Los superh¨¦roes de Italia 90 que enamoraron a Costa Rica
Una selecci¨®n casi artesanal inspira una pel¨ªcula que recoge el inicio del f¨²tbol profesional en el pa¨ªs centroamericano

Miguel G¨®mez era un ni?o de 7 a?os el 11 de junio de 1990, cuando la selecci¨®n mayor de f¨²tbol de su pa¨ªs, un equipo casi artesanal, debutaba en una Copa Mundial contra Escocia. Viv¨ªa en el centro de San Jos¨¦ y ese lunes era d¨ªa de asueto por decreto del Gobierno. Se hab¨ªa duchado temprano para hacer lo mismo que casi todos en este pa¨ªs centroamericano: sentarse frente al televisor a ver c¨®mo los tercermundistas futbolistas ticos se comportaban frente a los escoceses. Miguel, que combin¨® ese juego con el suyo propio en el parque al lado de su casa porque era probable la derrota, se aprestaba a conocer a sus futuros h¨¦roes y los de muchos de los 3 millones de pobladores de entonces. Costa Rica derrot¨® a Escocia un gol a cero.
18 a?os despu¨¦s, Miguel hab¨ªa terminado sus estudios de cine en Los ?ngeles y trabajaba en la pel¨ªcula Iron Man cuando pens¨® que ser¨ªa bueno hacer una pel¨ªcula de los s¨²per h¨¦roes de su pa¨ªs. Se pregunt¨® qui¨¦nes hab¨ªan sido sus ¨ªdolos de la ni?ez y supo entonces que alg¨²n d¨ªa har¨ªa una pel¨ªcula sobre la selecci¨®n de f¨²tbol de Italia 90, con aquellos ¡®cenicientos¡¯ que hincaron a Escocia por un gol, cayeron por la m¨ªnima con el Brasil de Careca y vencieron a Suecia para clasificarse a la segunda fase. Entonces Checoslovaquia aplast¨® a Costa Rica (4-1) y la dej¨® en la posici¨®n 13 de 24 selecciones, pero ya ese verano italiano era imborrable en la memoria de este pa¨ªs de pocos triunfos deportivos.
Y en este 2014, con Costa Rica a punto de participar en su cuarto Mundial de F¨²tbol, Miguel estrena su pel¨ªcula con una alta expectativa nacional en un pa¨ªs que tampoco es de hacer cine. Los jugadores de Italia 90 siguen siendo ¨ªdolos incluso para quienes nacieron despu¨¦s; para la afici¨®n costarricense ellos representan el coraje y la humildad que deben adoptar los seleccionados actuales ahora que se encaminan a competir en Brasil contra tres campeones mundiales. Italia, Inglaterra y Uruguay son los rivales (y los temores) de Costa Rica. El logro de Italia 90, de avanzar a una segunda ronda, no lo lograron en Jap¨®n-Corea 2002 ni en Alemania 2006.
¡°La selecci¨®n tica en Italia 90 fue un hito en el f¨²tbol, pero va m¨¢s all¨¢ de f¨²tbol. Habla del car¨¢cter de los costarricense, de una haza?a lograda por los jugadores que no se lo cre¨ªan, pero s¨ª lo quer¨ªan¡±, dijo Miguel a este peri¨®dico, a sus 31 a?os. Es consciente de que su pel¨ªcula, al margen del coste de 210.000 d¨®lares y el rodaje de apenas unas semanas, va m¨¢s por llegar a las fibras profundas del sentimiento futbolero en un pa¨ªs donde la mayor¨ªa suspira por la canci¨®n grabada por los jugadores de la ¨¦poca con el lema ¡°lo daremos todo¡±.
Salir al mundo
G¨®mez hall¨® actores no profesionales que se parecieran a sus ¨ªdolos. Era dif¨ªcil caracterizar a personajes que siguen vigentes en los medios, en las promociones publicitarias, en los banquillos de los dos principales clubes del pa¨ªs (Saprissa y Alajuelense) o las incontables repeticiones de las jugadas de aquellos melenudos que pusieron a Costa Rica en el mapa de la FIFA. Antes, el m¨¢ximo logro futbol¨ªstico se remontaba a los a?os 50 con una generaci¨®n de futbolistas cuyo apodo no da para grandezas: ¡°Los Chaparritos de Oro¡±.
¡°En el mundo nos confund¨ªan con Puerto Rico, antes no ven¨ªan tantos turistas ni inversiones¡±, se atreve a se?alar ahora el defensor central y capit¨¢n del equipo, R¨®ger Flores, a quien a¨²n muchos le llaman hoy Il capitano.
Flores jugaba en la liga nacional, como el resto de compa?eros. El fogueo internacional para ellos era cosa rara. Solo uno "medio hablaba" ingl¨¦s. Unos mezclaban los entrenamientos con trabajos de taller y otros ten¨ªan sus propios ¡®camarones, como se le llama en Costa Rica a los peque?os trabajos para ganarse un dinero extra. Algunos de ellos los siguen haciendo; algunos no alcanzaron m¨¢s que fama, no fueron directores t¨¦cnicos ni lograron conectarse a los equipos de segunda l¨ªnea europeos. A H¨¦ctor Marchena, un recio defensor del momento, se le recuerda no m¨¢s que por una jugada contra Brasil en la que encar¨® al gran Careca.
A¨²n circulan por las calles dos de los taxis que el Gobierno de entonces ofreci¨® de premio a cada uno de ellos, para que se aseguraran los alimentos. Otros no lo necesitaron. El exmediocampista Alexandre Guimar?es, costarricense de origen brasile?o, dirigi¨® en Sud¨¢frica 2010 a la selecci¨®n de Panam¨¢ y ha tomado el mando de clubes en seis pa¨ªses; Hern¨¢n Medford jug¨® en clubes de otros seis pa¨ªses despu¨¦s de Italia 90 y ha presidido el banquillo en equipos de Guatemala y M¨¦xico. El defensor Ronald Gonz¨¢lez y el creativo ?scar Ram¨ªrez dirigen a los principales clubes locales y se acaban de enfrentar en la final del f¨²tbol local desde los banquillos. Luis Gabelo Conejo es ahora entrenador de guardametas de la Selecci¨®n, despu¨¦s de triunfar en el Albacete espa?ol. A su cargo tiene a Keylor Navas, sensaci¨®n de la Liga Espa?ola.
Ahora varios de ellos tienen mundo, pero en junio de 1990 depend¨ªan de su director t¨¦cnico Velibor?Bora Milutinovic. La federaci¨®n lo contrat¨® a las puertas de la Copa Mundial para que fuera m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol. Era m¨¢s que "el profe" estratega o "el m¨ªster" que buscaba el equilibrio psicol¨®gico; era casi un gu¨ªa cultural para ellos, un instructor de etiqueta, un consejero de vida y el traductor, recuerdan. ¡°?l conoc¨ªa ese mundo [hab¨ªa dirigido a M¨¦xico en el mundial de 1986]. Nada lo impresionaba y, aunque respet¨¢ndonos, nos ense?¨® muchas cosas. En Europa nos pon¨ªan vino con la comida y, para nosotros eso era como veneno, algo que induc¨ªa a excesos, pero Bora nos dec¨ªa, ¡®muchachos, esta es la cultura de Europa y si quieren vino, tranquilos¡¯¡±, recuerda R¨®ger Flores al entrevistarse con este diario.
Jugar y disfrutar
Era el 1-0; era de noche en G¨¦nova y la ma?ana en San Jos¨¦. Las calles se atiborraron de aficionados incr¨¦dulos. La derrota 0-1 contra Brasil se festej¨® tambi¨¦n (los m¨¢s optimistas predec¨ªan 3) y el 2-1 contra Suecia, el acabose. Ah¨ª ten¨ªan clasificada a la selecci¨®n de j¨®venes que participaban para disfrutar la aventura, pero espoleados por el manejo astuto de Bora y por el orgullo propio. ¡°No ten¨ªamos nada qu¨¦ perder, pero hubo un compromiso honesto de todos¡±, admite Cayasso a EL PA?S.
Guimar?es, cuyo hijo Celso participar¨¢ en el campeonato en Brasil, recuerda el Mundial de Italia como ¡°una locura colectiva¡± y reconoce la presi¨®n para los seleccionados posteriores. ¡°Yo lo viv¨ª como director t¨¦cnico en el 2002. Lo que para es que lo de Italia pareci¨® muy sencillo [¡] En Italia fuimos un equipo muy unido, una buena familia con enormes seres humanos que fuimos m¨¢s all¨¢ de nuestra meta. Lo que le he dicho a Celso [casualmente ahora jugador del AIK Estocolmo, de Suecia], es que a un Mundial hay que llegar a disfrutar, aunque la presi¨®n de Italia 90 es muy alta¡±.
Eso fue lo que dijo Bora a sus jugadores, seg¨²n la pel¨ªcula. ¡°Disfruten, que estando aqu¨ª ya ganaron¡±, pronuncia en el filme. El hito estaba por conseguirse. ¡°Milutinovic mentaliz¨® al humilde pero ilusionado grupo de pupilos para rendir en el m¨¢s alto nivel, dio a conocer al pa¨ªs en el mapa futbol¨ªstico y provoc¨® su inesperada clasificaci¨®n a la segunda ronda de octavos de final. A partir de ah¨ª, el pa¨ªs futbolero enloqueci¨® de emoci¨®n por aquellos futbolistas que rompieron paradigmas y abrieron puertas en el extranjero¡±, rese?¨® el periodista e historiador deportivo Rodrigo Calvo. El seleccionado actual est¨¢ formado en su mayor¨ªa por jugadores de clubes extranjeros y en la planilla titular habr¨¢, con suerte, tres espacios para quienes juegan en Costa Rica.
El director del diario deportivo Al D¨ªa, Antonio Alfaro, se atreve a usar las siglas ¡°AI¡± y ¡°DI¡±: antes de Italia y despu¨¦s de Italia. ¡°Es un punto de identificaci¨®n para todos los costarricenses, incluso para quienes no hab¨ªan nacido entonces o para quienes no disfrutan del f¨²tbol. Va m¨¢s all¨¢ de once tipos pateando la pelota [¡] es orgullo nacional, como las heroicas batallas que suelen incluirse en los libros de historia: el triunfo de un pa¨ªs peque?o¡±. Para el joven Miguel G¨®mez, es una historia de super h¨¦roes.
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