Victoria (y regla) salvadora
El conjunto Garmin, que a¨²n no hab¨ªa ganado en este Tour, se quita un peso de encima con la victoria de Navardauskas
La misma frase, la misma consigna, puede que con diferente tono y en diferentes grados de tensi¨®n ambiental, pero el mensaje era el mismo: chicos, que la fiesta se termina y nosotros a¨²n no hemos ganado, as¨ª que m¨¢s os vale aprovechar la oportunidad de hoy que, lo recalco, es la ¨²ltima; y no es s¨®lo por nosotros, sino por vosotros mismos, demostrad hoy lo que val¨¦is que ni ma?ana ni pasado ma?ana vais a poder hacerlo y no quiero que os vay¨¢is a casa con la cabeza baja.
Pocos minutos antes del mediod¨ªa, este mensaje sonaba al un¨ªsono en 14 de los autobuses estacionados en el village d¨¦part de Maubourguet, ciudad donde se daba la salida de la etapa 19 del Tour, la que preced¨ªa a la ¨²ltima contrarreloj y a la etapa final de los Campos El¨ªseos. De los 22 equipos participantes, en 14 el mensaje era este; en los otros 8 los mensajes ser¨ªan diferentes. Pero en uno de ellos, en el del Garmin, al parecer el mensaje cal¨® m¨¢s hondo.
En ese mismo mensaje, lo que se matizaba era que hab¨ªa que vigilar a los corredores de esos otros 13 equipos que a¨²n no hab¨ªan ganado, con esos es con los que hay que ir en fuga. Y eso es lo que pas¨®, que se form¨® una fuga tempranera de cinco corredores y todos ellos pertenec¨ªan a equipos que a¨²n no hab¨ªan ganado. Bien es cierto que cada uno de estos equipos hab¨ªa tenido una presencia diferente en carrera -por ejemplo el Europcar lleva un Tour muy activo a pesar de no haber conseguido la victoria y el Garmin se qued¨® en una ocasi¨®n con la miel en los labios con la fuga de Jack Bauer-, pero el caso es que ninguno de sus integrantes hab¨ªa conseguido alzar los brazos.
Pero aunque la fuga parec¨ªa condenada, pues los equipos de espr¨ªnter sumaron alianzas y pusieron el ritmo machac¨®n rompesue?os, se daba un factor -la lluvia- que desbaratar¨ªa todos los planes. A m¨ª no se me olvidan las palabras de mi primer director en profesionales, cuando era un joven inexperto: "La lluvia, el fr¨ªo, el viento, el granizo¡todas esas cosas que joden cuando vais en bici son vuestras aliadas. Si eso no aparece siempre ganan los mismos. Si aparece alg¨²n factor de esos, entonces es cuando ten¨¦is que aprovechar vosotros".
Slagter, del Garmin, abandon¨® a sus 4 compa?eros de escapada cuando el pelot¨®n ya le ol¨ªa a cerca de un minuto. Faltaban 30 kms, y a¨²n faltaba por superar la ¨²nica dificultad del d¨ªa, una peque?a cota de cuarta categor¨ªa a 13 kms de la meta de Bergerac. Tras pasar lo alto de la cota, Slagter vio como le alcanz¨® un corredor, que result¨® ser su compa?ero Navardauskas. "Si puedes ir s¨®lo, adelante", le dijo Slagter. Y pod¨ªa, vaya si pod¨ªa el lituano, que con un poderoso rodar y arriesgando en las zonas de curvas, consigui¨® una renta de entre 20-25 segundos que el pelot¨®n -muy diezmado por la velocidad, la lluvia y sobretodo el cansancio- no era capaz de anular.
La lluvia, el fr¨ªo, el viento, el granizo son vuestras aliadas", me dec¨ªa mi primer director
A falta de 3 kil¨®metros el lituano a¨²n manten¨ªa 20 segundos de ventaja mientras cruzaba el puente sobre el Dordo?a. El pulso estaba en sus manos; si ¨¦l aguantaba su ritmo, el hueco parec¨ªa imposible de cerrar; si ¨¦l ced¨ªa, los lobos se le echar¨ªan encima. Pero entonces, justo antes del puente, lleg¨® la ca¨ªda en el pelot¨®n. Apenas 15 corredores libraron la ca¨ªda, demasiados pocos para organizar la caza teniendo en cuenta adem¨¢s que unos cuantos de los optaban a la etapa -Sagan y Greipel- quedaron eliminados por la montonera.
Y Navardauskas, que de todo esto no sab¨ªa nada, segu¨ªa con su imponente rodar camino de una victoria necesaria, pero inesperada. Y pr¨¢cticamente todos los implicados en la general, cortados por la ca¨ªda, cruzaban la meta unos segundos o minutos despu¨¦s con una parsimonia asombrosa, pues si salvadora fue la victoria de Navardauskas para el Garmin, igualmente era salvadora la regla de protecci¨®n de los 3 ¨²ltimos kil¨®metros para todos estos.
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