Un ¡®le¨®n¡¯ en la meca del p¨®quer
Andoni Larrabe, de 22 a?os e hincha del Athletic, pugnar¨¢ en noviembre por el torneo m¨¢s importante del mundo Si vence, se embolsar¨¢ 10 millones de d¨®lares
Lejos del humo de los cigarrillos y de las luces tenues, lejos de tipos siniestros que empe?an relojes, llaves e hipotecas, lejos de crupieres malcarados que tiran cartas en tugurios. La haza?a sucedi¨® el 14 de julio en Las Vegas, en el Rio Hotel, en una atm¨®sfera pulcra y televisiva, con las c¨¢maras de la cadena ESPN registrando todos los movimientos y todos los sudores fr¨ªos y disimulados. Ah¨ª estaba Andoni Larrabe, de 22 a?os, a 9.000 kil¨®metros de Arrasate, su ciudad natal. Tras 13 horas de juego, hab¨ªa terminado su s¨¦ptimo d¨ªa de competici¨®n en el Main Event [acto principal] de las Series Mundiales de p¨®quer. Enfundado en su camiseta del Athletic, ligera perilla y gesto afable, el joven jugador profesional ha sobrevivido, junto a otros ocho, a los 6.683 participantes de la edici¨®n. Solo quedan nueve, los llamados November Nine, que dentro de cuatro meses disputar¨¢n la mesa final del torneo. Larrabe tiene en su bolsillo, ya garantizados, 730.725 d¨®lares, 73 veces m¨¢s de los 10.000 que le cost¨® inscribirse. Si lo consigue, si logra hacerse con el brazalete del ganador, se llevar¨¢ una cifra de una redondez escalofriante: diez millones de d¨®lares.
Tras sobrevivir a m¨¢s de 6.000 rivales, est¨¢ en la recta final del certamen m¨¢s m¨ªtico
"Si gano no tengo ning¨²n plan especial, mi vida no va a cambiar. Eso s¨ª, tendr¨¦ menos preocupaciones", dice entre risas y v¨ªa Skype desde la ciudad del pecado, en la que se quedar¨¢ un mes m¨¢s de vacaciones. "Mi familia vendr¨¢ a verme y, si hay hueco, tambi¨¦n mis colegas". Este le¨®n, fan del Athletic, lleva cuatro a?os de carrera en el mundo del p¨®quer. De la nueva hornada de jugadores criados a golpe de rat¨®n, y no de naipe, Larrabe empez¨®, como muchos otros, con diez euros e ilusi¨®n. "Al poco tiempo los convert¨ª en 200, y luego en 4.000. Mis padres, al principio, eran un poco reacios", cuenta. Se fue a vivir a A Coru?a con tres amigos m¨¢s y montaron en su piso la oficina. "Jug¨¢bamos, sal¨ªamos, viaj¨¢bamos y lo pas¨¢bamos bien. Mudarme fue una escapatoria para hacer lo que me gustaba¡±. En 2013 lleg¨® el primer pinchazo gordo en vivo, 218.710 d¨®lares en Bahamas, a los que ha sumado estos a?os varios premios m¨¢s de cinco cifras. Esta es la segunda vez que participa en las Series Mundiales, y en el torneo m¨¢s ilustre ya ha superado a Leo Margets, jugadora catalana que alcanz¨® la 27? posici¨®n en 2009 ante 6.494 oponentes, y ha igualado a Carlos Mortensen, espa?ol de origen ecuatoriano, que venci¨® en 2001 ganando un mill¨®n y medio de d¨®lares, cuando a¨²n no se hab¨ªa producido el boom del p¨®quer de 2003 y el n¨²mero de participantes no superaba los 700.
Si se hace con el brazalete de ganador, se embolsar¨¢ 10 millones de euros
Vive tranquilo en Londres, donde puede jugar sin las restricciones legales que desde 2009 se impusieron sobre el p¨®quer online en Espa?a. "Puede que cambie de ciudad en el futuro. Me gusta el sol, y la comida... Viniendo del Pa¨ªs Vasco, se echa de menos", explica en medio de una carcajada contagiosa. Se hizo hace dos d¨ªas cuenta de Twitter y no le gusta estar en el candelero. "La acogida de la comunidad ha sido muy buena, como si siguieran a un equipo de f¨²tbol. Eso est¨¢ muy bien", resume sin darle demasiada importancia. Ahora Larrabe est¨¢ en la ¨²ltima etapa del torneo con m¨¢s m¨ªstica. Desde 1971, cuando el Main Event era una cosa familiar y contaba tan solo con seis participantes, ha llovido mucho. Cl¨¢sicos como el legendario Stu Ungar o el pol¨¦mico Phil Hellmuth, la vieja escuela, tienen sus brazaletes a buen recaudo. Tambi¨¦n los young guns, las balas j¨®venes, como el precoz Joe Cada, que se lo puso a los 21, o Ryan Riess, el vigente campe¨®n, han ingresado en el prestigioso club. El zarpazo de Andoni llegar¨¢, todos los esperan, en noviembre: "Ya que estoy aqu¨ª, ahora hay que ganar ?no?".
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