Sergio Garc¨ªa penaliza al Almer¨ªa

La perseverancia le dio un punto al Espanyol cuando el partido agonizaba en el estadio de los Juegos Mediterr¨¢neos. Apareci¨® Sergio Garc¨ªa y en el ¨²ltimo tiro bati¨® a Rub¨¦n. El Almer¨ªa, superior hasta el descanso, se extravi¨® en cuanto se fue la luz del campo y el partido estuvo parado nueve minutos, tiempo en que Sergio Gonz¨¢lez recompuso al Espanyol. El tanto fue celebrado con entusiasmo por la plantilla blanquiazul porque el equipo jugaba con uno menos por la expulsi¨®n de Arbilla (m.32).

La declaraci¨®n de intenciones del Espanyol fue muy n¨ªtida: presi¨®n arriba, robar el cuero, e intentar mover con ritmo el bal¨®n. Pero los muchachos de Sergio Gonz¨¢lez no conocen bien todav¨ªa su libreto de juego. Su idea de ser protagonistas se muere en seguida cuando no encuentran a su conductor. Salva Sevilla, llamado a hacer de trampol¨ªn, se qued¨® demasiado aislado en la banda izquierda y no dialog¨® ni con Caicedo ni con Sergio Garc¨ªa. Sumaba gente en ataque con las proyecciones de Arbilla y V¨ªctor ?lvarez, pero los laterales se olvidaban de mirar por el espejo retrovisor. Todo un caramelo para la velocidad de Edgar y Jonathan, los dos ligeritos del Almer¨ªa que aprovechaban para trepar por las alas y asustar en el ¨¢rea de Casilla. Pero resulta que el Almer¨ªa tambi¨¦n est¨¢ escribiendo su guion de juego. Hasta el 50% de la plantilla renov¨® Francisco este verano. Y as¨ª, sin un itinerario claro en ninguno de los dos bandos, el partido estaba roto. Y en un duelo sin descanso en la medular, los extremos se relam¨ªan, sobre todo los del cuadro andaluz. As¨ª, en una carrera entre Arbilla y Edgar, el lateral blanquiazul cogi¨® de la zamarra al extremo del cuadro andaluz y se llev¨® la segunda cartulina amarilla. Un minuto fat¨ªdico para el Espanyol. Antes Hemed le hab¨ªa arrancado el grito de gol de la garganta a Colotto. El delantero del Almer¨ªa rechaz¨® en la l¨ªnea de la porter¨ªa de Rub¨¦n, el derechazo que pesc¨® el argentino en el ¨¢rea. Si con el partido igualado en n¨²mero de camisetas, el Almer¨ªa encontraba combustible para correr por las bandas, m¨¢s espacio encontraron con un hombre de m¨¢s. Edgar se peg¨® una carrera de 80 metros, al mejor estilo Bale, para asistir a Soriano en el 1-0. Nadie daba un duro por el Espanyol hasta que el Almer¨ªa se puso a especular y acab¨® por pagar su racaner¨ªa con el tanto final de Sergio Garc¨ªa. Un cl¨¢sico.