El nuevo (viejo) Valentino
Otro t¨¦cnico, la tutela de j¨®venes y m¨¢s trabajo f¨ªsico han devuelto al Rossi de siempre, segundo del Mundial con 35 a?os
![Nadia Tronchoni](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa03674d6-69fb-411a-a6a7-793998f03042.jpg?auth=05584e76e98280fd4f247e0e2c93694d5b737e5980c9c7fd161869b3219fd413&width=100&height=100&smart=true)
![Rossi, en Sachsenring.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FSKHHFEACKYRBMVSBLAXZ52SMQ.jpg?auth=ee92d5d33ebdd4eb14115b8919fdf8dff67533e78c33dd6326e27677cf7e6ff7&width=414)
El viejo Valentino est¨¢ de vuelta. Al parecer es exactamente el mismo, id¨¦ntica la pasi¨®n, intactas (casi todas) las rutinas, misma la gente a su alrededor, igual el c¨ªrculo de amigos y el escenario de sus actividades. Solo unos pocos detalles han obrado el milagro: ha movido un par de fichas, ha ampliado el radio de acci¨®n y ?ecco!, ha aparecido el nuevo (viejo) Valentino. El mito, que ya tiene 35 a?os, ha vuelto a los podios con regularidad y es el segundo clasificado del Mundial. Debut¨® en 1996, con una poley una victoria. Y hoy, 18 primaveras despu¨¦s ¨Cm¨¢s nueve campeonatos del mundo, siete en la categor¨ªa reina¨C, tiene la misma ilusi¨®n por ganar. Lo explica su entorno, esos que vivieron los a?os de bonanza y tambi¨¦n los del hundimiento al dejar Yamaha, donde ha vuelto para pelear por el t¨ªtulo.
Este a?o M¨¢rquez se lo est¨¢ poniendo muy dif¨ªcil, pero lo seguir¨¢ intentando. De momento, ya se ha asegurado dos a?os m¨¢s de contrato. ?Puede volver a ganar? ¡°No puede, debe. Que gane el d¨¦cimo mundial y se vaya a casa. Ninguno de nosotros lo dice, pero el objetivo es ese. Al menos tendr¨¢ que intentarlo¡±, dice Max Montanari, uno de sus asistentes. A Alberto Tebaldi, su representante, no le cuesta explicar c¨®mo le quedan ganas de carreras: ¡°Sigue gust¨¢ndole tanto este mundo, la vida en las carreras, que cuando llegamos al motorhome los mi¨¦rcoles decimos: qu¨¦ bien, ya estamos en casa¡±. ¡°Se llama pasi¨®n por la moto. Su amor por las carreras no morir¨¢ nunca¡±, a?ade Max.
Rossi tiene casi las mismas rutinas que cuando ganaba siempre. Durante los grandes premios desayuna huevos con beicon. Come pasta. Merienda un poco de fruta. Y para la cena se reserva la carne
Tras los dos a?os en Ducati, Rossi ten¨ªa una obsesi¨®n: ¡°Quer¨ªa demostrar que lo que ocurr¨ªa era que no me encontraba bien con la moto, que no era por m¨ª. Quer¨ªa tener la oportunidad de demostrar que pod¨ªa volver a luchar cada domingo por el podio. Como ahora¡±, declara. Aunque se puso fecha de caducidad. ¡°Si a final de a?o piloto igual que al principio, debo dejarlo¡±, confiesa Tebaldi, que les dijo tras un 2013 que pas¨® sin pena ni gloria.
Pero eso no se ha repetido. Porque no pilota igual. Ha sido capaz de moldear su estilo, de adaptarse a unos neum¨¢ticos que requieren pasar menos tiempo inclinado, de imitar en cierta medida lo que hace el chaval que domina la categor¨ªa. Y eso que cre¨ªa que no podr¨ªa hacerlo: ¡°Soy demasiado mayor para cambiar¡±, se hab¨ªa lamentado cuando era incapaz de entender la Ducati. ¡°Ha logrado mejorar la salida de la curva, modificando su estilo: levanta antes la moto y sale antes, para adecuarse mejor a las gomas. Eso a su edad no es f¨¢cil, pero se ha empe?ado much¨ªsimo¡±, explica Silvano Galbusera, otra de las caras nuevas.
Galbusera es su nuevo jefe de mec¨¢nicos, el sustituto de Jeremy Burgess, el ¨²nico miembro de su equipo a quien Rossi ha sacrificado en todos estos a?os para poder averiguar si su falta de competitividad ten¨ªa alguna explicaci¨®n m¨¢s. ¡°Burgess para nosotros es como un t¨ªo, un padre, pero no acompa?¨® la progresi¨®n que s¨ª experiment¨® Valentino en los ¨²ltimos a?os. Ve¨ªamos que en nuestro box Jeremy hac¨ªa tres cosas mientras en el de Jorge (Lorenzo) hac¨ªan diez¡±, apunta Tebaldi.
![Rossi, en Alemania.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6YL75YVOW5VZIGSEYMT57V5CTI.jpg?auth=d144ffb1f36542c918118e9b805caf29be2f6e4bc7f963c1ef55914a4f861ad9&width=414)
Rossi tiene casi las mismas rutinas que cuando ganaba siempre. Durante los grandes premios desayuna huevos con beicon. Come pasta. Merienda un poco de fruta. Y para la cena se reserva la carne. Eso s¨ª, cena algo m¨¢s pronto que antes, que lo hac¨ªa casi a las once y las tertulias nocturnas se han reducido. ¡°Casi como un aut¨¦ntico atleta¡±, apunta Max. Dicen que se entrena m¨¢s ahora. ¡°Cada d¨ªa¡±. Pero sigue sin cultivar demasiado el f¨ªsico: pocas pesas y mucha moto. Su constituci¨®n siempre le permiti¨® tom¨¢rselo algo m¨¢s a la ligera, se?alan. Aunque su preparador f¨ªsico, Marco Casabianca, lo controla desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. ¡°El Valentino de hoy es mucho m¨¢s fuerte y trabaja m¨¢s, aunque no lo parezca si uno ve las carreras de antes. Hoy estar entre los mejores es mucho m¨¢s dif¨ªcil¡±, a?ade.
Las horas las pasa sobre dos ruedas, aunque no coge nunca una bici, a diferencia de algunos rivales. Tiene prohibido el motocr¨®s, aunque a veces se escaquea. Se entrena con mini motos o m¨¢quinas de supermotard, trabaja en el ¡®Ranch¡¯ (una pista de 2,5 kil¨®metros, ¡°muy dura f¨ªsicamente¡±, apuntan) que se ha montado cerca de casa y donde sigue la evoluci¨®n de los pilotos de su equipo de Moto3, que le han devuelto, opina su gente, las ganas de competir: ¡°La Riders Academy ha sido un elemento fundamental para mantener esta sensaci¨®n de diversi¨®n¡±, dice Tebaldi. Y a?ade: ¡°Todo nuestro mundo est¨¢ en un radio de un kil¨®metro. En Tavullia. Est¨¢ el Ranch; el Da Rossi, restaurante, pizzer¨ªa; el Fan Club; la empresa, la VR46, que se encarga de toda la mercadotecnia del piloto (y de la mayor parte de la parrilla) y tambi¨¦n la sede del Sky Racing Team, el equipo de Moto3. Y en medio de todo eso: la casa de Valentino, donde vive.
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