Un triunfo aleccionador
Crec¨ª pensando que el baloncesto deb¨ªa jugarse de determinada manera: que los jugadores deb¨ªan pensar primero en el equipo, que el juego es algo m¨¢s que la gloria individual
S¨ª, claro que quer¨ªa que ganasen los Spurs. Soy de una peque?a localidad de un Estado rural y crec¨ª pensando que el baloncesto deb¨ªa jugarse de determinada manera: que los jugadores deb¨ªan pensar primero en el equipo, que el juego es algo m¨¢s que la gloria individual y que el baloncesto puede ser po¨¦tico. Por lo tanto, s¨ª, claro que quer¨ªa que ganasen los Spurs.
Hab¨ªa otra raz¨®n por la cual quer¨ªa que ganasen los Spurs. Este a?o, en San Antonio jugaban nueve no estadounidenses, la mayor¨ªa de los cuales o bien son europeos o bien juegan como tales. Su rival en la final, los Heat de Miami, no contaban con ning¨²n no estadounidense (a menos que cuenten a Michael Beasley y a Chris Andersen, que son de Marte y de Neptuno, respectivamente).
Por favor guarden mi secreto, porque no creo que deba decirlo, pero no me gusta la forma en que funciona mi pa¨ªs. Los estadounidenses creemos que tenemos unas cualidades maravillosas. Afirmamos que aceptamos a los dem¨¢s. Decimos que somos excepcionales y queremos que todo el mundo sea como nosotros. Pero despu¨¦s de viajar por todo este ancho y fant¨¢stico mundo, no estoy seguro de que nuestras opiniones est¨¦n justificadas.
Ver la victoria de los Spurs puede ayudarnos a aprender a compartir y aprender que lo r¨¢pido no es siempre lo mejor
Despu¨¦s de visitar y de vivir en un sinf¨ªn de ciudades y de pa¨ªses del Viejo Mundo, he decidido que los europeos tienen un planteamiento m¨¢s razonable de la vida. No estoy hablando solo de la siesta espa?ola o de la comida de tres horas de un domingo por la tarde griego. Creo que los europeos entienden la vida mejor que los estadounidenses, en gran parte porque las culturas europeas existen desde hace mucho m¨¢s tiempo que lo que quiera que sea que llamamos cultura estadounidense. Los europeos saben que las cosas han salido bien en el pasado y que probablemente saldr¨¢n bien en el futuro. Han asumido el hecho de que la vida es en gran medida insignificante y de que ¡ªtodos nosotros¡ª deber¨ªamos disfrutarla mientras podamos.
As¨ª es como jugaron los Spurs esta temporada: con la sensaci¨®n de que deb¨ªan disfrutar de lo que ten¨ªan porque pod¨ªan desparecer pronto. No as¨ª el equipo totalmente estadounidense de los Heat de Miami, que al final parec¨ªa un equipo de contratistas militares formado para una lucha que no les importaba.
Hay una raz¨®n m¨¢s por la cual quer¨ªa que ganasen los Spurs, una raz¨®n que podr¨ªa sacarme de este l¨ªo traicionero en el que acabo de meterme yo mismo. Creo que mis compatriotas pueden mejorar. Creo que podemos aprender que las relaciones personales son m¨¢s importantes que los Porsches. Creo que podemos aprender que lo r¨¢pido no es siempre lo mejor. Creo que podemos aprender a compartir.
Y aunque podr¨ªa parecer absurdo o infantil o totalmente exagerado, creo que podr¨ªamos haber dado un peque?o paso en esas direcciones al ver el triunfo de los m¨¢gicos, nobles y s¨ª ¡ªeuropeos¡ª Spurs de San Antonio de este a?o.
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