La riqueza del mestizaje, y sus problemas
Bokessa y Terrero, en chicas, y el canario Samuel Garc¨ªa se clasifican, y con ambiciones, para la final de 400m
El equipo espa?ol de atletismo, como la sociedad espa?ola del siglo XXI, es un colectivo mestizo, hijo de la emigraci¨®n, del exilio, de la globalizaci¨®n. Catorce de los 73 espa?oles en Z¨²rich, la quinta parte de la selecci¨®n, han nacido en otros pa¨ªses y han llegado a¨²n de ni?os (o incluso han nacido en Espa?a), hijos de emigrantes, o ya de adultos, como atletas ya hechos que han encontrado en Espa?a una econom¨ªa dispuesta a pagarles por ejercer su oficio. Vienen de Marruecos, Cuba, Nigeria, Ghana, M¨¦xico o Ucrania. Son la riqueza del mestizaje, una fuerza cuando los atletas se integran y sienten el valor y la responsabilidad de la camiseta roja, o un problema.
De la fidelidad de Indira Terrero nadie duda. Nacida en La Habana en noviembre del 85, al a?o siguiente de la muerte de la presidenta india tan admirada por su padre que la bautiz¨® con su nombre, la atleta de 400 metros desert¨® de la selecci¨®n cubana con la que particip¨® y triunf¨® (bronce en los 800m, oro en el relevo largo) en los Campeonatos Iberoamericanos de 2010, disputados en San Fernando (C¨¢diz). "Dej¨¦ a la familia y dej¨¦ todo en Cuba y me qued¨¦ en Espa?a", dice Terrero, quien, tras un a?o pasado en Castell¨®n, se estableci¨® en Valencia, donde corre, entrenada por Rafa Blanquer, el t¨¦cnico de Niurka Montalvo, la saltadora cubana que como espa?ola gan¨® el Mundial de Sevilla 99, en el club Valencia Terra i Mar. Veterana de los Mundiales de 2007 y 2009, y de los Juegos de Pek¨ªn como cubana, Terrero es espa?ola desde el 31 de marzo pasado.
Catorce de los 73 espa?oles en Z¨²rich, la quinta parte de la selecci¨®n, han nacido en otros pa¨ªses?
Pocas semanas despu¨¦s debut¨® con la selecci¨®n espa?ola en la Superliga de Europa por naciones como primera relevista en el 4x400. Un error suyo provoc¨® la descalificaci¨®n del equipo espa?ol, y ese error, es, justamente, la mayor prueba de su gran compromiso con la selecci¨®n. Y as¨ª lo dicen en la federaci¨®n, donde cuentan que Terrero se estuvo casi una semana llorando y sin dormir por su error ("Pero yo no lo creo, no creo que pisara la raya, como dicen", dice), que priv¨®, quiz¨¢s, al relevo la posibilidad de participar en Z¨²rich. Pero ella est¨¢ y corriendo tan bien el 400 individual, tan equilibrada y fluida, sin crispaci¨®n, que se clasific¨® para la final ganando su serie por delante de la campeona ol¨ªmpica, la brit¨¢nica Christine Ohuruogu. De la noticia, de que es la primera espa?ola en una final europea de 400 metros, se enterar¨¢ r¨¢pidamente su padre, que vive en Estados Unidos y con el que se comunica casi a diario por Skype. Con su madre, que sigue en la isla, es m¨¢s complicado hablar.
Dej¨¦ a la familia y dej¨¦ todo en Cuba y me qued¨¦ en Espa?a"
Indira Terrero. Corredora
"Desde que me qued¨¦ en Espa?a no he podido volver a entrar en Cuba, y all¨ª no hay eso de Internet, con lo que hablo con mi madre muy de vez en cuando". Otro asunto es batir el r¨¦cord de Espa?a, 49,67s, una marca de otra ¨¦poca, en poder desde hace d¨¦cadas de la estadounidense nacionalizada espa?ola Sandra Myers. "Eso es imposible", dice Terrero, quien reconoce que estar en la final con una marca de 51,62s es quiz¨¢s se?al de que la prueba est¨¢ devaluada. "Faltan atletas, no est¨¢n las rusas buenas, ha habido limpia..." De hecho, una de sus rivales en la final del viernes (18.50) ser¨¢ otra compatriota cubana, Libania Grenot, con la que entrenaba de juvenil y absoluta en la isla, y que ahora es italiana gracias a un matrimonio de conveniencia. "S¨ª, ella se ha tenido que casar, pero al menos puede viajar a Cuba, y yo....", se lamenta Terrero.
En la final, con ella, estar¨¢ otra espa?ola, pues las grandes noticias llegan de dos en dos. Estar¨¢ Aauri Lorena Bokessa (51,86s), tan alta y tan buena que empez¨® jugando al baloncesto en el Estudiantes. Dej¨® el baloncesto para ir como atleta a los Juegos de Londres y no volvi¨®. Y ahora, esta joven de Fuenlabrada, hija de dos guineanos que llegaron a Madrid huyendo de la dictadura de Mac¨ªas ("y mi padre era espa?ol, pues naci¨®n cuando a¨²n Guinea era colonia", recuerda la atleta), est¨¢ en una final europea, pese a estar tocada, haber entrenado mal ¨²ltimamente, sufrir. "Esta final era mi objetivo y lo he conseguido", dice Bokessa, y s¨²bitamente deja de hablar porque a su lado se ha posado la presencia imponente del canario Samuel Garc¨ªa, otro cuatrocentista feliz, pues se ha clasificado para la final, sorprendentemente.
En la final, junto a Terrero, estar¨¢ Aauri Lorena Bokessa, hija de guineanos, tan alta y tan buena que empez¨® jugando al baloncesto en el Estudiantes
Salta Bokessa y le abraza y se cuelga de su cuello y le aplaude, y dice, el 400 est¨¢ de moda, y todo somos 400, y Samuel Garc¨ªa, que quiere ser regular en la zona de los 45s antes de asaltar la barrera y el r¨¦cord de Espa?a, se deja querer y afirma. "Ya que estoy en la final, y me lo he ganado, nadie me lo ha regalado, voy a correrla con ambici¨®n, pensando en las medallas", dice Samuel desde lo alto de sus 195 cent¨ªmetros. Sus rivales el viernes (19.10) en la final ser¨¢n Jonathan Borl¨¦e, la mitad de los gemelos belgas (Kevin fall¨®), y los brit¨¢nicos Martyn Rooney y, sobre todo, la maravilla juvenil de 19 a?os Matthew Hudson-Smith. Ninguno baj¨® de 45s en unas semifinales de un nivel muy elevado. "Pero eso fue por el viento", dice el canario. "Se trataba de no luchar contra el viento de la contrameta y echar el resto en la ¨²ltima recta".
Ya que estoy en la final, voy a correrla con ambici¨®n, pensando en las medallas"
Samuel Garc¨ªa. Corredor
Del compromiso con la selecci¨®n de Ayad Lamdassem s¨ª que duda la federaci¨®n. El maratoniano de Sidi Ifni desert¨® del equipo marroqu¨ª que participaba en unos campeonatos universitarios en Santiago de Compostela hace una docena de a?os y se estableci¨® en Lleida. Iba a participar en el marat¨®n de Z¨²rich, pero la noche del martes envi¨® un fax informando de que estaba lesionado, y un certificado de un hospital de Lleida que dec¨ªa que su pubalgia es grave, y que no podr¨ªa participar. En la federaci¨®n, que no ha podido comunicarse con Lamdassem en los ¨²ltimos cuatro meses, creen que hay gato encerrado en la renuncia de un atleta que pasa la mitad del a?o entren¨¢ndose en Marruecos. Creen que, igual que se retir¨® hace un a?o del marat¨®n del Mundial de Mosc¨² y luego particip¨® en noviembre en un marat¨®n retribuido en Jap¨®n, Lamdassem ha renunciado a Z¨²rich, donde no hay dinero por medio, solo el honor de la camiseta roja, para poder disputar otra marat¨®n pagada este a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.