?Pudieron m¨¢s los papas que el Dios brasile?o?
Los pont¨ªfices fueron m¨¢s poderosos que una divinidad a la que tal vez no le gusta el f¨²tbol
Una vi?eta humor¨ªstica presentaba ayer al papa argentino Bergoglio y al papa em¨¦rito alem¨¢n, Ratzinger, arrodillados juntos. El papa alem¨¢n dimisionario le dec¨ªa al papa Francisco tras la goleada de Alemania a Brasil: ¡°Yo ya he hecho mi trabajo, ahora te toca a ti¡±.
En el duelo entre Holanda y Argentina hab¨ªa en el estadio aficionados argentinos vestidos de Francisco. Y hoy dir¨¢n que fue su papa qui¨¦n par¨® los dos penaltis holandeses.
Pero ?Dios no es brasile?o, como se dijo siempre? ?Pod¨ªan los papas argentino y alem¨¢n ser m¨¢s poderosos que ¨¦l en el f¨²tbol?
A¨²n sabiendo que Dios es m¨¢s que el papa, la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, se pas¨® por Roma antes del Mundial y tras besar la mano del papa Francisco, intent¨® convencerle para que viniera a Brasil a asistir a la Copa. ¡°Es que soy argentino¡±, se escabull¨®, diplom¨¢tico y elegante, el bueno y a la vez astuto papa jesuita.
Se olvid¨® Dilma, sin embargo, de que a dos pasos de all¨ª reza y medita en silencio y sin focos un papa alem¨¢n, tan poderoso que consigui¨® condenar a m¨¢s de 500 seguidores de la Teolog¨ªa Liberaci¨®n cuando era cardenal, entre ellos al famoso te¨®logo brasile?o Leonardo Boff.
Debi¨® existir en las altas esferas brasile?as el temor de que el papa argentino, de carne y hueso, pudiera llegar a ser en este parad¨®jico juego del bal¨®n m¨¢s concreto y eficaz que el Dios invisible e impalpable de los cielos, del que adem¨¢s no se sabe a ciencia cierta si le gusta el f¨²tbol.
As¨ª, un alto prelado brasile?o lleg¨® a pedirle d¨ªas atr¨¢s en el Vaticano al papa Francisco que, por favor, ¡°no rezara¡± para que ganara Argentina. El prelado brasile?o se olvid¨® tambi¨¦n de hacer petici¨®n al em¨¦rito papa alem¨¢n.
Brasil no dej¨® de poner en movimiento toda su inmensa y plural religiosidad a favor de una victoria. Como contaron varios reporteros, todos los santos y v¨ªrgenes m¨¢s amados y conocidos fueron movilizados en las familias y hasta en el mundo de la pol¨ªtica. Hasta los m¨¢s agn¨®sticos desempolvaron a los santos ya olvidados de sus a?os de catecismo, tanto los cristianos como los de los ritos africanos. Todos esos santos, v¨ªrgenes y patronos, fueron colmados de agasajos, promesas y preces.
Hasta el seleccionador, Felipe Scolari, confes¨® que hab¨ªa entrado a rezar a una Iglesia que no pisaba desde hac¨ªa meses. Una victoria bien val¨ªa el arrodillarse ante una Virgen.
Scolari confes¨® que hab¨ªa entrado a rezar a una Iglesia que no pisaba desde hac¨ªa meses
Scolari traslad¨® aquella devoci¨®n hasta Teresopolis, cuartel general de adiestramiento de la selecci¨®n. All¨ª, ante un altar dedicado a Nuestra Se?ora, los jugadores se hac¨ªan la se?al de la cruz y tocaban con devoci¨®n a la estatua antes de ir a jugar.
Los brasile?os no llegaron ni tuvieron tiempo de idolatrar a su h¨¦roe Neymar como lo hicieron un d¨ªa los napolitanos, en Italia, cuando Maradona consigui¨® que el equipo de aquella ciudad, del sur pobre del pa¨ªs, ganara el campeonato nacional a la rica Milan.
En calles y plazas fueron improvisadas capillas religiosas con la imagen de Dieguito, iluminadas por velas, ante las que expon¨ªan confiados sus cuitas y peticiones al improvisado santo argentino.
A Brasil, sin papa, le quedaba s¨®lo la esperanza de que Dios se acordase que ¨¦l era ¡°brasile?o¡±, como diciendo: ¡°Bueno, los papas argentino y alem¨¢n, bien, pero son s¨®lo papas y ¨¦l es el Alt¨ªsimo¡±.
Al Dios brasile?o debi¨® pescarle sin embargo de vacaciones la tarde fat¨ªdica en la que un papa alem¨¢n dimisionario, fue capaz de hacer un milagro que quiz¨¢s hasta le sirva un d¨ªa para que pueda ser beatificado. Y este mi¨¦rcoles le toc¨® hacer el milagro al papa argentino.
Dos papas rezando por sus equipos dejaron a Brasil en la cuneta. Ambos hicieron el milagro, pero, iron¨ªa del destino, el dimisionario alem¨¢n fue m¨¢s eficaz en la victoria que el papa en funciones, Francisco: 7 a 1 para Ratzinger.
El papa argentino deber¨ªa tener de ojo al expapa alem¨¢n, por si las moscas, pues parece que sigue activo en sus rezos. Y seguro que, a pesar de todo, a Dios le encanta seguir siendo brasile?o y a los brasile?os que lo sea. Adem¨¢s los papas pasan y Dios es eterno.
Ojal¨¢ que en la pr¨®xima Copa a Brasil no le coja otra vez con su Dios de vacaciones. Y mejor que no le pregunten por qu¨¦ dej¨® que fracasara tan estrepitosamente la Copa de las Copas. Las respuestas de Dios a veces son comprometedoras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.