Del asesinato de Escobar a la eclosi¨®n de James
Jorge Cardona, editor general de `El Espectador?, repasa la historia de la selecci¨®n revelaci¨®n del Mundial
![Valderrama, con compañeros de selección, en Barranquilla, en 1996.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IF7IDC6B53WWR2EALTG6Z4GLRQ.jpg?auth=c57ee1f07c9dab6a161a891c0fa65b4995b82cc181054cc5d5efb9076c9f09d1&width=414)
El 2 de julio de 1994 Colombia fue sacudida por una noticia devastadora: el asesinato del defensor central de la selecci¨®n y el Atl¨¦tico Nacional, Andr¨¦s Escobar. Acababa de regresar del Mundial de f¨²tbol de Estados Unidos, donde un autogol suyo fue el puntillazo para dejar afuera al combinado nacional que lleg¨® sinti¨¦ndose campe¨®n y fue el primer eliminado. Ese crimen marc¨® un antes y un despu¨¦s en la memoria del balompi¨¦ colombiano que no guarda un buen recuerdo de su primera c¨²spide.
Esa generaci¨®n de futbolistas pudo llegar m¨¢s lejos, pero todo lo que viv¨ªa Colombia era el espejo de lo que sucedi¨® en Estados Unidos y luego cobr¨® la vida de uno de sus jugadores m¨¢s reconocidos. El narcotr¨¢fico se hab¨ªa metido en todas partes y la muerte violenta de Andr¨¦s Escobar fue un golpe a la leyenda del mejor momento hasta entonces vivido por los aficionados del f¨²tbol. Un ciclo asociado al t¨¦cnico Francisco Maturana, que supo interpretar las claves de un desarrollo hist¨®rico.
Un proceso que empez¨® su recorrido oficial hace 66 a?os, cuando se jug¨® el primer campeonato de f¨²tbol profesional en Colombia. En ese tiempo, entre 1949 y 1953 se vivi¨® la denominada ¨¦poca de El Dorado, llamada as¨ª porque llegaron a jugar al balompi¨¦ nacional reconocidos futbolistas del exterior que dejaron importantes lecciones. El primer grupo se integr¨® en Millonarios de Bogot¨¢ y se consolid¨® el llamado Ballet Azul que obtuvo cuatro t¨ªtulos nacionales y fue reconocido en el mundo.
La muerte de Escobar fue un golpe al mejor momento para los aficionados del f¨²tbol
Ese equipo tuvo tres art¨ªfices: los ex seleccionados argentinos Adolfo Pedernera, Alfredo Di St¨¦fano y N¨¦stor Ra¨²l Rossi. Los tres hicieron parte de una hist¨®rica delegaci¨®n que viaj¨® a Espa?a en marzo de 1952 para participar en la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del Real Madrid. Una gira deportiva que le dej¨® a Millonarios el recuerdo de su victoria frente al Real Madrid por 4 a 2, y al equipo espa?ol el objetivo del fichaje de uno de sus baluartes memorables: Alfredo Di St¨¦fano.
La ¨¦poca de El Dorado concluy¨® en 1954 cuando se firm¨® el llamado Pacto de Lima y los ases regresaron a sus pa¨ªses, pero en Colombia qued¨® una formaci¨®n deportiva afianzada en la escuela argentina. A lo largo de los a?os 50, esa fue la nacionalidad de algunos t¨¦cnicos campeones, como Fernando Paternoster en Nacional en 1954 o Jos¨¦ Manuel El Charro Moreno, jugador y t¨¦cnico con Medell¨ªn en 1955 y 1957. Dos argentinos tambi¨¦n dirigieron la selecci¨®n en estos tiempos: Lino Taioli y Rodolfo Orlandini.
El primer momento importante en el plano internacional lleg¨® en 1962 con la clasificaci¨®n al Mundial de Chile. El t¨¦cnico fue el exfutbolista argentino Adolfo Pedernera. En fase de grupos, el equipo jug¨® con Uruguay, Yugoslavia y Rusia. Perdi¨® con los charr¨²as 2-1 y con Yugoslavia 5-0, pero el empate con Rusia 4 a 4, se convirti¨® en haza?a nacional. Durante mucho tiempo en Colombia se vivi¨® de este antecedente futbol¨ªstico. La televisi¨®n a¨²n muestra el gol ol¨ªmpico de Marcos Coll, ¨²nico en los Mundiales.
Sin embargo, las diferencias entre los dirigentes del f¨²tbol desperdiciaron este momento de auge deportivo y decay¨® el nivel de sus selecciones. Los clubes siguieron apostando a jugadores y t¨¦cnicos del exterior, en especial de extracci¨®n argentina, paraguaya, uruguaya o brasilera. Frente a todos ellos, el t¨¦cnico m¨¢s laureado en esta ¨¦poca fue el colombiano Gabriel Ochoa Uribe. El m¨¢s ganador de los a?os 60, el argentino Francisco Pancho Villegas al frente del Deportivo Cali.
En los a?os 70 empez¨® la transformaci¨®n definitiva. Aunque es inevitable admitir que mucho tuvo que ver el auge de los carteles del narcotr¨¢fico y su vinculaci¨®n con algunos equipos profesionales, el notable desarrollo del f¨²tbol colombiano tambi¨¦n fue obra de quienes llegaron a ense?ar lo que sab¨ªan. Los dirigentes nacionales le apostaron a la escuela yugoslava y tuvieron al frente de la selecci¨®n a dos t¨¦cnicos, Todor Veselinovic y Blagoje Vidinic. Los equipos se la jugaron por t¨¦cnicos victoriosos.
Atl¨¦tico Nacional import¨® al reconocido entrenador argentino Osvaldo Juan Zubeld¨ªa, ex campe¨®n intercontinental de clubes con Estudiantes de La Plata, quien adem¨¢s de cambiarle la cara a este equipo fue gestor de una generaci¨®n de jugadores que con el tiempo llegaron a ser t¨¦cnicos campeones. Entre ellos, el defensa central Francisco Maturana, el volante Pedro Sarmiento o el defensa V¨ªctor Luna. De las ense?anzas de Zubeld¨ªa, quien adem¨¢s falleci¨® en Medell¨ªn, a¨²n se habla en Colombia.
![La selecci¨®n de Colombia en el Mundial de EEUU 1994.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/B5PURL4L72XWS3UBUVVBV4KCMM.jpg?auth=6e0ead5262b695d004c83232caf8f4780893ac354ae8dfaa61bc051dc14e9a06&width=414)
Otro equipo que se la jug¨® por un formador de futbolistas fue el Deportivo Cali, quien a finales de los a?os 70 incorpor¨® como t¨¦cnico a Carlos Salvador Bilardo, a?os despu¨¦s campe¨®n mundial con la selecci¨®n Argentina en 1986. De la mano de Bilardo, su equipo logr¨® disputar la primera final de la Copa Libertadores de Am¨¦rica en 1978 que perdi¨® con Boca Juniors de Argentina. El estratega argentino condujo la selecci¨®n nacional que no logr¨® clasificar al Mundial de Espa?a 1982.
En los a?os 80 ya Colombia mostraba sus avances en la pr¨¢ctica del f¨²tbol. La escuela argentina fue la clave, con los aportes paraguayos de C¨¦sar L¨®pez Fretes o Anibal Ruiz, entre otros profesionales del f¨²tbol. El dinero del narcotr¨¢fico aport¨® millones para que jugadores de talla internacional llegaran a los equipos. Am¨¦rica de Cali, campe¨®n entre 1982 y 1986, se dio el lujo de alinear varios seleccionados de Argentina, Paraguay y Per¨². No fue el ¨²nico equipo permeado por las mafias.
La televisi¨®n a¨²n muestra el gol ol¨ªmpico de Marcos Coll, ¨²nico en los mundiales
Fueron los a?os en los que Pablo Escobar declar¨® su guerra narcoterrorista y que Colombia vivi¨® en estado de p¨¢nico, con demasiados momentos amargos, como la cancelaci¨®n del campeonato de 1989 por el asesinato de un ¨¢rbitro. La misma ¨¦poca en que el f¨²tbol colombiano alcanz¨® su primera cumbre, de la mano de Francisco Maturana, que tom¨® las riendas de la selecci¨®n y produjo un relevo generacional necesario que le apost¨® a la base del Nacional, campe¨®n de la Libertadores de 1989, y a una cantera surgida del suramericano juvenil de 1985.
Esa selecci¨®n, con sus obvios relevos, tuvo un ciclo exitoso. Acudi¨® a los Mundiales de Italia 90, Estados Unidos 94 y Francia 98. El ¨²ltimo Mundial lo dirigi¨® Hern¨¢n El Bolillo G¨®mez. El capit¨¢n y base del equipo fue el samario Carlos El Pibe Valderrama, quien ya jugaba en Europa para el Montpellier de Francia. Crecieron con ¨¦l Freddy Rinc¨®n, Leonel ?lvarez, Ren¨¦ Higuita, Faustino Asprilla o Adolfo El Tren Valencia, entre otros. Fue un momento estelar con un colof¨®n de tristeza: el asesinato de Andr¨¦s Escobar.
Cuando declin¨® el momento de esta brillante generaci¨®n de futbolistas, las malas decisiones de sus dirigentes nacionales llevaron a que Colombia se ausentara de los escenarios internacionales. Aunque Maturana logr¨® la Copa Am¨¦rica de 2001, que se realiz¨® en Colombia, la selecci¨®n fracas¨® en los intentos de acudir a los mundiales de 2002, 2006 y 2010. Sin embargo, en el camino se ve¨ªa venir una nueva camada de futbolistas que hoy est¨¢n haciendo historia.
El punto de partida fue el suramericano juvenil de 2004 que se realiz¨® en Colombia con t¨ªtulo para el local. Con la direcci¨®n t¨¦cnica de Eduardo Lara, en ese combinado aparecieron futbolistas como Camilo Z¨²?iga, Radamel Falcao Garc¨ªa, Cristian Zapata o Abel Aguilar. Pronto estos y otros jugadores empezaron a ser fichados por el f¨²tbol del exterior. Poco a poco empez¨® a gestarse un equipo cuya mayor parte de exponentes se hicieron en clubes profesionales de Europa.
Lo dem¨¢s fue esperar a que la cosecha diera sus frutos. Despu¨¦s de diferencias internas y errores t¨¦cnicos, en plena eliminatoria para Brasil 2014, lleg¨® como seleccionador el argentino Jos¨¦ N¨¦stor P¨¦kerman, quien hab¨ªa jugado con Medell¨ªn en Colombia en los a?os 70. Este estratega argentino consolid¨® un grupo entre los sobrevivientes de las clasificaciones fallidas y los nuevos exponentes del f¨²tbol colombiano, formados en Argentina o el viejo continente.
As¨ª surgi¨® el colectivo que hoy ennoblece el nombre de Colombia en el mundo. Con jugadores que apenas si alcanzaron a jugar en el pa¨ªs, como James Rodr¨ªguez que se hizo en Banfield (Argentina), pas¨® por Oporto (Portugal) y hoy juega con M¨®naco (Francia); ?lvarez Balanta, del River de Buenos Aires; Carlos S¨¢nchez, hoy en el Elche de Espa?a o el propio Falcao, que arranc¨® en River y hoy juega en M¨®naco. Pero tan colombianos como todos aquellos que se trasegaron las canchas colombianas en siete d¨¦cadas de historia.
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