las tantas an¨¦cdotas que construyen un a?o genial, el del campeonato que vio c¨®mo un atrevido piloto destronaba al m¨ªtico Freddie Spencer como el campe¨®n m¨¢s precoz (de 500cc entonces) al lograr el t¨ªtulo con 20 a?os y 266 d¨ªas.
Y de Spencer, que asisti¨® a la presentaci¨®n para alabar a su sucesor, es el pr¨®logo de un libro de cuidado dise?o, con textos de Emilio P¨¦rez de Rozas y fotos de Mirco Lazzari. Al norteamericano, confes¨®, le hubiera gustado compartir su ¨¦xito con Mike Hailwood (hasta entonces el m¨¢s joven ganador de 500cc) cuando gan¨® el t¨ªtulo en 1983 y con 21 a?os y 258 d¨ªas (lo volvi¨® a ganar en 1985); como no pudo, est¨¢ encantado de hacer lo propio con M¨¢rquez, a quien conoci¨® hace exactamente un a?o. ¡°Ser el campe¨®n m¨¢s joven de la historia nos recuerda la pureza con que iniciamos la vida y la importancia de ser unos ni?os sin miedo al fracaso, con fe en nuestras posibilidades (¡) y con la decisi¨®n de mantener gas a fondo frente a la duda¡±, se?ala. Le admira porque inspira a los dem¨¢s y por elevar el nivel del campeonato. ¡°Una de las mejores cosas que tiene es la consciencia que tiene de todo lo que hace¡±, a?ade el ex piloto, sorprendido no tanto por el estilo ni por la t¨¦cnica, sino por la persona que se esconde tras el personaje.
El protagonista, que de peque?o se imaginaba compitiendo con Pedrosa y Lorenzo, pero no so?aba siquiera batirse cuerpo a cuerpo con su ¨ªdolo Rossi ¨C¡°?Yo lo ve¨ªa desde el sof¨¢ de casa!¡±, recuerda-, sigue dando de qu¨¦ hablar. Ganadas las seis primeras carreras del curso, defiende su estilo y su hambre. Le gusta el espect¨¢culo, como demostr¨® hace unos d¨ªas en Mugello en un duelo delicioso con Lorenzo: ¡°Quiz¨¢ mucha gente piense que con la ventaja que tengo podr¨ªa haber administrado. S¨¦ que me hubieran pegado muchos palos si me hubiera ca¨ªdo, pero asumo las consecuencias. Soy de los que piensa que si tengo 50 puntos de ventaja, puedo gastar dos comodines. Cuando los rivales est¨¦n cerca, ya la administrar¨¦¡±, espet¨®.
Una de las mejores cosas de Marc es la consciencia que tiene de todo lo que hace" Freddie Spencer, doble campe¨®n de 500cc
Tiene el mismo car¨¢cter que cuando era ni?o, el mismo que sac¨® ante su equipo en la ¨²ltima carrera de la temporada 2013, en Valencia, donde se jugaba el t¨ªtulo tras perder muchos puntos por un error en Australia: seg¨²n narra P¨¦rez de Rozas en el libro, el ingeniero de pista de M¨¢rquez, Santi Hern¨¢ndez, los reuni¨® a todos en el box para decirle al piloto que ellos, llegado ese punto, se sienten s¨²per orgullosos de lo conseguido y muy felices ¡°pase lo que pase¡±. Aquel pase lo que pase no fue muy bien interpretado por M¨¢rquez, que les solt¨® un discurso: ¡°Venga, no me puedo creer que me est¨¦is diciendo que estupendo, que todo lo realizado hasta ahora, por ser nuestro primer a?o en MotoGP, es maravilloso. No hemos llegado aqu¨ª para conformarnos con el subcampeonato, hemos llegado aqu¨ª para ganarlo. Es m¨¢s, lo ocurrido en Australia (descalificaci¨®n por cambiar de moto una vuelta despu¨¦s de lo permitido), solo se arregla ganando el t¨ªtulo, ?verdad? Pues vamos a ganarlo¡±. Y as¨ª ocurri¨®.
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